Luz Raquel Padilla Gutiérrez, una madre de 35 años de un niño con autismo, murió este martes, tres días después de haber sido atacada y prendida fuego en un parque de un pueblo mexicano en Jalisco.
La mujer denunció hace dos meses que estaba siendo amenazada de muerte, con grafitis en las paredes de su casa, y que un vecino la echó cloroformo. “Tengo miedo por mi vida y la de mi familia”, dijo.
Padilla solicitó a las autoridades locales ser incluida en un programa de protección, pero denegaron su solicitud.
El ataque que terminó con su vida ocurrió el sábado 16 de julio a las 8.20 de la tarde (hora local) cerca de su hogar, en un parque vecinal en la colonia Arcos de Zapopan. Según relataron vecinos y testigos, la agredieron cuatro hombres y una mujer, que se dieron a la fuga.
Sufrió quemaduras en el 90% de su cuerpo y fue internada primero en un centro sanitario local y luego en un hospital, donde murió el martes en la noche.
La información preliminar de la policía municipal indica que estuvo discutiendo con uno de los hombres minutos antes del ataque, según reportó el medio digital Animal Político.
Hasta ahora no se conoce que se haya producido ningún arresto.
“En Zapopan no toleramos y condenamos la violencia contra las mujeres”, dijo el presidente municipal, Juan José Frangie.
“Hasta cuándo voy a vivir con miedo”
En su cuenta de la red social TikTok, la mujer había denunciado las amenazas que estaba recibiendo en los muros de su domicilio: “Si algún día desaparezco, que quede el antecedente que pedí ayuda y NADIE ME PROTEGIÓ”.
Padilla formaba parte del colectivo Yo Cuido México, que busca combatir las desigualdades y retos que viven las personas, en su mayoría mujeres, que cuidan a familiares con necesidades de cuidados intensos, extensos y especializados por una discapacidad, enfermedad poco frecuentes o crónica, o por el paso de los años.
El colectivo ha dado a conocer que la mujer recibió constantes amenazas de muerte contra ella y su hijo de 11 años de personas que se quejaban de los ruidos que hacía cuando tenía una crisis médica.
Dos meses antes del ataque, el 16 de mayo, Padilla denunció que un hombre le había lanzado cloro industrial, hiriéndola en su tórax y pecho. Decidió pedir que se la incluyera en el programa Pulso de Vida, con el que se entrega un dispositivo con geolocalización para pedir ayuda de la policía. Pero esa solicitud fue denegada.
Decidió entonces hacer público lo que le estaba pasando: “Tengo miedo por mi vida y la de mi familia”, dijo en una publicación en Twitter del 17 de mayo. Incluyó fotografías de las amenazas.
Compartió también imágenes de su vecino pidiendo ayuda, pero no tuvo éxito. “Hasta cuándo voy a tener que vivir con miedo de que me pueda pasar algo y a mi familia, mi agresor sigue campante por la ciudad con el peligro de seguir haciendo daño”, escribió.
Un día antes del fatal ataque dio a conocer que seguían las quejas de sus vecinos. “Como es posible que a un menor con autismo y epilepsia por tener una o varias crisis por patear y pegar en paredes mi vecina le mande una patrulla”, dijo en la red social Twitter.
No es la única que ha recibido amenazas, avisan
Hasta el momento, ni la policía municipal de Zapopan ni la Fiscalía de Jalisco han reportado detenidos por los hechos. “Con mucha pena y dolor recibí la lamentable noticia del fallecimiento de Luz Raquel, a quien le arrebataron la vida tras ser una víctima de un cobarde ataque contra su persona”, indicó el martes el presidente del municipio, Juan José Frangie.
“Refrendo mi compromiso de trabajar con todo a mi alcance para lograr una ciudad libre, tranquila y segura para todas”, aseguró.
El caso de esta joven no es único, enfatizaron sin embargo organizaciones civiles, y queda mucho trabajo por hacer para proteger a las personas en peligro de violencia. “Luz Raquel no es la única madre y cuidadora que ha recibido amenazas asociadas a la discriminación e ignorancia que se manifiestan en contra de personas con discapacidad”, lamentó el colectivo Yo Cuido México.