Por Kathy Gannon y Ellen Knickmeyer - The Associated Press
Una rama del grupo terrorista Estado Islámico en Afganistán se ha atribuido los ataques terroristas de este jueves en Kabul que se han cobrado la vida de 12 soldados estadounidenses y más de 60 afganos, y han provocado al menos 143 heridos, entre ellos varios militares.
Las autoridades estadounidenses creen que la explosión a las puertas del aeropuerto se produjo después de que un terrorista de este grupo lograra evadir los puntos de control de las milicias talibanes, que controlan la capital, camuflándose entre las multitudes de afganos que esperan ser evacuados afuera del perímetro controlado por Estados Unidos y sus aliados.
El grupo conocido como Estado Islámico Khorasan se ha afianzado en Afganistán en los últimos seis años, convirtiéndose en una amenaza global. Las autoridades estadounidenses advierten que podrían volver a atacar, mientras continúan los esfuerzos para evacuar a ciudadanos estadounidenses, aliados de la coalición internacional y civiles afganos.
¿Qué es el Estado Islámico Khorasan?
La filial del Estado Islámico en Asia Central surgió meses después de que los combatientes del grupo terrorista en Medio Oriente conquistaran grandes porciones de territorio en Siria e Irak, donde proclamaron un califato o imperio islámico en el verano de 2014.
Una coalición internacional luchó durante más de cinco años en Irak y Siria para expulsar al Estado Islámico.
La rama del grupo terrorista en Afganistán tomó su nombre de la provincia de Khorasan, una región que cubría gran parte de Afganistán, Irán y Asia central en la Edad Media.
El grupo también se conoce como ISK o ISIS-K (por sus siglas en inglés).
¿Quiénes son los combatientes de este grupo?
El grupo se formó con cientos de talibanes de Pakistán, que terminaron refugiándose en Afganistán tras una serie de operaciones militares que los expulsaron de su país de origen. Otros extremistas con ideas afines se les unieron allí, entre ellos, talibanes descontentos con lo que percibían como demasiada moderación por parte de sus líderes y con las conversaciones de paz con Estados Unidos.
También ha atraído a un grupo significativo del Movimiento Islámico de Uzbekistán, un país vecino; combatientes de la única provincia de mayoría musulmana sunita de Irán; y miembros del Partido Islámico de Turkestán, integrado por uigures del noreste de China.
Muchos se sintieron atraídos por la ideología extrema y violenta del Estado Islámico, incluidas las promesas de un califato para unificar al mundo islámico, un objetivo nunca adoptado por los talibanes.
¿Qué los convierte en una gran amenaza?
Mientras que los talibanes han limitado su lucha a Afganistán, el Estado Islámico Khorasan ha abrazado el llamado a una guerra santa o jihad mundial contra los no musulmanes.
El Centro de Estudios Internacionales y Estratégicos ha registrado decenas de ataques de los combatientes del Estado Islámico en contra de civiles en Afganistán y Pakistán, incluidos los musulmanes chiítas minoritarios, así como cientos de enfrentamientos con las fuerzas de la coalición lideradas por Afganistán, Pakistán y Estados Unidos desde enero de 2017.
Aunque el grupo aún no ha llevado a cabo ataques en suelo estadounidense, el Gobierno de Joe Biden los considera una amenaza crítica para el país y para sus aliados en el centro y sur de Asia.
¿Cuál es su relación con el talibán?
Son enemigos. Si bien los funcionarios de inteligencia creen que los combatientes de Al Qaeda están integrados entre los talibanes, los talibanes, por el contrario, han emprendido importantes ofensivas coordinadas contra el grupo Estado Islámico en Afganistán. En ocasiones, los insurgentes talibanes se unieron a las fuerzas gubernamentales afganas respaldadas por Estados Unidos y a sus propios enemigos estadounidenses para derrotar al Estado Islámico en partes del noreste de Afganistán.
Un funcionario del Departamento de Defensa, que habló con la agencia The Associated Press bajo condición de anonimato porque estaba trabajando de manera encubierta, afirmó que la Administración Trump había buscado un acuerdo con los talibanes en 2020 para retirarse del país, en parte porque tenía la esperanza de unir fuerzas con ellos para combatir al Estado Islámico. Veían a ese grupo como la verdadera amenaza a Estados Unidos.