El actor mexicano Pablo Lyle, que en octubre fue condenado por homicidio involuntario por una agresión mortal tras una pelea de tránsito en el condado de Miami-Dade (Florida) en 2019, fue sentenciado este viernes a un periodo de 5 años en prisión estatal seguidos por un periodo de 8 años en libertad condicional, por la jueza Marisa Tinkler Mendez.
Además, la jueza requirió a Lyle hacer trabajo comunitario y completar un curso sobre control de ira, y dijo que se tomaría en cuenta los años que ya ha permanecido en prisión (desde 2019) para cumplir su sentencia, que es apelable.
Lyle, de 36 años, escuchó este viernes los testimonios finales del juicio vestido con un overol naranja de la cárcel del condado de Miami-Dade. Afrontaba una pena máxima de 15 años en prisión.
La jueza rechazó hace dos meses su petición para repetir el juicio y ratificó la condena de culpabilidad por la muerte de Juan Ricardo Hernández, un hombre de origen cubano de 63 años con el que tuvo un altercado en las cercanías del aeropuerto de Miami.
"Nadie aquí va a salir satisfecho", dijo la jueza antes de leer la sentencia. “Nadie va a olvidar el dolor causado”.
El primero en hablar en la sesión final del juicio fue el cuñado de Lyle, Lucas Delfino, quien manejaba el vehículo en donde viajaba el actor el día del ataque. En un momento volteó a ver directamente a la familia de la víctima y les dijo en español: "Lo siento mucho".
La esposa del actor, Ana Araujo, le dijo en español que está "orgullosa de cómo ha llevado el dolor", mientras él derramaba lágrimas. Y añadió: "Siempre te he dicho que eres un corazón con patas". "Es muy fácil para todos juzgar una reacción que tuviste en un segundo, y eso no te define como persona", añadió.
Lyle dijo a la familia de la víctima: "Solo puedo imaginar el dolor por el que pasaron [...] Rezo por él cada día [...]. Nadie hubiera querido que esto ocurriera y nadie quiere una cosa como esta, que se pueda perder una vida, algo que afecta de manera tan drástica, en cuestión de segundos, con un puño".
"Qué puedo decir de lo ocurrido, nos ha tocado, señora Mercedes", dijo a la prometida de la víctima. "Realmente lo siento desde lo más profundo de mi corazón. Es la disculpa más sincera que he ofrecido en mi vida", añadió. "No hay nada que pueda hacer para traerlo de vuelta".
[Revelan audios de llamadas al 911 durante la masacre en Monterey Park, California]
La prometida de Herández le respondió: "Sé que no era su intención de matarlo, pero en un segundo pasan las cosas y esas son las consecuencias de sus actos. Por eso quiero justicia para mi viejito y pido la máxima sentencia, el señor tiene la última palabra". La mujer también lamentó no haber podido casarse con Hernández, debido a su muerte.
¿Cómo ocurrió el ataque de 2019?
El actor le dio un puñetazo a Hernández tras una pelea que quedó grabada por cámaras de seguridad. La víctima falleció cuatro días después en un hospital por lesión cerebral.
Los abogados de Lyle pidieron sin éxito que el juicio y el veredicto fueran anulados, alegando inconsistencias y que no se admitieron pruebas ni testigos que habrían demostrado, según una tesis que la jueza negó, que el actor actuó por temor a su vida y la de sus hijos.
Desde el principio del proceso judicial, los abogados de Lyle señalaron que actuó en defensa propia, pero ese alegato fue rechazado por una corte de mayor jerarquía que ordenó el juicio.
Lyle, que había estado rezando este viernes mientras la jueza escuchaba los últimos argumentos de las partes, rompió a llorar cuando ella se retiró del salón durante cinco minutos para regresar a leer su sentencia, según lo atestiguó un corresponsal de Noticias Telemundo en la corte.
El actor de la serie Yankee, de Netflix, y de telenovelas como La sombra del pasado y Mi adorable maldición, permanece detenido desde que los seis miembros del jurado emitieron su veredicto el 4 de octubre, ya que la jueza le negó su pedido de continuar bajo el arresto domiciliario en el que estaba hasta ese momento.
El incidente mortal ocurrió en marzo de 2019, cuando el cuñado de Lyle trasladaba al actor, su esposa y sus dos hijos al aeropuerto. De acuerdo con los videos de seguridad, Hernández paró su auto en un semáforo en rojo, bajó y se acercó a la ventanilla del vehículo en el que iba el actor para reclamar que le habían cerrado el paso.
El cuñado de Lyle bajó del auto y discutió con Hernández, pero cuando vio que su vehículo se estaba moviendo regresó a su asiento. Entonces Lyle, que estaba en el lugar del copiloto, bajó, corrió hacia Hernández y lo golpeó en el rostro, según los videos.
El auto con el actor se retiró del lugar, y Hernández quedó tendido en el piso, solo. Horas después, el actor fue detenido en el aeropuerto de Miami, cuando iba a abordar un vuelo a México.
El abogado de Lyle acusó a Hernández de haber iniciado la agresión y aunque reconoció que su cliente merecía la condena por homicidio involuntario, alegó que esta no debía conllevar la sentencia máxima de 15 años por las condiciones atenuantes.
'Estás loco, p*** , hay niños en el auto', le dijo Lyle a Hernández, según el testimonio que recogió la policía y que el abogado defensor leyó en voz alta en la corte para argumentar que su cliente estaba preocupado por la amenaza que representaba el automovilista para su familia.
El letrado pidió por ello a la jueza la pena mínima para Hernández de 9 años y medio en prisión. Pero la jueza consideró que Lyle había actuado más guiado por el enojo que por el miedo. Al mismo tiempo concedió que, basada en el testimonio de decenas de personas en la corte, el actor era una buena persona que tuvo un mal día.
"La decisión más difícil"
La magistrada Tinkler Mendez dijo antes de leer la sentencia que era "una de las decisiones más difíciles" que había tomado en la corte.
En su último alegato, el fiscal destacó las consecuencias que tuvo el golpe que le dio Lyle a un hombre que ya se estaba retirando a su vehículo después del altercado. "La víctima estaba regresando a su auto y él decide ir a atacarlo", dijo. Añadió que dejarlo salir en libertad bajo fianza lo ponía en riesgo de huir del país. Por ello, pidió a la jueza la máxima pena posible, valorando más la necesidad de castigarlo que su arrepentimiento y su reparación del daño.
"Quizá uno piense que un puñetazo no puede matar a una persona, pero eso desencadenó una serie de eventos que terminaron en la muerte del señor Hernández", dijo la jueza. Aunque reconoció que hubo factores atenuantes que tomó en cuenta, como el arrepentimiento de Lyle, y dijo que no creía que hubiese matado a Hernández a propósito.