Por Corky Siemaszko - NBC News
El COVID-19 se ha infiltrado en la Villa Olímpica de Tokio.
Un día después de que el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, insistiera en que no había "ningún riesgo" de que los atletas infectaran a nadie fuera de la sección sellada de Tokio, el jefe del comité organizador confirmó el sábado que una persona que se alojaba allí dio positivo en la prueba de la enfermedad.
La presidenta de Tokio 2020, Seiko Hashimoto, dijo en una conferencia de prensa que la persona infectada no era un atleta, sino alguien que participa en la organización de los juegos. No quiso identificar la nacionalidad del individuo, pero reconoció que la revelación no tranquilizará a sus nerviosos compatriotas.
"Entiendo que todavía hay muchos factores preocupantes", dijo Hashimoto. "Los organizadores deben intentar que la gente entienda que estos juegos son seguros", agregó.
"No estamos escatimando esfuerzos", añadió.
Con unas encuestas que muestran que muchos japoneses se oponen a la celebración de la competición deportiva en medio de una pandemia, "seguro y protegido" se ha convertido en el mantra del Gobierno japonés y de los funcionarios del COI que se esfuerzan por asegurar al país que la repentina afluencia de atletas y visitantes del extranjero no convertirá los juegos en un evento superpropagador.
La mayoría de los 11,000 atletas que compiten en los juegos, que comienzan el 23 de julio y terminan el 8 de agosto, se alojarán en la zona costera de 109 acres.
La mayoría de ellos todavía están de camino a Japón, pero ya unas 40 personas vinculadas a los Juegos —tanto japoneses como extranjeros— han dado positivo en la prueba de COVID-19, según han declarado los funcionarios olímpicos.

El alarmante aumento de nuevos casos de coronavirus hizo que el primer ministro, Yoshihide Suga, anunciara la semana pasada el estado de emergencia en Tokio. En consecuencia, no habrá aficionados que animen a los atletas y los actos olímpicos más emblemáticos, como las ceremonias de apertura y clausura, carecerán probablemente de la pompa y el boato de los juegos anteriores.
Mientras tanto, el equipo olímpico ugandés estaba recibiendo la atención internacional por todas las razones equivocadas.
Dos miembros de la delegación olímpica de Uganda, un atleta de 20 años y un entrenador de 50, se convirtieron en los primeros competidores que dieron positivo en la prueba el mes pasado al llegar a Tokio y se les prohibió seguir adelante.
Quizá lo más vergonzoso tanto para Uganda como para los funcionarios de aduanas japoneses encargados de impedir la propagación de la pandemia, es que al resto del equipo se le permitió viajar a su campo de entrenamiento cerca de la ciudad de Osaka, a pesar de haber estado en estrecho contacto con sus compañeros infectados.
Luego, el viernes, un levantador de pesas ugandés de 20 años llamado Julius Ssekitoleko, que no había conseguido una plaza en el equipo, fue dado por desaparecido tras no presentarse a una prueba de COVID-19 en el campo de entrenamiento, situado cerca de Osaka, en Izumisano.
"Todavía están buscando a este atleta", dijo Hashimoto el sábado.
Preguntado sobre si los días de Ssekitoleko como aspirante a los Juegos Olímpicos han terminado, Hashimoto dijo: "No he recibido ningún informe de que nadie lo haya encontrado, pero a menos que escuchemos su explicación, es difícil para nosotros decidir qué acción tomar".

Beatrice Ayikoru, que encabeza la delegación ugandesa, dijo que Ssekitoleko y su entrenador debían regresar a Uganda el martes. Según ella, él dejó una nota diciendo que quería quedarse en Japón y encontrar trabajo.
Pero durante las reuniones del equipo en Uganda y en Japón, Ayikoru dijo a The Japan Times que se insistió repetidamente en "la necesidad de respetar las normas de inmigración de Japón y no optar por abandonar el campamento sin autorización".
Uganda lleva compitiendo en los Juegos Olímpicos desde 1956 y ha ganado un total de siete medallas: dos de oro, tres de plata y dos de bronce.
Cuatro de las medallas que ha ganado Uganda fueron de boxeo. Las otras fueron de atletismo. Y la última vez que un ugandés ganó una medalla fue en los Juegos Olímpicos de 2012 en Londres, cuando el fondista Stephen Kiprotich ganó el maratón y la medalla de oro.