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Una inusual "resolución histórica" refuerza a Xi Jinping para liderar China de por vida

En un país cada vez más autoritario, una reunión "muy, muy importante" del Partido Comunista abre el camino para una decisión con escasos precedentes en su historia.

Por Alexander Smith — NBC News

El presidente chino, Xi Jinping, quiere dominar el futuro de su país. Para ello, está dando un nuevo giro a su pasado.

El Partido Comunista adoptó este jueves una resolución histórica sobre su pasado y sus logros, según la agencia oficial de noticias Xinhua, situando a Xi junto a Mao Zedong y Deng Xiaoping como los únicos líderes que han presidido una resolución de este tipo en los 100 años de historia de esta formación autocrática.

Los expertos afirman que la “resolución histórica” allanará el camino para que Xi, de 68 años, se asegure un tercer mandato sin precedentes el año que viene y pueda gobernar China de por vida.

En la pantalla, el presidente chino, Xi Jinping, junto a una exposición que representan la lucha de los trabajadores médicos contra el coronavirus en el Museo del Partido Comunista de China en Pekín, el 11 de noviembre de 2021.
En la pantalla, el presidente chino, Xi Jinping, junto a una exposición que representan la lucha de los trabajadores médicos contra el coronavirus en el Museo del Partido Comunista de China en Pekín, el 11 de noviembre de 2021.Carlos Garcia Rawlins / REUTERS

La decisión se produjo al final del sexto pleno del Comité Central del partido, un grupo mayoritariamente masculino de más de 300 líderes. Es la última reunión importante antes del congreso del partido del año que viene, en el que se decidirá el futuro de Xi.

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Es el tercer líder al que se le adopta una resolución histórica durante su presidencia, después de Mao y Deng.

La filosofía política de Xi —llamada “Pensamiento Xi Jinping”— ya se está entretejiendo en la sociedad china, y se añadió a los libros de texto educativos desde la primaria hasta la universidad. La resolución histórica afianzará aún más su liderazgo personal como característica definitoria de la política china durante años y posiblemente décadas.

La resolución será el “intento de Xi de consolidar aún más su poder y definir su legado histórico en la historia del partido”, aseguró Jinghan Zeng, profesor de estudios internacionales en la Universidad de Lancaster, en Reino Unido, antes del pleno.

En las semanas previas a la reunión, los medios de comunicación estatales elogiaron a Xi de forma más efusiva de lo habitual. Un comentario en el Diario del Pueblo, el periódico insignia del partido, calificó el liderazgo como la “condición más crítica de cara a las grandes coyunturas y pruebas históricas”.

Salvaguardar la “posición central” de Xi y la autoridad general del partido, decía, eran “las garantías fundamentales para obtener nuevas victorias” en el impulso de modernización de China.

Mao Zedong saluda al Ejército de la "Revolución Cultural" en la plaza de Tiananmen de Pekín el 18 de agosto de 1966.
Mao Zedong saluda al Ejército de la "Revolución Cultural" en la plaza de Tiananmen de Pekín el 18 de agosto de 1966.Hulton Deutsch / Corbis vía Getty Images

Tanto Mao como Deng utilizaron sus resoluciones históricas para criticar lo que había sucedido antes: Mao, en 1945, afirmando su dominio como gobernante en el nacimiento de la China comunista, y Deng, en 1981, criticando cuidadosamente los errores de Mao y allanando el camino para una mayor liberalización económica.

Pero se espera que la resolución de Xi sea más bien un elogio de lo que los medios de comunicación estatales chinos han llamado “los principales logros y experiencias históricas” de los 100 años de régimen, y por extensión de la última década con él al mando.

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Eso incluye la era de Mao, que Xi ha defendido anteriormente a pesar de los millones de personas que murieron de hambre en el Gran Salto Adelante, el desastroso intento de Mao a finales de los años 50 y principios de los 60 de industrializar rápidamente la sociedad china, y las brutales purgas de la Revolución Cultural de 1966 a 1976.

