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Pelé, el ‘Rey del fútbol’, muere a los 82 años en Brasil tras un mes hospitalizado por complicaciones con cáncer de colon

Considerado por la FIFA como el mejor jugador del siglo XX, el astro brasileño fue diagnosticado con la enfermedad en 2021 y sometido a tratamientos, pero tuvo que pasar esta Navidad hospitalizado tras debilitarse por falla renal y cardíaca.

Pelé, el mayor astro deportivo de Brasil y uno de los más grandes de la historia, falleció este jueves a los 82 años tras un mes hospitalizado en estado grave por complicaciones con el cáncer de colon, enfermedad que le diagnosticaron en 2021 y por la que fue operado y recibió tratamiento de quimioterapia.

La muerte fue confirmada por su agente, Joe Fraga y El Hospital Israelita Albert Einstein, donde se encontraba internado Pelé. La causa de muerte fue descrita como "la falla múltiple de órganos, resultado del avance del cáncer de colon", según un comunicado del centro médico.

"Todo lo que somos es gracias a ti. Te amamos infinitamente. Descansa en paz", escribió en la red social Instagram Kely do Nascimento, hija del astro del fútbol, acompañando de una fotografía con las manos de sus familiares entrelazadas, quienes pasaron Navidad con él.

"Inspiración y amor marcaron la jornada del 'Rey Pelé', quien falleció pacificamente este día. Amor, amor y amor, para siempre", escribió la cuenta de Twitter de la celebridad.

La salud del mejor jugador de fútbol del siglo XX, según la FIFA, se había deteriorado en las últimas semanas; pasó Navidad hospitalizado en Brasil luego de un reporte médico que indicó que el cáncer había progresado, causándole disfunción renal y cardíaca.

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Leyenda del balompié, el brasileño elevó a su país a los altares del fútbol por su estilo de juego atrevido y su apabullante mentalidad ganadora.

No en vano, la Canarinha es la selección más laureada de todos los tiempos, éxitos que fueron cimentados gracias a los hitos de un Pelé sin el que no se entiende la esencia del propio juego. Porque hablar de fútbol es hablar de O Rei, como se le apodaba. Y hablar de Pelé siempre será hablar de fútbol.

Maestro de la gambeta, prácticamente ambidiestro, imparable en velocidad, con un físico portentoso y letal de cabeza, Pelé fue un adelantado a su tiempo. En la retina quedan goles inolvidables como aquel en la final de México-70 ante Italia, en el que se elevó tras un centro de Roberto Rivelino, pareció flotar en el aire durante unos segundos y abrió el marcador con la cabeza en el triunfo 4-1 ante la poderosa Italia. 

Héroe nacional y leyenda mundial, el genial atacante llevó a Brasil a la gloria gracias a un estilo que influenció a otros mitos contemporáneos del fútbol brasileño como Romario, Ronaldo o Neymar. Su huella fue tan profunda que el deporte no puede entenderse sin él.  

Pele
Pelé festeja la coronación de Brasil en el Mundial de 1970 en el Estadio Azteca de Ciudad de México, tras una victoria sobre Italia.AP, archivo

Una figura histórica del deporte del siglo XX

Atrás queda un legado estratosférico de un delantero sin igual: único jugador en ganar tres Mundiales (1958, 1962 y 1970), campeón del mundo más joven (17 años), más de 1,200 goles anotados y récord de tantos marcados en un mismo partido (8 de los 11 que el Santos logró frente al Botafogo en 1964), entre otras estadísticas.

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Pelé nació el 23 de octubre de 1940 en el seno de una familia humilde en Três Corações, en el estado brasileño de Minais Gerais, una región donde predomina históricamente la actividad minera. Su padre, João Ramos do Nascimento, Dondinho, fue el precursor de su carrera al destacar como jugador del Fluminense y del Atlético Mineiro, aunque con menos fortuna ya que una lesión lo apartó de las canchas para siempre. 

El Maracanazo, la sonada derrota de Brasil ante Uruguay por 1-2 en 1950, supuso un punto de inflexión para ambos y marcó el futuro del joven Pelé. “Vi a mi padre llorando. Le dije: ‘Ganaré la Copa del Mundo por ti, no llores”, contó en una entrevista.

