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La Copa Mundial de Fútbol suscita debate sobre lesiones cerebrales

La Copa Mundial de Fútbol suscita debate sobre lesiones cerebrales

 Por: Stephanie Gosk y Kevin Monahan

NBC News

El domingo pasado durante la final de la Copa Mundial de Futbol, el alemán Christoph Kramer se golpeó la cabeza al chocar con el hombro de un jugador argentino y cayó tendido en el terreno.

Tras un rápido chequeo de los entrenadores, el jugador centrocampista de 23 años siguió jugando. Sin embargo, quince minutos más tarde, Kramer continuaba mareado y tuvo que recibir ayuda para salir del terreno.

Kramer fue víctima de una posible concusión cerebral ocasionada durante el torneo, el que ha estado caracterizado por lesiones en la cabeza. Este ha sido un recordatorio de que el fútbol es un deporte de contacto que se juega a gran velocidad y sin protección donde las conmociones cerebrales son parte del juego.

El ex jugador de la Liga Mayor de Futbol, Bryan Namoff, considera que las ligas profesionales de fútbol no han tomado en serio el problema.

Casi cinco años atrás, durante un partido en el estadio RFK, el defensor del DC United recibió de un jugador de Kansas City un golpe en la cabeza similar al de Christoph Kramer que terminó poniendo fin a su carrera.  

"A toda velocidad", recordó Namoff",  de modo que mi cabeza y mi cuello fueron golpeados hacia la izquierda,  y mi cuerpo le siguió después", relató.

Namoff jugó el resto del partido y regresó al campo tres días después, el 12 de septiembre de 2009, a jugar otro.

"El día siguiente fue el peor día de mi vida en cuanto al dolor", dijo Namoff. "Tenía los peores dolores de cabeza", señaló.

Los dolores de cabeza continuaron. Namoff se retiró como jugador en julio de 2010, y luego trabajó en la oficina principal del DC United.

Pero los dolores de cabeza nunca desaparecieron y en la actualidad Namoff, de 35 años, dice no poder trabajar y está demandando a su ex-equipo por no examinarlo correctamente en su momento y permitir que continuara jugando.

DC United no respondió a la petición de comentarios por parte de NBC News, pero ha presentado una moción para descartar la demanda.

La Liga Mayor de Futbol cambió sus reglas en el 2010. Ese año creó un comité para la conmoción cerebral integrado por nueve miembros y ordenó realizar exámenes obligatorios de tipo neurológico-psicológicos a los jugadores. Ahora los jugadores serán sacados del juego inmediatamente si muestran señales de una lesión en la cabeza. Si no responden a los exámenes de conocimiento, los jugadores deberán ver al especialista del equipo antes de volver al partido y no podrán presentar síntomas en 24 horas para poder jugar.


Pero a algunos les preocupa que las reglas no sean estrictamente aplicadas. El Dr. Riley Williams, del equipo de los Red Bulls de Nueva York, quien señaló que las conmociones cerebrales "ocurren a menudo" en el fútbol, dijo que "existe siempre una diferencia entre lo que está establecido en las reglas y la aplicación real de las reglas en el campo".

Y, a menudo, los jugadores presionan para que los dejen seguir en el juego.

Durante un partido de la fase inicial de la Copa del Mundo a finales de junio, Álvaro Pereira de Uruguay recibió un rodillazo del inglés Raheem Sterling en la cabeza. Pereira se desplomó en el campo y quedó noqueado e inmóvil durante unos segundos.

Se pudo ver cómo Pereira, tras recuperar la conciencia, discutía con el personal médico del equipo para regresar al campo. La FIFA, que es la liga internacional que rige la Copa del Mundo deja tomar esas decisiones a los equipos, y Pereira siguió jugando. Después del partido, que dio la victoria a Uruguay, Pereira expresó que sólo quería ganar el juego.


Namoff dijo que los jugadores no son los que deberían tomar estas decisiones. "A menudo los jugadores no están conscientes de sus problemas", dijo. "Yo pensé que estaba bien para jugar", agregó.

"Por supuesto que cualquier atleta competitivo quiere estar en el campo cada vez que pueda", añadió. "Si un jugador está realmente lesionado en la cabeza o tiene síntomas de conmoción cerebral, podría no estar consciente de ello y no debe ser puesto al apuro de decidir sí se siente bien para jugar".

Namoff también dijo que hay presiones externas sobre los jugadores para que sigan jugando. El fútbol permite sólo tres sustituciones de jugadores por partido.

"Necesitamos a alguien que no esté influenciado por el entrenador o por el médico del equipo... para dirigir la que es más importante, el cuidado del jugador", afirmó Namoff.