Un jurado en Nueva York dictaminó este martes que el expresidente Donald Trump es responsable de abuso sexual en el juicio civil en su contra por la acusación de la escritora E. Jean Carroll de que la asaltó en unos grandes almacenes de Manhattan en la década de 1990. Carroll acusó al expresidente de violación, pero el jurado le consideró no responsable. Sí responsabilizó a Trump de difamación por haber dicho que Carroll se inventó sus acusaciones para vender libros. En su veredicto, el jurado condena a Trump a pagar cinco millones de dólares a Carroll en compensación por esos actos.
A la pregunta de si Carroll, de 79 años, había demostrado "por preponderancia de la evidencia" que "Trump violó a Carroll", el jurado de nueve personas marcó la casilla que decía "no".
Pero cuando se le preguntó si "Trump abusó sexualmente de Carroll", el jurado marcó la casilla que decía "sí". Ambas alegaciones eran elementos de la demanda de Carroll por agresión.
Los nueve miembros del jurado alcanzaron la decisión tras solo unas horas deliberaciones, y después de que Trump, que finalmente declinó testificar, insistiera en que no conocía a Carroll, que no la agredió sexualmente, y que las acusaciones son "fraudulentas".
“No tengo la menor idea de quién es esta mujer. Este veredicto es una vergüenza. ¡Una continuación de la mayor caza de brujas de todos los tiempos!”, escribió el exmandatario en su cuenta de la plataforma Truth Social tras conocerse el veredicto.
Carroll no hizo comentarios al salir del tribunal, pero su abogada Roberta Kaplan dijo: "Estamos muy contentos".
El veredicto marca la primera vez que un expresidente ha sido declarado responsable de conducta sexual inapropiada en el ámbito civil.
Un portavoz de Trump dijo en un comunicado: "No se equivoquen, todo este caso falso es un esfuerzo político dirigido contra el presidente Trump porque ahora es un gran favorito para ser elegido una vez más presidente de Estados Unidos".
"Este caso será apelado, y al final ganaremos", dice el comunicado.
[“Estoy aquí porque Trump me violó”, dice ante una corte la escritora E. Jean Carroll]
En su alegato final, el abogado de Trump, Joe Tacopina, le insistió al jurado que la historia de Carroll era demasiado inverosímil para ser creída. Repitió la teoría del invento para promover su libro de sus memorias publicado en 2019, en el que se refirió públicamente por primera vez a la violación con el objetivo, según el abogado, de desacreditar a Trump por razones políticas.
La abogada de Carroll, Roberta Kaplan, citó por su parte varios extractos de la declaración de Trump realizada en octubre de 2022 y las palabras al programa de televisión Access Hollywood en 2005 sobre el derecho que tienen las celebridades de poder agarrar a las mujeres entre las piernas sin pedirles permiso.
La abogada defendió que las declaraciones públicas de Trump sostienen su caso. "En un sentido muy real, Donald Trump es un testigo contra sí mismo. Él sabe lo que hizo. Sabe que agredió sexualmente a E. Jean Carroll", afirmó.
“Ni siquiera se molestó en presentarse aquí en persona”, se quejó Kaplan, refiriéndose a que el expresidente no acudió al juicio, que duró dos semanas.
"Mintió y destrozó mi reputación"
Carroll testificó durante el juicio que conoció a Trump en 1987 en una fiesta del programa de televisión Saturday Night Live, donde ella era guionista. Ella y su esposo, un presentador de noticias locales, se tomaron una foto con Trump y su entonces esposa Ivana, dijo.
De acuerdo con su versión, la siguiente vez que se vieron fue en los grandes almacenes Bergdorf Goodman, cerca de la Torre Trump, en 1995 o 1996. Se trató de una interacción desenfadada en la que ambos se tomaron el pelo probándose una prenda de lencería, dijo, hasta que él se puso violento dentro de un probador.
"Mintió y destrozó mi reputación, y estoy tratando de recuperar mi vida", aseguró Carroll en el estrado.
