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California exonera a un reo latino que pasó 32 años en prisión por un crimen que no cometió

Joaquín Ciria, de 61 años, fue detenido en 1990 y condenado por una muerte a tiros basada en el testimonio falso de un testigo y en la mala praxis de la policía.

Por The Associated Press

Un hombre latino de California que pasó más de tres décadas tras las rejas por un asesinato que no cometió fue exonerado del crimen el lunes, despejando el camino para su liberación de la prisión, según comunicaron las autoridades.

Joaquín Ciria, que ahora tiene 61 años, fue arrestado en 1990 y condenado por una muerte a tiros en San Francisco basándose en el falso testimonio de un testigo y en la mala conducta de la policía, según detalló el fiscal del distrito de San Francisco, Chesa Boudin, que desestimó el caso contra Ciria el lunes después de que un juez anulara su condena.

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El caso de Ciria marcó la primera exoneración impulsada por la Comisión de Inocencia del Fiscal del Distrito, que fue establecida por Boudin en 2020 para revisar posibles casos de condenas erróneas.

“Hace 32 años te alejaron de tu esposa y de tu bebé porque el sistema te falló catastróficamente”, afirmó Lara Bazelon, presidenta de la comisión, durante una conferencia de prensa junto a Boudin y miembros de la familia de Ciria. “Ahora, por fin, tienes la oportunidad de recuperar tu vida”, añadió.

Ciria fue declarado culpable de asesinato en primer grado y condenado a cadena perpetua por la muerte a tiros de Félix Bastarrica, que recibió un disparo en la cabeza tras una discusión en un callejón de San Francisco.

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Una investigación de 18 meses llevada a cabo por la comisión localizó nuevos testigos y pruebas y descubrió “una cascada de errores” en la forma en que se llevó el caso, incluida la coacción policial al testigo clave, que era un adolescente en ese momento, según Bazelon, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de San Francisco.

“No hubo prueba de ADN, ni de huellas dactilares, ni se recuperó el arma homicida”, lamentó, y añadió que Ciria siempre había mantenido su inocencia y tenía dos testigos de coartada que dijeron que estaba en casa en el momento del asesinato, pero nunca fueron llamados por la defensa, posiblemente porque sólo hablaban español. “Si un jurado hubiera escuchado este caso hoy no habría habido una condena”, afirmó.

El momento de la liberación de Ciria no se conoció inmediatamente, según la oficina de Boudin.

“El señor Ciria ha estado en prisión durante más de 30 años por un crimen que no cometió”, recordó Boudin. “Hoy celebramos una justicia largamente esperada, pero no podemos dejar de trabajar para deshacer otras condenas injustas”, agregó.