Junto con Mao y Deng, Xi ya se ha posicionado entre los líderes más poderosos de la historia china post-revolucionaria. La eliminación del límite de dos mandatos para los presidentes en 2018 le ha permitido permanecer en el cargo indefinidamente.

Campesinos chinos en una granja comunal en la década de 1950.
Campesinos chinos en una granja comunal en la década de 1950. Universal Images Group vía Getty Images

Si eso ocurre realmente se decidirá el año que viene en el congreso del partido, un evento que se celebra dos veces al año y en el que se nombran los principales líderes de China. Entre esas reuniones, el partido celebra siete plenos, cada uno con su propio tema.

En teoría, estas sesiones son una oportunidad para que el Comité Permanente del Politburó, el órgano más poderoso del partido, proponga nuevas políticas para su revisión. En realidad, en la era del hombre fuerte Xi, permiten al presidente “afirmar su dominio” mientras solo crean “la ilusión pública de un Gobierno colectivo”, según un informe del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, un think tank con sede en Washington.

“Los sextos plenos no suelen ser necesariamente las reuniones anuales más importantes del Partido Comunista”, señaló Steve Tsang, director del Instituto de China en la Universidad SOAS de Londres. “Pero éste es muy, muy importante”, agregó.

“Lo único que puede detener a Xi ahora es la resistencia interna en las altas esferas del partido, si tropieza o comete algún otro gran error”, precisó.

Xi Jinping dirigió los eventos que marcaron el 110 aniversario de la Revolución de 1911 en Beijing a principios de este año.
Xi Jinping dirigió los eventos que marcaron el 110 aniversario de la Revolución de 1911 en Beijing a principios de este año.Agencia de Noticias Xinhua a través de Getty Image

Estos planes llegan en medio del creciente poder de China a nivel internacional. El país se convertirá en la mayor economía del mundo en una década. Su consumo de carbón determinará la lucha mundial contra el cambio climático. Y sigue enfrentado a Estados Unidos en disputas que van desde el comercio y la propiedad intelectual hasta los derechos humanos y el estatus de Taiwán.

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Y con Xi al frente, China se ha vuelto cada vez más autoritaria, según el índice anual de clasificación de The Economist Intelligence Unit. 

Ya ha empezado a pasar la página de un nuevo capítulo de la historia china, en el que “el objetivo es crear una ‘gran nación socialista moderna’, como ha articulado Xi, para 2035”, dijo en una presentación en línea el mes pasado Andrew Polk, asociado principal del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.

Mientras que Deng se opuso al culto a la personalidad de Mao, Xi ha acumulado más poder personal que cualquier otra persona desde el fundador del país.

Bajo su mandato, decenas de miles de funcionarios —incluidos los rivales políticos de Xi— han sido investigados por presunta corrupción, el Ejército chino se ha revisado y modernizado drásticamente, y el país se ha alejado de la fabricación de gama baja y se está convirtiendo en una potencia tecnológica.

El entonces líder chino Deng Xiaoping lleva un sombrero de vaquero que le regalaron sus anfitriones mientras asistía a un rodeo durante su visita de Estado a Estados Unidos en 1979.
El entonces líder chino Deng Xiaoping lleva un sombrero de vaquero que le regalaron sus anfitriones mientras asistía a un rodeo durante su visita de Estado a Estados Unidos en 1979.Dirck Halstead / Getty Images

En los últimos meses, Xi ha renunciado a la doctrina del crecimiento a toda costa de sus predecesores y se ha centrado en el lema de la “prosperidad común”, persiguiendo a los gigantes tecnológicos y a los superricos de China con la promesa de una mayor distribución de los ingresos.

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No se trata de que “Xi Jinping sea un liberal de corazón sangrante”, añadió Polk. “Su pensamiento es que un país fuerte no tiene una gran desigualdad económica, porque eso conduce a divisiones en la población”.