La agencia espacial rusa, Roscosmos, indicó el viernes que ha desplegado un sistema de misiles balísticos intercontinentales que el líder ruso, Vladimir Putin, dijo que haría que sus enemigos "se lo pensaran dos veces". El director de Roscosmos, Yuri Borisov, afirmó que los misiles Sarmat están en servicio de combate, según agencias de noticias rusas que no aportaron más detalles. Los Sarmat forman parte del nuevo arsenal anunciado por Putin en 2018; se lanzan desde silos, pueden transportar 10 cabezas nucleares, y deben reemplazar a los misiles balísticos intercontinentales R-36, que la Alianza Atlántica (OTAN) conoce por su nombre de guerra: Satán.
Los Sarmat (o Satan 2) pueden ser lanzados rápidamente, lo que deja poco tiempo para que los sistemas de vigilancia los puedan rastrear. En 2022, dos meses antes de invadir Ucrania, Putin dijo que estos misiles "protegerán de forma fiable la seguridad de Rusia de amenazas externas y harán que quienes, al calor de una retórica agresiva, intenten amenazar a nuestro país se le piensen dos veces".
Años antes, en 2018, cuando presentó este nuevo arma nuclear, Putin dijo que el alcance del Sarmat era "prácticamente ilimitado” y convertía en "inútil" el escudo antimisiles de Estados Unidos. "Nadie en el mundo tiene algo igual, por ahora. ¡es algo fantástico!”, afirmó.
Durante su discurso sobre el estado de la nación, Putin acompañó sus palabras con vídeos proyectados en una pantalla gigante con infografías de la trayectoria del misil sobrevolando territorio estadounidense e imágenes de ensayos. “Insisto, ningún país en el mundo tiene, a día de hoy, las armas que tenemos nosotros”, dijo, y agregó que a partir de entonces el sistema antimisiles de Estados Unidos no tendría "ningún sentido”.
"Antes de que tuviéramos los nuevos sistemas de armamento, nadie nos escuchaba. ¡Escuchadnos ahora!”, dijo el líder ruso, que agregó también que sus país disponía ya de armas láser e hipersónicas.
Corea del Norte prueba sus misiles de crucero
Corea del Norte, por su parte, lanzó el sábado por la mañana al mar varios misiles de crucero, según informó en un comunicado la Junta del Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur, en respuesta a las maniobras militares conjuntas de su vecino con Estados Unidos.
Estos ejercicios militares, que duraron 11 días y concluyeron hace dos, son rechazado por el régimen norcoreano como un ensayo para una invasión. Estados Unidos y Corea del Sur indican sin embargo que se tratan de maniobras de carácter defensivo.
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Un día antes de que acabaran, Corea del Norte lanzó dos misiles balísticos de corto alcanza al mar en un intento, dijo, de simular un ataque nuclear "de tierra quemada" contra Corea del Sur. Afirmó además que estaba llevando a cabo un ejercicio para similar una ocupación del país vecino en caso de conflicto.
El 21 de agosto, el día en el que empezaron las maniobras de Estados Unidos y Corea del Sur, la prensa estatal norcoreana dijo que su líder, Kim Jong Un, había observado el lanzamiento de los misiles de crucero. Tres días después fracasó el segundo intento de poner en órbita un misil espía nuclear, pero Corea del Norte dijo que lo intentará de nuevo en octubre.
Desde el inicio de 2022 Corea del Norte ha llevado a cabo más de un centenar de pruebas armamentísticas, muchas de las cuales fueron lanzamientos de misiles balísticos pese a la prohibición del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Las pruebas de misiles de crucero no están prohibidas por la ONU, pero suponen una amenaza para los países vecinos porque están diseñados para volar a baja altitud y no ser detectados por los radares. Analistas militares indican que su función principal sería atacar barcos y portaaviones estadounidenses en caso de guerra.
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Expertos internacionales indican que Corea del Norte ha usado las maniobras militares de Estados Unidos y Corea del Sur como pretexto para expandir su arsenal nuclear y de misiles y ganar así poder en una posible negociación diplomática.