La embajada de Estados Unidos en Guatemala recibió en el fin de semana una oleada de duras críticas tras publicar en la red social Twitter un mensaje sobre niños migrantes que desencadenó indignación en el país. La dependencia diplomática pidió posteriormente disculpas y borró dicha publicación.
“Cuida a tus hijos. No los pongas en riesgo con la #Migración Ilegal”, rezaba el mensaje de la embajada, acompañado por una foto de Felipe Gómez Alonzo, un niño guatemalteco de 8 años que murió bajo la custodia de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés).
El tuit circuló el sábado, explica la agencia de noticias The Associated Press. Decenas de usuarios criticaron su contenido. “Puede interpretarse como una amenaza directa a los migrantes”, escribió uno de ellos. “Insensible publicación”, comentó otra.
Horas después, la embajada estadounidense emitió un comunicado de prensa en el que informó que había borrado la publicación.
“Recientemente, la embajada de los Estados Unidos en Guatemala publicó sin querer una imagen de un niño guatemalteco quien lamentablemente es un difunto. La imagen se usó como parte de una campaña en las redes sociales para educar sobre los muy reales peligros que enfrentan los menores no acompañados en la migración ilegal hacia los Estados Unidos, en particular por la COVID–19”, reza la nota.
“Lamentamos cualquier dolor que el uso accidental de la imagen del niño pudo haber causado, y hemos eliminado esas publicaciones”, continúa.
Felipe Gómez Alonzo murió la víspera de Navidad de 2018 bajo custodia de la Patrulla Fronteriza estadounidense en El Paso, Texas, a causa de “complicaciones por infección influenza B”, según confirmaron posteriormente las autoridades.
El niño y su padre viajaron desde su comunidad Yalambojoch, en Huehuetenango, al occidente del país, a mediados de diciembre de 2018. Tras ser detenidos en la frontera, el niño empezó a tener quebrantos de salud y tras permanecer una semana bajo custodia de las autoridades migratorias, murió.
Su padre viajó a Estados Unidos para trabajar y buscar la manera de sacar adelante a la familia que dejó atrás en su país. El niño tenía la ilusión de que le compraran una bicicleta. Su humilde vivienda de madera, con pisos de tierra, albergaba a los ocho miembros de la familia, que a veces no tenían qué comer, dijo entonces su hermana mayor Catalina Gómez.
Felipe no ha sido el único niño en fallecer bajo la custodia de la patrulla fronteriza. A él se suman por lo menos seis menores de edad muertos bajo la protección de las autoridades estadounidenses, según AP.
Con información de The Associated Press.
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