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Qué pasaría si el Departamento de Justicia enjuicia a Donald Trump

Una persona familiarizada con el caso le dijo a NBC News que ya se han tenido conversaciones en el Departamento sobre las grandes implicaciones que tendría presentar un caso contra Trump. No ha surgido evidencia pública aún de que el expresidente sea un objetivo criminal.

Por Ken Dilanian - NBC News

Los poderosos comentarios de la congresista republicana Liz Cheney en la audiencia del Congreso sobre la insurrección en el Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021, que para muchos sonaron como las declaraciones de un abogado en un juicio penal, han renovado en los círculos legales el debate sobre si el Departamento de Justicia podría, y debería, enjuiciar a Donald Trump.

Con el creciente número de pruebas que, según Cheney y otros, muestran los actos delictivos de los esfuerzos de Trump para anular los resultados de las elecciones de 2020, el fiscal general Merrick Garland podría tener que determinar si procesar a un expresidente es un asunto de interés nacional.

Una persona familiarizada con el caso le dijo a NBC News que ya se han tenido conversaciones en el Departamento de Justicia sobre las grandes implicaciones que tendría presentar un caso contra Trump. Hasta el momento, no ha surgido evidencia pública de que el expresidente se haya convertido en un objetivo criminal.

"Seguiremos los hechos hasta dondequiera que nos lleven", dijo Garland en su discurso en la ceremonia de graduación de la Universidad de Harvard el mes pasado.

Su adjunta, Lisa Monaco, ha confirmado que los fiscales estaban investigando las consecuencias legales para quienes participaron en esquemas que impulsaron las listas de miembros falsos del Colegio Electoral que declararon a Trump como el ganador de los estados donde Joe Biden ganó.

Presentar cargos penales contra Trump en relación con sus esfuerzos para anular las elecciones "muy probablemente provocará disturbios civiles y tal vez incluso una guerra civil", dijo Barbara McQuade, analista legal de NBC y exfiscal federal.

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Sin embargo, también agregó: "Creo que no acusar es aún peor, porque no acusar significa que no se pudo responsabilizar penalmente a alguien que intentó subvertir nuestra democracia".

De cualquier manera, "es una decisión trascendental y sin precedentes, y no es tan fácil como algunas personas podrían imaginar", dijo Chuck Rosenberg, exfiscal federal y exjefe de la Administración de Control de Drogas que ahora es analista legal de NBC News.

Durante algún tiempo, la posibilidad de un caso penal contra Trump ha sido una opción clara para los expertos legales. En marzo, un juez federal dijo en un fallo de un caso civil que Trump "probablemente" cometió delitos federales al tratar de obstruir el conteo del Congreso de las boletas del Colegio Electoral el 6 de enero de 2021, y citó dos estatutos: obstrucción de un procedimiento oficial y conspiración para defraudar a Estados Unidos.

En ese momento, un portavoz de Trump calificó las afirmaciones del juez como "absurdas y sin fundamento". El exmandatario siempre ha negado todas las irregularidades.

En sus comentarios iniciales, Cheney trató de exponer todos los elementos de lo que equivale a un complot criminal.

"Durante varios meses, Donald Trump supervisó y coordinó un sofisticado plan de siete partes para anular las elecciones presidenciales y evitar la transferencia del poder presidencial", dijo.

Como lo describió Cheney, la supuesta mala conducta de Trump fue mucho más allá de las acusaciones de que había incitado a la multitud que irrumpió en el Capitolio el 6 de enero. La congresista dijo que el expresidente había cometido un fraude contra el público estadounidense al presentar afirmaciones electorales falsas y luego trató de que los funcionarios del gobierno actuaran sobre esas afirmaciones. En momentos clave, se negaron a hacerlo.

Trump "planeó de manera corrupta reemplazar al fiscal general de Estados Unidos para que el Departamento de Justicia difundiera sus falsas afirmaciones de que las elecciones fueron robadas", dijo Cheney, y "presionó de manera corrupta a los legisladores estatales y funcionarios electorales para cambiar los resultados de las elecciones".

La campaña de Trump para lograr que el vicepresidente Mike Pence rechazara a los electores estatales y bloqueara la certificación del voto el 6 de enero "fue ilegal e inconstitucional", dijo.

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Al resumir la conducta de Trump, dijo que el público debe tener en cuenta que "el Departamento de Justicia está trabajando actualmente con testigos cooperantes y, hasta la fecha, solo ha revelado una parte de la información que ha identificado en comunicaciones encriptadas y otras fuentes".

Esas informaciones han sido reveladas en varias acusaciones, pero al mencionarlas en el contexto de Trump, Cheney pareció insinuar que eso era relevante para determinar su culpabilidad.

Muchos expertos legales dijeron que no sería necesario vincular a Trump con las turbas que irrumpieron en el Capitolio para acusarlo. Afirman que hay amplia evidencia de que participó en un plan corrupto para anular las elecciones.

"Puedo imaginar una acusación que incluya los siete esquemas. Pero si el Departamento de Justicia puede probar solo uno, eso sería suficiente", dijo McQuade.

"Se están presentando muchas acciones que podrían calificarse como conspiración para obstruir la certificación de las elecciones", dijo Randall Eliason, exfiscal federal y actualmente profesor en la Facultad de Derecho de la Universidad George Washington. "Esta fue una conspiración multifacética que en realidad duró un par de meses".

Según Eliason, el asalto del Capitolio "terminó siendo una especie de herramienta útil en esa conspiración. Bien sea que eso formara o no parte del plan inicial, ciertamente se convirtió en algo que fomentó la conspiración".

Como en la mayoría de los casos de delitos de cuello blanco, los expertos dijeron que el mayor desafío para los fiscales sería probar que Trump tenía intenciones delictivas, que sabía que había perdido las elecciones pero de todos modos siguió adelante con sus acusaciones de fraude.

Está claro que un presidente que una vez llegó a sugerir que las personas podrían inyectarse desinfectante para no contraer Covid ha adoptado algunas ideas extrañas. (Más tarde dijo que estaba siendo "sarcástico").

Trump ha dicho que cree genuinamente que le robaron las elecciones y que todas sus declaraciones y acciones fueron hechas de buena fe.