Por Tom Winter, Sarah Fitzpatrick y Corky Siemaszko - NBC News
El esperado juicio de Ghislaine Maxwell, la rica heredera británica acusada en Estados Unidos de captar adolescentes para que el magnate Jeffrey Epstein abusara sexualmente de ellas, comienza este lunes y puede compararse con un iceberg: muchas de las preguntas sin respuesta sobre su presunta empresa permanecerán ocultas por ahora.
Maxwell, una celebridad británica que insiste en su inocencia, es probable que no se enfrente a las preguntas sobre la supuesta ayuda que prestó a Epstein para organizar “citas” con mujeres mayores de 18 años para una constelación de hombres ricos y poderosos.
Tampoco es probable que sea interrogada sobre las acusaciones de una supuesta víctima que afirmó en una demanda civil que Maxwell la engatusó para llevarla con el príncipe Andrés de Inglaterra cuando ella tenía 17 años. Él ha negado las acusaciones.
Tampoco es probable que se permita a la fiscalía ahondar demasiado en las relaciones sociales y empresariales de Epstein, un financiero multimillonario, con otros nombres de renombre como los expresidentes Bill Clinton y Donald Trump, y el multimillonario de Ohio Leslie Wexner.
En cambio, la jueza federal Alison Nathan, del Distrito Sur de Nueva York, ha limitado el alcance de los fiscales federales al centrar el caso contra la celebridad convertida en sospechosa en las acusaciones de que ayudó a Epstein a captar y abusar de cuatro chicas menores de edad, principalmente en la década de 1990.
“Esto va a ser una pequeña porción de lo que sucedió”, señaló el abogado civil Dan Kaiser, que representa a varias presuntas víctimas de Epstein aunque ninguna involucrada en este juicio. “Se trata de una red que atrapó a docenas y docenas y docenas de chicas. Y Maxwell fue un actriz integral. Se podría decir que era la jefa de operaciones de Epstein”, afirmó.
Este lunes comienzan las declaraciones de apertura de un juicio que se espera que dure seis semanas. Y esas cuatro mujeres, ya crecidas, subirán al estrado y testificarán contra Maxwell, según los fiscales.
Epstein se suicidó se suicidó a los 66 años en una cárcel de Manhattan en agosto de 2019, cuando a penas llevaba un mes entre rejas y esperaba el juicio por cargos de tráfico sexual.
“Maxwell era el centro de esa red de tráfico sexual”, declaró la presunta víctima de Epstein, Jennifer Araoz, a nuestra cadena hermana NBC News después de que Maxwell fuera arrestada en julio de 2020 en su lujoso escondite en Bedford, New Hampshire.
NBC News generalmente no identifica a las víctimas de violación, pero Araoz hizo pública una entrevista en julio de 2019 durante la cual dijo que tenía 15 años cuando Epstein la violó.
Ella ha demandado a Maxwell alegando que ella y otros empleados del multimillonario “conspiraron entre sí para hacer posible y facilitar de otra manera el abuso sexual y la violación de la demandante". Maxwell ha negado repetidamente las acusaciones contra ella.
Araoz no es una de las mujeres que se espera que testifique contra Maxwell, todas las cuales serán identificadas en el juicio sólo por sus iniciales. Está representada por Kaiser.
El hermano mayor de Maxwell, Ian, ha dicho que su hermana es un “chivo expiatorio” y que los investigadores federales se centraron en ella sólo después de que Epstein se ahorcara.
“Lo perdieron y por eso tiene que haber alguien que pague el precio. Tiene que haber un chivo expiatorio. Ghislaine está pagando ese precio y lo está pagando todos los días”, declaró en una entrevista con CBS News en noviembre.
Esto no es cierto, según los fiscales.
“Maxwell desempeñó un papel fundamental al ayudar a Epstein a identificar, entablar amistad y preparar a las víctimas menores de edad para que abusaran de ellas”, alegó la entonces fiscal federal en funciones Audrey Strauss a los periodistas tras la detención de Maxwell. “En algunos casos, Maxwell participó ella misma en los abusos”, agregó.