Por entonces Pelé, a quien todos llamaban Dico, ya mostraba su talento con el balón. Jugaba en las filas inferiores del Baquinho, el equipo en el que también militó su padre, y pronto dio el salto al Santos de Sao Paulo, la escuadra donde desarrolló casi toda su carrera, impulsado por el entrenador Waldemar de Brito, otro histórico del fútbol brasileño que comprendió las excepcionales cualidades que tenía Pelé.

En la cúspide con 17 años

Todavía no había cumplido los 16 años cuando debutó oficialmente con el primer equipo en septiembre de 1956. Sin miedo al éxito y ávido por brillar, el inicio de su carrera fue un baño de goles, victorias y logros, convirtiéndose automáticamente en el nuevo ídolo de la afición. Se hablaba tanto de él que el director técnico Vicente Feloa no tardó en convocarlo para que se uniera a la selección con miras al Mundial de Suecia-1958.

Su estreno en la competición fue turbulenta: todavía no había cumplido la mayoría de edad, arrastraba una lesión en una rodilla y fue acusado de quitarle el puesto a Luizinho, la estrella del Corinthians. Pero marcó seis goles, eclipsó a sus compañeros y revolucionó el torneo con su forma de jugar, logrando que Brasil se llevara el trofeo a casa.

Su nombre se convirtió en leyenda de golpe, aunque todavía tenía toda la vida por delante. Con el Santos lo conquistó todo: Brasileirao (liga brasileña), Copa Paulista, Copa Libertadores, Copa Intercontinental y Supercopa de Campeones Intercontinentales. En total marcó 643 goles. 

Con Brasil, su historia se convirtió en una leyenda atemporal. Reeditó el éxito de Suecia en Chile-1962, aunque una lesión le dejó en el banquillo gran parte del torneo, y en México-1970 llegó su consagración al convertirse en el único jugador con tres Mundiales. Desde entonces fue O Rei (el rey), un calificativo que nadie le ha podido quitar. 

Presintiendo cerca el fin de su carrera, Pelé optó en 1975 por jugar sus últimos años en el Cosmos de Nueva York a un ritmo diferente. Pese a ello, ganó la North American Soccer League (NASL) -ahora llamada Major League Soccer (MLS)- las tres temporadas que duró su aventura estadounidense y popularizó el fútbol en un país donde siempre han pesado más el fútbol americano, el béisbol y el baloncesto.

Aunque se retiró oficialmente en 1977, nunca se desligó del fútbol al convertir este deporte en una herramienta diplomática a través de la cual mejorar la vida de millones de personas. Su contribución fue recompensada siendo nombrado embajador de buena voluntad de la ONU, la Unesco y Unicef. Su andadura política alcanzó la cúspide como ministro de Deportes de su país entre 1994 y 1998, período durante el que impulsó la conocida Ley Pelé, que obliga a los clubes a cumplir con las leyes mercantiles del país, en un intento por terminar con la corrupción que rodea al fútbol brasileño.

Pelé también vivió con intensidad fuera de las canchas, con algún que otro episodio polémico avivado por la fama que le perseguía. Casado en dos ocasiones y padre de ocho hijos -dos de ellos extramatrimoniales-, mantuvo sonadas relaciones con la popular presentadora Xuxa, así como con las reinas de la belleza Miss Brasil 1986 y Miss Brasil 1989. Uno de sus mayores disgustos fue que su hijo mayor, Edinho, exportero del Santos, fuera condenado a 12 años de cárcel por blanqueo de capitales.

La salud de Pelé fue motivo de preocupación los últimos años. Arrastró problemas en la columna y en una rodilla, y sufrió una infección del tracto urinario. Además fue sometido a varias operaciones de cadera, cuya rehabilitación no hizo de forma correcta y terminó por afectar su movilidad al punto de tener que usar silla de ruedas. 

En septiembre de 2021 anunció que luchaba contra un cáncer de colon con un mensaje optimista: “Felizmente, estoy acostumbrado a festejar grandes victorias al lado de ustedes. Voy a encarar entonces un partido más con la sonrisa en el rostro, mucho optimismo y alegría por vivir rodeado del amor de mis familiares y amigos”.

La luz del mayor astro del fútbol mundial terminó apagándose este jueves, al no superar la enfermedad.