Tacopina señaló a los jurados que no había razón para llamar a Trump al estrado como testigo cuando Carroll ni siquiera podía recordar cuándo ocurrió el supuesto encuentro. En su opinión, Carroll inventó su historia tras un episodio de la serie de televisión Law and Order emitido en 2012, en el que una mujer es violada en el probador de lencería de una tienda Bergdorf Goodman.
"Modelaron su esquema secreto en un episodio de uno de los programas más populares de la televisión", argumentó.
Dos amigas de la escritora testificaron sin embargo que ella les habló de la presunta violación de Trump poco después de que sucediera, muchos años antes de que se emitiera la citada serie.
Otras acusaciones
Los abogados de Carroll reforzaron su caso con el testimonio de otras dos mujeres que afirmaron haber sido acosadas por Trump.
Jessica Leeds, de 81 años, alegó que Trump empezó a manosearla de improviso mientras estaban sentados en un vuelo a Nueva York a finales de la década de 1970. Natasha Stoynoff declaró que había visitado Mar-a-Lago en 2005 para entrevistarle a él, y a Melania Trump, para un reportaje sobre su primer aniversario de boda. Ella alegó que Trump la empujó contra una pared y comenzó a besarla antes de que fueran interrumpidos por un miembro del personal.
Trump ha negado tanto las afirmaciones de Leeds como las de Stoynoff. En un mitin de campaña en 2016, Trump pareció burlarse de la apariencia de Leeds mientras ridiculizaba sus acusaciones, diciendo que ella "no sería mi primera opción".
Defendió esos comentarios en su declaración, en la que también insultó repetidamente a Carroll, a su abogada Roberta Kaplan, a Leeds y a Stoynoff.
"No quiero ser insultante, pero cuando la gente me acusa de algo, creo que tengo derecho a ser insultante porque me están insultando a mí. Están haciendo el insulto supremo, ¿se inventan historias y luego no se me permite decir lo que pienso? No. No estoy de acuerdo con eso", dijo.
Un jurado anónimo
En una decisión inusual para un caso civil, el juez utilizó un jurado anónimo para el juicio, citando el historial de Trump de retórica incendiaria sobre el sistema judicial.
"Cabe mencionar que el señor Trump ha atacado repetidamente a tribunales, jueces, varios agentes de la ley y otros funcionarios públicos, e incluso a jurados individuales en otros asuntos", dijo Kaplan en su decisión.
Dijo que mantenía sus identidades en secreto incluso para los abogados de ambas partes porque: "Si se revelaran las identidades de los miembros del jurado, habría una gran probabilidad de atención no deseada de los medios de comunicación hacia los miembros del jurado, intentos de influencia y/o de acoso o algo peor de los miembros del jurado por parte de los partidarios de Trump".
Los nueve jurados seleccionados juraron que podían ser imparciales.
Sin embargo, este veredicto podría no ser la última vez que ambas partes se enfrenten en los tribunales.
Carroll presentó una demanda previa contra Trump por los comentarios supuestamente difamatorios que hizo sobre ella a raíz de sus acusaciones de violación cuando era presidente. Ese caso sigue pendiente en el mismo tribunal y ante el mismo juez del segundo caso.
Ese proceso se había estancado en un tribunal federal de apelaciones de Washington, D.C., ante la cuestión de si Trump era inmune a la responsabilidad porque era presidente en el momento de los comentarios. Sin embargo, el tribunal de apelaciones devolvió el caso a Kaplan el mes pasado.
En noviembre, Carroll presentó la segunda demanda que llegó a juicio con la acusación de violación, así como una nueva demanda por difamación derivada de los comentarios de Trump sobre ella posteriores a su presidencia.
Lo hizo después de que Nueva York aprobara una ley que abría un plazo de un año para que las víctimas adultas de delitos sexuales presentaran demandas civiles, incluso si el plazo de prescripción de sus reclamaciones había caducado, como era el caso de Carroll.