La Corte Suprema dictaminó este jueves que la ley del estado de Nueva York que limita el derecho a llevar armas ocultas en espacios públicos es inconstitucional, una decisión que sacude el debate político tras las masacres de Uvalde (Texas) y Buffalo (Nueva York).
Los magistrados decidieron por seis votos a favor (de la mayoría conservadora) y tres en contra (de los progresistas) que la norma neoyorquina es demasiado restrictiva, contraviniendo así la Segunda Enmienda de la Constitución sobre armas de fuego.
El juez conservador Clarence Thomas argumentó en el fallo refrendado por la mayoría de magistrados que la Segunda Enmienda no distingue entre hogar y espacio público "con respecto al derecho a tener y portar armas”.
"Ninguna de las limitaciones históricas del derecho a portar armas se aproxima al requisito de causa justificada de Nueva York porque ninguna operó para impedir que los ciudadanos respetuosos de la ley con necesidades ordinarias de autodefensa llevaran armas en público con ese fin", señaló.
A partir de ahora, el Gobierno tendrá que ser "coherente con la tradición histórica de esta nación en materia de regulación de armas de fuego", escribió Thomas.
La decisión afecta a una cuarta parte de la población estadounidense, que vive en estados con leyes similares a la que tenía Nueva York como California, Hawaii, Maryland, Massachusetts, New Jersey y Rhode Island, de acuerdo con la agencia de información The Associated Press.
El Gobierno que presidente Joe Biden pidió a la Corte Suprema que respaldara la norma.
"No es lo que quieren los neoyorquinos"
Nueva York prohíbe llevar una pistola a la vista. Si una persona quiere portar una arma, debe hacerlo pues de modo oculto. Para esto, debe pedir una licencia, indica la ley estatal, demostrando “una necesidad especial de autoprotección que se distinga de la de la comunidad en general o de las personas que ejercen la misma profesión”. La Corte Suprema dictaminó que ese requisito ers inconstitucional.
En una decisión histórica de 2008, el tribunal dijo por primera vez que la Segunda Enmienda salvaguarda el derecho de una persona a poseer armas de fuego, aunque esa decisión se limitó a mantenerlas en casa para la autodefensa.

El requisito de Nueva York viola la Constitución, explicó el juez Thomas, porque solo permite obtener una licencia cuando un solicitante muestra una necesidad especial de defensa propia.
Pero el dictamen también reconoce que la jurisprudencia ha “establecido” que espacios como puntos de votación y los juzgados son “‘lugares sensibles donde se podría prohibir llevar armas en conformidad con la Segunda Enmienda”.
La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, se mostró contraria a la decisión de los magistrados y afirmó que llega en un momento especialmente doloroso, cuando el estado todavía está de luto por la muerte de 10 personas en un tiroteo masivo en un supermercado de Buffalo.
"Esta decisión no es sólo imprudente, es censurable. No es lo que quieren los neoyorquinos", reiteró.
La fiscal general estatal fue más allá y dijo que su oficina está actualmente "revisando la decisión de la Corte Suprema sobre la capacidad de Nueva York para regular quién puede llevar armas de fuego en público", según explicó en su cuenta de la red social Twitter.
"Pero seguiremos haciendo todo lo que esté en nuestras manos para proteger a los neoyorquinos de la violencia con armas de fuego y preservar las leyes de armas de sentido común de nuestro estado", prometió.
Nueva York ya prohíbe a los menores de 21 años llevar armas ocultas, y restringe los lugares en los que se pueden llevar armas: áreas de descanso de las carreteras y parques estatales. La ley deja en manos de hoteles y empresarios la decisión de si se pueden tener armas en esas propiedades.
Los antecedentes
Un grupo de ciudadanos llevó el caso ante al máximo tribunal alegando que es "virtualmente imposible para una persona corriente" obtener permiso para llevar armas en Nueva York.
Robert Nash, uno de los demandantes, expuso que quería portar un arma tras una serie de de robos ocurridos en su vecindario. Brendan Koch, otro de ellos, también alegó su deseo de llevar un arma para protegerse.
Ambos afirmaron haber completado cursos de seguridad con armas, pero sus permisos fueron denegados. Ante la negativa se sumaron a una demanda contra la ley presentada por la Asociación de Rifles y Pistolas del estado de Nueva York.
Un debate que divide al país
La decisión de la Corte Suprema se conoce cuando en el Senado se tramita un proyecto de ley para un mayor control de las armas tras la masacre en una escuela primaria de Uvalde, que dejó 19 niños y dos profesoras muertas, y el tiroteo de Buffalo, con 10 fallecidos.
Un grupo de senadores bipartidista logró superar varios escollos de último minuto y el pasado martes dieron a conocer un texto legislativo para combatir la violencia con armas de fuego, que incluye financiación estatal para aplicar leyes de "bandera roja" y mejoras en las comprobaciones de antecedentes.
Las leyes de "bandera roja" permiten a las autoridades confiscar de forma temporal armas a personas consideradas peligrosas. Familiares o amigos pueden hacer la solicitud de retirar las armas a dichas personas al considerar con son una amenaza para ellas mismas o para la sociedad. Esta medida también permite impedir que una persona adquiera un arma.
El proyecto de ley que debe sancionar el Senado en una votación de procedimiento también amplía a tres los días para comprobar los antecedentes de los potenciales compradores de entre 18 y 21 años, así como extender el proceso de verificación otros 10 días más en caso de que se hallen indicios preocupantes.
Sin embargo, el texto no prohíbe la venta de rifles ni elevar la edad mínima para adquirir armas.
De reunir al menos 60 votos a favor, el texto avanzará a una votación definitiva.
La Cámara de Representantes, de su lado, sí aprobó el 8 de junio un proyecto de ley que aumenta de 18 a 21 años la edad mínima para la compra de rifles semiautomáticos, así como prohibir la venta de cargadores de municiones con una capacidad de más de 15 rondas.