Por The Associated Press
El gobernador de Oklahoma, el republicano Kevin Stitt, conmutó este jueves la pena de muerte de Julius Jones, paralizando la ejecución prevista en apenas unas horas en favor de una sentencia de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Jones, de 41 años y quien ha mantenido su inocencia durante más de 20 años, iba a ser ejecutado en la cárcel estatal de McAlester por el asesinato en 1999 de Paul Howell, un hombre de negocios de Edmond, un rico suburbio de Oklahoma City.
Su ejecución había concitado la mayor atención pública en décadas en este estado, llevando a que estudiantes de secundaria de Oklahoma City abandonaran sus clases, se celebraran vigilias ante el Capitolio estatal, y se levantaran barricadas frente a la mansión del gobernador.
Incluso Baker Mayfield, mariscal de campo de los Cleveland Browns de la NFL, se pronunció contra la ejecución de Jones.
"Sí, es bastante duro, para ser honesto", dijo Mayfield el miércoles, con los ojos llenos de lágrimas. "No es algo de lo que sea fácil hablar. Llevo un tiempo intentando que se expongan los hechos y se diga la verdad. Es una pena que haya llegado hasta aquí", agregó.
El gobernador se había mantenido al margen del caso, aunque se había reunido con los abogados de Jones y la familia de Howell.
La madre de Jones, Madeline-Davis-Jones, que intentó sin éxito reunirse con Stitt el lunes, se dirigió a un grupo de unas 300 personas, muchas de ellas estudiantes de los institutos cercanos, reunidas el miércoles frente a la oficina del político.
"No quiero ir a un linchamiento mañana", dijo Davis-Jones, con la voz embargada por la emoción. "¿Por qué querría ver a alguien colgado? Deberíamos terminar con eso. ¿Quieres que cuelguen a tu bebé, a tu hijo?", preguntó.
Jones sostiene que le achacaron un crimen que supuestamente cometió un amigo de la escuela secundaria, un coacusado que testificó contra él y que fue liberado tras 15 años de cárcel.
Los fiscales del estado y del condado han dicho que las pruebas contra Jones son abrumadoras. Las transcripciones del juicio muestran que los testigos identificaron a Jones como la persona que disparó a la víctima y lo situaron junto al vehículo robado de Howell.
Los investigadores también encontraron el arma homicida envuelta en un pañuelo con el ADN de Jones en su dormitorio. Jones afirma que dicha arma fue colocada allí por el verdadero asesino, que visitó su casa después del crimen.
La Junta de Indultos y Libertad Condicional del estado votó en dos ocasiones 3-1 para recomendar a Stitt que concediera el perdón a Jones y conmutara su condena por la de cadena perpetua.
El portavoz del gobernador, Charlie Hannema, dijo que éste "se toma en serio su papel en este proceso y está considerando cuidadosamente la recomendación de la Junta de Indultos y Libertad Condicional, como hace en todos los casos".
La hermana de Paul Howell, Megan Tobey, declaró ante dicho panel que recuerda claramente haber visto a Jones disparar a su hermano delante de sus dos hijas pequeñas.
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"Es la misma persona hoy que hace 22 años. Sigue metiéndose en problemas. Sigue en una pandilla. Sigue mintiendo. Y sigue sin sentir vergüenza, culpa o remordimiento por su acción", reprochó. "Necesitamos que Julius Jones sea considerado responsable", añadió.
En una votación separada el miércoles, la misma junta votó 3-2 a favor de la clemencia en el caso de otro preso en el corredor de la muerte, Bigler Stouffer, alegando preocupaciones con los protocolos de la inyección letal que suministra el estado. Está previsto que la pena capital de Stouffer sea ejecutada el 9 de diciembre.
El caso de Jones es una de las partes centrales del documental The Last Defense, producido por la actriz Viola Davis y emitido por ABC en 2018. Desde entonces, Kim Kardashian West y atletas vinculados a Oklahoma como Mayfield y las estrellas de la NBA Russell Westbrook, Blake Griffin y Trae Young han instado a Stitt a conmutar su pena de muerte.
Oklahoma puso fin el mes pasado a una moratoria de seis años sobre las ejecuciones, debido a la polémica que rodea la fórmula de su inyección letal. El 28 de octubre, el reo John Marion Grant, de 60 años, se convirtió en la primera persona ejecutada tras este parón. Sin embargo, sufrió vómitos y convulsiones durante el proceso
A pocas horas de la ejecución de Richard Glossip en septiembre de 2015, los funcionarios penitenciarios se dieron cuenta de que habían recibido la droga letal equivocada. Más tarde se supo que el mismo fármaco erróneo había sido utilizado para la pena de otro recluso en enero de 2015.
Las confusiones de fármacos ocurrieron tras una ejecución fallida en abril de 2014 en la que el condenado Clayton Lockett luchó en una camilla antes de morir 43 minutos después de recibir la inyección letal.