Por Antonio Planas — NBC News
El Departamento de Justicia acusó este jueves a cuatro policías (en servicio o ya despedidos) de Louisville por violar los derechos civiles de Breonna Taylor durante el operativo fallido en 2020 que condujo a la muerte de esta joven negra en Kentucky.
El fiscal general, Merrick Garland dijo que las violaciones cometidas presuntamente por los agentes “resultaron en la muerte de Taylor”.
El detective Joshua Jaynes obtuvo la orden de allanamiento utilizada en el registro del apartamento de Taylor el 13 de marzo de 2020. Fue acusado de falsificación de una declaración jurada junto a los agentes Kelly Goodlett, detective de la unidad contra el tráfico de drogas; y el sargento Kyle Meany, que supervisaba dicha unidad.
Otro agente, Brett Hankison, fue acusado de uso excesivo de la fuerza durante la ejecución de la orden de registro.
Hankison fue despedido del departamento en junio de 2020, mientras que Jaynes fue despedido en enero de 2021, aseguró el jueves la policía de Louisville en un comunicado. El departamento también está tratando de despedir a Goodlett y Meany.
“Hoy la jefa Erika Shields comenzó los procedimientos de despido del sargento Kyle Meany y la oficial Kelly Goodlett. Aunque debemos remitir todas las preguntas sobre esta investigación federal al FBI, es fundamental que cualquier acción ilegal o inapropiada por parte de las fuerzas del orden se aborde de forma exhaustiva con el fin de continuar con nuestros esfuerzos para construir la confianza entre la policía y la comunidad”, dijo la policía.
22 disparos
Durante un operativo de madrugada, los agentes abrieron fuego, matando a Taylor, después de que su novio, creyendo que un intruso intentaba entrar a su casa, disparara un arma a la puerta.
El novio de Taylor poseía legalmente el arma, dijo Garland. Después de que disparara e hiriera a un agente, dos oficiales efectuaron 22 disparos, uno de los cuales hirió mortalmente a Taylor en el pecho.
“Los miembros de la unidad de investigaciones falsificaron la declaración jurada usada para obtener la orden de registro de la casa de Taylor”, dijo Garland, “este acto violó las leyes federales de derechos civiles y esas violaciones provocaron la muerte de Taylor”.
Garland agregó que la orden de registro se solicitó pese a que los agentes sabían que carecían de causa probable para el registro.
Jaynes y Goodlett, dijo Garland, dijeron falsamente que habían comprobado que un presunto traficante de drogas había recibido paquetes en esa casa. "Jaynes y Goodlett sabían que no era cierto”, dijo Garland.
El operativo tenía como objetivo al exnovio de Taylor, un traficante de drogas convicto, que no estaba en el apartamento esa noche. Ese hombre, Jamarcus Glover, ha dicho que Taylor no estaba implicada en tráfico de drogas.
Los agentes que participaron en la redada no eran conscientes del engaño en la declaración jurada de la orden de registro, según Garland. Pero Hankison está acusado de uso excesivo de la fuerza, dijo Garland, porque después de disparar a Taylor, se movió de una puerta y disparó 10 veces más a través de una ventana y una puerta corrediza de vidrio, ambas cubiertas con persianas y cortinas.
Hankison, que ya no trabaja para la policía de la ciudad, fue declarado inocente en marzo de poner en peligro a una pareja y a su hijo de 5 años con sus actos en la noche del asalto.