Por Rich Schapiro y Dan De Luce - NBC News
Una jueza federal dictaminó que un veterano de la Marina que participó en una redada en 2019 a la embajada de Corea del Norte en Madrid es elegible para que se le extradite a España, donde enfrentaría un juicio. No obtante, en el mismo fallo, la jueza pidió la intervención de un tribunal superior porque teme que el régimen norcorano lo mate si sale de Estados Unidos.
Se trata del último giro que ha dado el caso de Christopher Ahn, quien afirmó que ingresó a la embajada en un intento por ayudar a los norcoreanos que querían desertar.
“En parte, por su participación en el incidente de la embajada, Corea del Norte quiere matar a Ahn”, escribió la jueza federal Jean Rosenbluth en su fallo.
“Debo decidir si certificar su extradición a España, donde Corea del Norte puede asesinarlo mucho más fácilmente. Aunque concluyo que la ley me obliga a certificarlo, no creo que sea correcto, y espero que un tribunal superior declare que estoy equivocada o bloquee la extradición”.
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Ahn, de 41 años, que está en libertad bajo fianza, recibió la orden de entregarse a la custodia del Servicio de Alguaciles. Pero podría retrasar el proceso presentando una impugnación de última hora de la extradición, dijeron las autoridades.
A menos que se produzcan nuevos desarrollos legales, su destino está en manos del Departamento de Estado. Un portavoz dijo que no comentan sobre asuntos de extradición.
Los abogados de Ahn no respondieron a una solicitud de comentario. En una entrevista con Fox News el año pasado, Ahn expresó su frustración con el manejo de su caso por parte del Gobierno.
“El mismo Departamento de Justicia que me ha dicho que si salgo del país podría ser asesinado es el mismo Departamento de Justicia que está tratando de extraditarme. Es muy decepcionante”, afirmó.
Un portavoz de la Oficina del Fiscal Federal del distrito central de California declinó comentar. La embajada de España en Washington no respondió de inmediato a una solicitud de comentario.
Ahn fue parte de un comando que ingresó a la embajada de Corea del Norte en Madrid en febrero de 2019. Después de cuatro horas en el edificio,salieron de allí con varias computadoras, un teléfono celular y más información electrónica que luego le entregaron al FBI, según documentos judiciales.
Las autoridades españolas acusaron a Ahn y a otras nueve personas de ingresar a la embajada con un pretexto falso, armados con cuchillos, barras de hierro, machetes y pistolas de imitación. Luego, presuntamente golpearon y amenazaron a algunos miembros del personal de la embajada, les colocaron capuchas en la cabeza y les ataron las manos a la espalda antes de fugarse con las computadoras y los archivos digitales, según las autoridades españolas.
Ahn regresó a California después del incidente y fue arrestado en Los Ángeles en abril de 2019. España busca su extradición por seis cargos penales, que conllevan una posible sentencia de prisión de más de 10 años.
El Departamento de Justicia está cumpliendo con la solicitud de extradición de España. En documentos judiciales, los abogados del Gobierno dijeron que existe causa probable para creer que Ahn cometió los delitos y que Estados Unidos está obligado a entregar a los fugitivos en las circunstancias definidas en su tratado de extradición con España.Ahn argumentó que ingresó a la embajada con los demás porque habían recibido noticias de que uno o más de sus residentes querían ayuda para desertar. Esas personas habían pedido a los miembros de Free Joseon que organizaran un secuestro para que sus familiares no sufrieran represalias en Corea del Norte, dijo Ahn en documentos judiciales.
Rosenbluth también expresó su simpatía por Ahn, quien sirvió en la Infantería de Marina durante seis años y no tenía antecedentes penales en el momento de la redada en la embajada.
“Nadie discute que ha dedicado una buena parte de su vida a ayudar a otros, incluso en nuestro ejército estadounidense”, escribió la jueza.
“Como se señaló, algunos han especulado que la CIA estaba detrás de la redada en la embajada. Uno puede imaginar muchas razones por las que, si eso fuera cierto, Estados Unidos no lo admitiría. Pero incluso asumiendo que Ahn estaba actuando bajo la dirección de su país y no simplemente para ayudar a aquellos atrapados en un imperio malvado, esa es solo otra razón por la cual ese mismo país no debería empujarlo a los brazos de Kim Jung-Un”, agregó.
La jueza también señaló que el FBI confirmó que Corea del Norte había pedido la ejecución de Ahn.
Entre las personas que testificaron en la audiencia de extradición de Ahn en mayo de 2021 se encontraba la madre de Otto Warmbier, un estudiante universitario de la Universidad de Virginia que murió después de ser encarcelado en Corea del Norte.
Cindy Warmbier explicó a la corte que el Departamento de Estado les dijo repetidamente a ella y a su esposo que su hijo estaría bien, “solo para que finalmente regresara en un estado vegetativo, para morir poco después”, escribió Rosenbluth.
“Sí, este y los otros ejemplos de la venganza insaciable de Corea del Norte son anecdóticos, pero debido a nuestras relaciones inexistentes con Corea del Norte, una vez más, una nación que hemos declarado patrocinador estatal del terrorismo, la limitada información anecdótica disponible tiene un peso desmesurado”, aseguró Rosenbluth.