En este juicio, Maxwell se enfrenta a seis de los ocho cargos penales vinculados a los presuntos esfuerzos para atraer a los menores a viajar y participar en actos sexuales ilegales, conspiración para transportar a los menores con la intención de participar en actividades sexuales delictivas y conspiración de tráfico sexual.
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Si se le declara culpable de todos los cargos, Maxwell, de 59 años, que se encuentra detenido sin fianza en una cárcel de Brooklyn, podría enfrentarse a años de prisión.
En una segunda acusación de 24 páginas, los fiscales alegan que entre 1994 y 2004, Maxwell “ayudó, facilitó y contribuyó” a que Epstein abusara de niñas menores de edad reclutándolas, preparándolas y, finalmente, abusando sexualmente de las víctimas.
Las víctimas tenían hasta 14 años de edad cuando ella y Epstein abusaron sexualmente de ellas, sostienen los fiscales.
Tanto Epstein como Maxwell sabían que algunas de las víctimas eran menores, según los fiscales. Y como parte de su presunta trama, dicen los fiscales, Maxwell trabajó con Epstein para atraer a las víctimas menores de edad para que viajaran a sus residencias de lujo en todo el mundo.
Los abusos se produjeron supuestamente en las lujosas residencias de Epstein en Palm Beach, Florida, Santa Fe, Nuevo México, y el Upper East Side de Manhattan, según los fiscales.
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La hija menor del barón de la prensa británica Robert Maxwell, que se ahogó en 1991, Maxwell también se enfrenta a dos cargos de perjurio vinculados a una declaración en un caso civil en 2016. La acusación alega que cuando Maxwell fue interrogada sobre su implicación en los supuestos abusos y tráfico, mintió bajo juramento.
Pero Nathan ha separado esos cargos de perjurio de este juicio.
Maxwell fue detenida un año después de que Epstein fuera atrapado en un aeropuerto de Nueva Jersey tras regresar de París en un jet privado.
Según una moción del Gobierno que se opone a la solicitud de Maxwell de ser liberada bajo fianza, su detención tuvo un poco de drama.
Después de que los agentes del FBI forzaran la puerta de su casa de New Hampshire y luego indicaran a sus guardias de seguridad privados que abrieran la puerta principal, los agentes supuestamente vieron a Maxwell tratando de huir.
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“Los agentes vieron a la acusada ignorar la indicación de abrir la puerta y, en su lugar, tratar de huir a otra habitación de la casa, cerrando rápidamente una puerta detrás de ella”, según los documentos judiciales.
Los agentes forzaron la puerta y finalmente encontraron a Maxwell en el interior de la casa, según el expediente judicial.
Sus abogados argumentaron en los documentos judiciales que vivía recluida para protegerse a sí misma y a los miembros de su familia de la “implacable e intrusiva cobertura mediática”.
En las declaraciones en un caso civil, las exmasajistas, empleados y asociados de Epstein han pintado un retrato de Maxwell como el principal facilitador de un depredador sexual en serie.
La presunta víctima de Epstein, Virginia Roberts Giuffre, declaró en una entrevista de septiembre de 2019 en Dateline, que Maxwell la atrajo a la red del financiero.
En ese momento, Giuffre dijo que estaba trabajando como asistente de vestuario en el complejo Mar-a-Lago de Trump y casualmente estaba leyendo un libro sobre terapia de masajes cuando fue “abordada por esta hermosa mujer, bien hablada, bien educada, con acento inglés y correcto”, contó.
“Y me dice que es muy gracioso que estés leyendo un libro sobre eso, porque conozco a un señor mayor que está buscando una masajista itinerante”, recordó Giuffre. “Es súper rico. Vuela por todas partes”, añadió.
Pero al final de su primera visita a la mansión de Epstein en Palm Beach Maxwell la había manipulado para tener sexo con su jefe.
Y pronto, dijo Giuffre, se encontró con que Maxwell y Epstein la traficaban con hombres ricos y poderosos como Andrew.
Sea cual sea el resultado del juicio, el hecho de que Epstein ya no esté y que Maxwell haya sido juzgado ya es un consuelo para algunos de sus acusadores.
“Ahora que se ha desmontado el anillo, sé que ya no pueden hacerme daño”, dijo Araoz.