La historia del colombiano Alex Saab y la “revolución bolivariana” comenzó en 2011 como una relación más de negocios. El supuesto empresario ofreció casas prefabricadas que el entonces presidente Hugo Chávez compró con dinero del Estado venezolano al triple del precio del mercado, según se supo en julio de 2019, cuando Saab fue confirmado –y sancionado– por la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento de Estado (OFAC) como uno de los principales operadores económicos del régimen chavista encabezado por Nicolás Maduro en Venezuela.
Es por ello que su detención, ocurrida este viernes en Cabo Verde y confirmada por el Departamento de Justicia, no es un episodio baladí dentro del complicado escenario político y económico venezolano. Saab, en menos de una década organizó una vasta red de empresas y sociedades en diversos países con los que apoyaba la catastrófica gestión de Maduro al mismo tiempo que drenaba decenas de millones de dólares al fisco venezolano.
Aunque ninguna autoridad lo confirma abiertamente, se estima que buena parte de estos recursos han sido desviados por Saab como testaferro o front man del propio Maduro.
Además de la venta fraudulenta de las casas prefabricadas Saab –quien actuaba en sociedad con el colombiano Alvaro Pulido– se involucró pronto en todo tipo de transacciones, entre las que despunta la compra de alimentos para el ensamblaje de las “cajas CLAP”, cajas con comida que comenzó a repartir el régimen de Maduro a partir de 2016 al empeorar la situación económica y productiva de Venezuela.
El Secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, aseguraba en julio del año pasado que Saab dirigía ese programa, al cual calificó como parte de “una red de corrupción a gran escala”, del cual se benefició “una red global de compañías fantasma”. También señaló que Saab logró relacionarse en negocios con los hijos de la pareja presidencial, Nicolás Maduro y Cilia Flores.
El grado de penetración e influencia de la dupla Saab-Pulido en las filas del régimen venezolano puede medirse por la variedad de negocios que llegaron a liderar en Venezuela, revelados puntualmente por el portal venezolano de periodismo de investigación Armando.info.
Les fueron otorgados millonarios contratos para la compra de medicinas, manejaron la red estatal de distribución de alimentos a través de abastos oficiales, contratos para compra de materia prima (incluyendo uno en materia petrolera para una de sus empresas, de nombre Trenaco) concesiones para el manejo y venta del oro en el Arco Minero venezolano, para el control de una de las empresas carboníferas más importantes de Venezuela y hasta para la construcción de proyectos sociales como gimnasios en zonas populares.
Según los cálculos y facturas recabadas por el portal, donde se revela constantemente la jugada de vender con sobreprecio al Estado venezolano a través de empresas registradas en países como Turquía, Emiratos Árabes, Panamá, Suiza, México y Hong Kong, los negocios de Saab y Pulido con el régimen de Maduro superaron los 1,500 millones de dólares.
"Agente" contra las sanciones
La acuciante crisis económica venezolana generada por la corrupción, la hiperinflación, la pérdida del valor de la moneda venezolana y la caída casi total de su producción (incluyendo la petrolera) no bajaron el perfil de Saab dentro del régimen. Tampoco su caída en desgracia ante las autoridades estadounidenses que lo sancionaron desde el año pasado o la reciente sanción de la Fiscalía colombiana, que la semana pasada ordenó el congelamiento de sus bienes en Colombia, valorados en 9.5 millones de dólares.
En cambio, su detención ha confirmado que Saab operaba como una especie de emisario entre Maduro y los regímenes políticos que lo apoyan –como Turquía, Irán o Rusia– en estos meses en los que la operatividad económica se ha visto aún más restringida tras las sanciones decretadas en enero de 2019 por Washington contra toda empresa, banca o particular que haga negocios con el régimen venezolano. Según versiones extraoficiales, precisamente su detención en Cabo Verde habría sido en medio de unas gestiones en nombre de Maduro para recibir más combustible por parte de Irán.
[Los venezolanos enfrentan el coronavirus aislados, sin combustible ni servicios básicos]
A través de un revelador comunicado publicado la noche de este sábado, la cancillería que funciona como portavoz del régimen madurista exigió la liberación de Saab, sobre el que se pronunció por primera vez asegurando que es “ciudadano venezolano” y al que calificó como “agente” que hacía “gestiones a nombre del gobierno bolivariano destinadas a garantizar el derecho a la alimentación, la salud y otros derechos básicos fundamentales”.
El nombre de Alex Saab no aparece como parte del registro electoral venezolano, lo que parece apuntar a una nacionalización exprés para proceder a una ofensiva diplomática en defensa del colombiano por el que, hasta ahora, no había dicho una palabra.
Para más información sobre este tema, no se pierda otros reportajes de Armando.info como:
¿Necesita lavar su reputación? Se alquilan diputados para tal fin
De Veracruz a La Guaira, un viaje que une a Piedad Córdoba con Nicolás Maduro
Vea también:
Estado de alarma en Venezuela después que se reportan los dos primeros casos del coronavirus