La mayoría de la junta directiva del edificio Champlain Towers South dimitió en septiembre de 2019 en protesta por la lentitud en la toma de decisión de los vecinos para pactar las reparaciones que necesitaba el complejo, tras ser detectados daños estructurales un año antes.
A lo largo de dos semanas renunciaron cinco de los siete miembros del consejo directivo, según las actas de una reunión celebrada el 3 de octubre. Por entonces los vecinos estaban en plena disputa sobre cómo afrontar las multimillonarias reparaciones que requería el condominio, según informó el diario The Washington Post.
"Trabajamos durante meses para ir en una dirección y en el último momento se plantean objeciones que tendrían que haber sido discutidas y resueltas justo al principio", escribió Goldstein en su carta de dimisión en septiembre de 2019.
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El debate sobre el coste y la envergadura de las obras alargó el inicio de las obras tres años, según la correspondencia, las actas de la junta directiva del condominio, y otros registros conservados por la asociación de propietarios.
Los trabajos de restauración del concreto aún no habían comenzado cuando el edificio se derrumbó parcialmente la madrugada del 24 de junio. Hasta ahora 18 personas han fallecido y 145 siguen desaparecidas.
Se espera que la investigación que determinará las causas de la tragedia lleve meses y por ahora se desconoce si las fallas estructurales detectadas en 2018 pudieron contribuir al colapso.
A pesar de las advertencias cada vez más severas de la junta directiva, muchos propietarios se negaron a pagar las reparaciones, cuyo precio se disparó de unos 9 millones de dólares a más de 15 millones de dólares en los últimos tres años por el deterioro progresivo del edificio, de acuerdo con los registros.
"La pregunta es: ¿Por qué se tardó tres años en llegar a este punto?", dijo Max Friedman, un exmiembro de la junta directiva, en una entrevista con el diario The Washington Post. "Nadie creía realmente que el edificio estuviera en peligro inminente", agregó.
Las razones concretas que llevaron a la dimisión de parte de la junta no están especificadas en los documentos examinados por el citado diario. Goldstein y algunos de los otros miembros volvieron a incorporarse a la junta. Uno de ellos lo hizo apenas tres semanas después de dimitir, indican los documentos.
Hasta ahora no se ha podido localizar a todas las personas que estuvieron en la asociación de vecinos desde 2018. Al menos dos de ellos están desaparecidos. Un portavoz de la asociación de condominios, Max Marcucci, declinó hacer comentarios.
El condado de Miami-Dade exige que los edificios sean inspeccionados y recertificados como seguros a los 40 años de su construcción. Abogados del sector inmobiliario señalan que, muchas veces, el proceso puede prolongarse en el tiempo. El edificio Champlain Towers South fue construido en 1981.
El ingeniero Frank P. Morabito encontró en 2018 "daños estructurales importantes" en una losa de hormigón debajo de la cubierta de la piscina, causados por un defecto que limitaba el drenaje del agua. Su reporte planteó las reparaciones necesarias para lograr la recertificación de los 40 años.
Una vecina declaró a The Washington Post que, minutos antes de que se cayera el edificio, se dio cuenta de que una sección de la cubierta de la piscina y una zona del estacionamiento al nivel de la calle se habían derrumbado en el garaje subterráneo. Los expertos afirman que el derrumbe podría deberse a un fallo en los cimientos del edificio o en el estacionamiento.
Dos meses antes de la tragedia, el 13 de abril, la junta directiva votó por unanimidad a favor de una evaluación especial de 15 millones de dólares para pagar las obras del edificio.
Hasta abril, los vecinos estuvieron divididos sobre las reparaciones. Muchos firmaron una carta en la que cuestionaban el presupuesto propuesto y pedían a la junta directiva que considerara una cuota más baja. "No podemos permitirnos una cuota que duplique el importe de las cuotas de mantenimiento que se pagan actualmente", escribieron.
Una serie de correos electrónicos publicados por el Ayuntamiento de Surfside reveló que un exfuncionario, Ross, Prieto, ignoró el alarmante informe elaborado por el ingeniero y que felicitó a los vecinos por iniciar los trámites de recertificación con tres años de adelanto.
La actual presidenta de la junta directiva, Joan Wodnicki, lamentó en una carta enviada el 9 de abril que “gran parte del trabajo podría haberse hecho o planeado en los años pasados.
En otra misiva enviada antes de la reunión en la que se aprobó el presupuesto de 15 millones de dólares, escribió: “A medida que se acerca la reunión del próximo martes sobre la evaluación especial, les pido a todos que traten de mantener la calma. Sé que hay mucha ansiedad y que hay muchas preguntas. Es mucha información y mucho dinero. Seguiremos haciendo todo lo posible para responder a las preocupaciones de todos”.
Wodnicki también avisó repetidamente de que las estimaciones económicas hechas por el ingeniero en 2018 habían aumentado, porque la estructura había seguido deteriorándose.