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Joven profesor mexicano, clave en investigación sobre uso de la plata en antibióticos

Joven profesor mexicano, clave en investigación sobre uso de la plata en antibióticos

Por Olga Luna

Noticias Telemundo – La combinación de la plata con los antibióticos resulta en un medicamento mil veces más efectivo que ayuda a combatir bacterias más resistentes que no responden a tratamientos tradicionales y, como consecuencia, ayudaría a salvar miles de vidas.

La medicina, aún en proceso de investigación, es el  resultado de un trabajo del profesor mexicano José Rubén Morones-Ramírez y un grupo de investigadores de la Universidad de Harvard y la Universidad de Boston, liderado por el profesor titular en el Departamento de Ingeniería Biomédica de esas mismas instituciones, James Collins.

“Es una nueva terapia que tiene la capacidad de salvar vidas”, dijo Morones-Ramírez. “Creo que tiene bastante potencial para ser usado en muchos ámbitos como en países del tercer mundo”, agregó.

Además de demostrar que la combinación de ambos elementos era mil veces más efectivo que el antibiótico como tal, también llegó a la conclusión de que aquellas bacterias que han desarrollado resistencia a las drogas se “resensibilizaban”.

En los últimos años, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido cómo cada vez son más las bacterias que son “inmunes” a todos o casi todos los antibióticos que existen hoy en día en el mercado. Por ese motivo, si se demuestra en los humanos que la adición del nitrato de plata a estos productos no tiene efectos adversos (como se comprobó en ratones en el estudio que hicieron los científicos) pudiéramos estar ante la panacea de los medicamentos que podrían curar a millones de personas en el  futuro.

“Es un trabajo pionero en el sentido que ahorita hay una gran deficiencia de antibióticos, la adición de plata hace que los antibióticos puedan detener la infección y mejorar la condición del paciente”,  manifestó  el profesor mexicano.

Desde pequeño, Morones-Ramírez fue un niño curioso. Colectaba hormigas para “ponerlas a pelear” y llegó a tener una colonia de estos insectos en su casa. Desarrolló, además, una pasión por la química y la biología. Ganó las olimpiadas de química de México en 1995 aunque no pudo lograr las olimpiadas mundiales de esa especialidad que se celebraron en Colombia.

Sin embargo, ese “contratiempo” no fue obstáculo alguno para que su quimera por las ciencias se hiciera realidad.

Después de licenciarse en la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) de la carrera de ingeniería química, Ramírez hizo un doctorado en Ingeniería Química con especialidad en el área de NanoBioTecnología en la Universidad de Texas en Austin. A esto le continuó un post doctorado en ingeniería biomédica, especializándose en biología sintética y de sistemas en la Universidad de Harvard y la Universidad de Boston, donde se aventuró en el proyecto de usar plata en la medicina como ya hicieron hace miles de años  atrás civilizaciones como la azteca, los mayas, los griegos y los romanos.

Pese a que las conclusiones del estudio podrían resultar en un arma poderosa en la lucha contra los microbios resistentes a la medicina actual, los experimentos solo se han realizado en ratones, y se desconoce aún si los humanos experimentarán la misma reacción.

“En los ratones no se vio ningún efecto secundario, pero este descubrimiento requiere que se haga más investigación en esta área y en unos tres años se puede tener en el mercado”. 

Ramírez y el Dr. James J. Collins forman parte de un grupo de investigadores que bajo la empresa Enbiotix tratan de llevar la plata al mercado.

Pese a que el uso de este antibiótico fortificado en ratones de laboratorio no registró efectos adversos, a los investigadores les preocupa que la ingesta del combinado de plata con anti bactericidas pueda causar Argyria, una condición irreversible en la que la piel se torna azul o gris debido a la ingesta del metal por un largo periodo de tiempo.

Aunque la dosis de solución de plata usada en el estudio fue muy pequeña, “solo trazas”, como especificó Rubén Morones-Ramirez, Ph.D., se teme el impacto que pudiera tener en pacientes con tratamientos prolongados.

“Todavía se requiere más investigación sobre toxicidad, cómo se absorbe la plata y las mejores maneras de ingerirlas (inyección, oral, etc).”, concluyó el profesor mexicano.