Heather Barron y Kareem Leiva golpeaban a sus hijos con cables, los obligaban a hincarse sobre granos de arroz hasta hacerles sangrar las rodillas, les prohibían comer y los forzaban a pelearse a golpes, dijeron este miércoles Destiny, de 13 años, y Rafael, de 12, en el juicio contra su madre y padrastro acusados por el asesinato de su hermano, Anthony Avalos, quien murió en junio de 2018 tras lo que la Fiscalía de Los Ángeles describió como una vida de torturas.
Los dos hermanos aseguraron este miércoles en el juicio que vieron a su padrastro levantar de pies y brazos a Avalos, de 10 años, y dejarlo caer de cabeza en el suelo. La Fiscalía sostiene que, por ese y otros golpes, el menor sufrió muerte cerebral al menos un día antes de que su madre contactara a los servicios de emergencia.
El relato de los niños llega después que paramédicos y otras personas involucradas en el caso describieran ante un juez las condiciones en las que encontraron a Avalos el 20 de junio de 2018. “Parecía muerto. Sus ojos estaban hundidos. Podrías contar sus costillas”, aseguró el lunes Ronald Watts, bombero retirado del condado de Los Ángeles durante una audiencia.
Barrón, de 33 años, y Leiva, de 37, están siendo juzgados por cargos de asesinato en primer grado y tortura. Fueron detenidos en 2018 en conexión con la muerte de Anthony Avalos y, desde entonces, han permanecido en prisión sin derecho a fianza. También se enfrentan a dos cargos de abuso a menores, relacionados a los hermanos que sobrevivieron.
"Obligados" a comer salsa picante y otros abusos
Este miércoles los menores dijeron frente a su madre que esta y su esposo los torturaban, y también a Anthony. Destiny aseguró que los acusados los obligaban a hincarse sobre arroz seco, agregando peso o empujando sus cuerpos para ejercer presión hasta hacerles sangrar las rodillas.
Su hermano, Rafael, relató que les hacían mentir sobre sus heridas y que siempre estaban hambrientos porque no les daban comida, ni les dejaban agarrar alimentos del refrigerador.
Los menores además afirmaron que les obligaban a pelearse a golpes entre ellos, les metían calcetines en la boca para callarlos, les pegaban con cables, los obligaban a sentarse contra la pared por horas y los hacían comer salsa picante.
"Mirar a una criatura en el suelo, con golpes, cubierta de pies a cabeza, es traumatizante para ellos", dijo sobre Anthony Avalos la tía de los niños, María Barrón, en entrevista con Noticias Telemundo.
"Las declaraciones de los niños van a ser muy impactantes ante el juez", afirmó por su parte Luis Carrillo, abogado criminalista consultado por Noticias Telemundo.
Dan Chambers, abogado defensor del padrastro, aseguró que los testimonios de los niños eran inconsistentes y que no se ha demostrado que su cliente tuvo “intención de matar”.
“Este caso es un caso de abuso severo, pero en cuanto al señor Leiva, no es un asesinato”, aseveró Chambers.
En el juicio, que podría extenderse por otras dos semanas, no hay jurado y será un juez quien decida. Las Fiscalía no ha pedido la pena de muerte para los acusados, pero sí cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Barron y Leiva tienen 12 hijos en total, entre los que se cuentan niños de otras relaciones, reportó la agencia de noticias EFE.
"Torturado" durante semanas
El fiscal de distrito adjunto, Saeed Teymouri, aseguró que Barrón y Leiva torturaron y abusaron de Avalos durante las dos semanas previas a su muerte.
“Anthony Avalos se graduó de cuarto grado el 7 de junio de 2018 y por dos semanas consecutivas fue abusado y torturado todos los días”, afirmó Teymouri.
Avalos fue trasladado a un hospital el 20 de junio de 2018, pero murió al día siguiente.
En el juicio, las autoridades que respondieron de emergencia a una casa en la ciudad de Lancaster, a 70 millas de Los Ángeles, contaron que la madre permaneció serena durante el tiempo que trataron de revivir al niño, que fue hallado incosciente en el suelo.
Los bomberos y paramédicos coincidieron en que Avalos “parecía muy enfermo” y “desnutrido”. Además, tenía heridas, raspaduras y moretones de pies a cabeza, reportó la filial de Noticias Telemundo en Los Ángeles.
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Según el fiscal, la familia estaba siendo atendida por el Departamento de Servicios para Niños y Familias del condado desde 2014.
“(La madre) ha estado torturando a sus hijos durante mucho tiempo, y una vez el acusado Leiva entró en escena y se volvió mortal”, afirmó.
Otros casos de matrato infantil
Los familiares de Avalos demandaron a la Junta de Supervisores del Condado de Los Ángeles por la muerte del niño, alegando que ya habían denunciado al Departamento de Servicios para Niños y Familias el maltrato que él y sus hermanos sufrían.
En octubre pasado llegaron a un acuerdo de 32 millones de dólares. Otra demanda contra Sycamores Child and Family Services, una agencia de salud y bienestar infantil, se resolvió por una cantidad no revelada, indicó la filial de Noticias Telemundo.
La muerte de Avalos despertó indignación en Los Ángeles por las similitudes con el caso de Gabriel Fernández, de 8 años, quien murió en mayo de 2013 tras las torturas de su madre y padrastro. El Departamento de Servicios para Niños y Familias también vigilaba el caso de Fernández, indicó la agencia EFE.
La madre fue condenada a cadena perpetua tras declararse culpable. Su novio fue sentenciado a muerte por el asesinato del niño.
Queda pendiente otro caso similar: el homicidio de Noah Cuatro, de 4 años, por el que fueron acusados sus padres con cargos tortura y asesinato en 2020.
Su padre además ha sido imputado por abuso sexual contra el niño que ya había sido apartado de sus padres, pero les fue devuelto pese a que la bisabuela del niño pidió su custodia alegando que no eran aptos para cuidarlo, informó el diario Los Angeles Times.
Cuatro murió en 2019 por lesiones y su autopsia demostró que tenía vértebras y costillas fracturadas, laceraciones en el hígado y moretones en todo el cuerpo. También se probó que fue abusado sexualmente el día de su muerte, reportó el medio.