Por Carlos Rajo
El Presidente Obama pasa hoy por uno de sus peores momentos en su relación con el público. Grupos como los latinos, que en su momento estuvieron de su lado, hoy le dan índices menores de aprobación que no se habían visto en años. Sólo el 47% de los latinos dice aprobar de la gestión del mandatario, según una encuesta de Telemundo, la cadena NBC y el diario Wall Street Journal. Nada que ver con lo que sucedía por ejemplo en abril de 2013, cuando Obama recibió el 62% de las simpatías de los latinos. O aun peor, de los índices de popularidad que el presidente obtuvo recién después de ser reelecto a finales del 2012, cuando el 73% de los latinos dijeron aprobar de lo hecho por Obama.
Los latinos no son los únicos que se muestran inconformes con el presidente. En la misma encuesta, del resto de los consultados -gente de origen no latino-, sólo el 40% aprueba de la gestión del mandatario, cifra récord en términos de lo más bajo de Obama en su tiempo en la Casa Blanca (repetida un par de veces en los últimos años).
Esta negatividad hacia el presidente -tanto de los latinos como del resto del público- se expresa también en cómo se ve la marcha del país. Un 56% de los latinos señalan que Estados Unidos va por el camino equivocado. Entre el resto de la población la cifra es del 67%.
Estos números de la encuesta nada favorables al presidente, se dan precisamente a semanas de la elección de noviembre en la cual estará en juego la totalidad de la Cámara baja y un tercio del Senado. A no ser que se de un milagro o un terremoto político, los republicanos conservarían el control de la Cámara baja. Lo que sí estaría efectivamente en juego es el control del Senado -hoy en manos de los demócratas.
La encuesta trae más preocupaciones al partido del presidente. En los estados donde habrán las elecciones más disputadas para senadores, los republicanos sacan un 10% de ventaja sobre los demócratas (40% a 50%). No por casualidad muchos senadores demócratas que están en la pelea por la reelección rehusan aparecer en público con el mandatario y rechazan ser vinculados a las políticas de Obama.
“A 56 días de la elección, nuestra encuesta muestra grandes indicaciones sobre lo que pudiera suceder y las noticias no son buenas para los demócratas”, explicó Fred Yang, uno de los expertos que realizó la encuesta de Telemundo/NBC/WSJ.
En el tema de inmigración lo que más destaca de la encuesta es lo relativo a la posibilidad de que haya un camino hacia la legalización para millones de indocumentados (uno de los pilares de la reforma migratoria). Entre el público en general ha disminuido la preferencia para esta opción, con un 53% que señala que estaría de acuerdo con ella. En abril de 2013, este número fue del 64%.
No queda claro qué es lo que ha influido para que la gente vea con menos simpatía esta idea de la legalización. Una posibilidad podría ser lo que sucedió este verano con la llamada crisis en la frontera de los niños que llegaban sin acompañante, y la intensa cobertura mediática y la discusión nacional que se generó sobre el tema.
Los latinos por su parte, siguen apoyando en gran mayoría la idea de la legalización: un 77% dice estar de acuerdo con ella (en abril de 2013, el apoyo fue del 82%).
En el tema de inmigración también, una mayoría de latinos -el 66%- considera que es un pretexto el dicho de los republicanos de que para que haya reforma migratoria primero tiene que asegurarse la frontera.
Igualmente, por amplia diferencia -41% a 19%- los latinos siguen considerando que el partido demócrata es mejor que el partido republicano en los asuntos de inmigración.
En términos de algunas de las principales figuras públicas del país, los latinos favorecen con altos números a personajes como Hillary Clinton -62%-, lo cual le da a la ex secretaria de Estado una formidable ventaja con el electorado latino en caso decida al final lanzarse por la candidatura presidencial demócrata.
En el lado republicano, destaca lo del senador Marco Rubio, figura en su momento preferida del llamado Tea Party, quien jugó un papel de gran importancia para que la reforma migratoria se aprobara el año pasado en el Senado y quien además se menciona como un posible candidato presidencial republicano. Rubio sin embargo, no pareciera ser muy popular con los latinos: apenas el 19% lo ve de manera positiva.No sorprende que el alguacil de Arizona, Joe Arpaio, sea bien visto por únicamente el 6% de los latinos.
En el tema de política exterior uno de los asuntos de los que más se hablado en las últimas semanas es el del grupo terrorista del Medio Oriente ISIS, el cual entre muchos otros ha matado a dos periodistas estadounidenses. Obama dará un discurso el miércoles donde explicará cuales serán las acciones adicionales de Estados Unidos para combatir a ISIS (hasta hoy se le ha bombardeado en sus posiciones en Irak). Según la encuesta, el público en general considera -en un 61%- que está en el “interés nacional” de Estados Unidos el tomar acción militar contra ISIS. Entre los latinos el porcentaje es del 49%.
Aun cuando Obama obtiene bajos índices de aprobación en su manejo de estos temas de política exterior -apenas un 32%-, la historia demuestra que cuando un presidente decide intervenir militarmente en un área o asunto que goza de cierto respaldo popular -como sería hoy lo de más ataques a ISIS- el mandatario en funciones gana en índices de aprobación. Una posibilidad es que si Obama ordena más ataques contra ISIS -en este caso en sus posiciones en Siria- se fortalecería la imagen del mandatario o al menos se borraría un tanto la idea, real o percibida, de un presidente indeciso, inefectivo y falto de liderazgo.