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López Obrador logra vender el avión presidencial después de cuatro años: a quién, por cuánto y qué hará con el dinero

El presidente de México cerró la venta de la aeronave a un Gobierno extranjero. La transacción era una de sus promesas de campaña, basada en gran medida en la austeridad. "No lo tiene ni Obama ni Trump", dijo en una ocasión.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, informó este jueves en la noche en la red social Twitter que su Gobierno finalmente concretó la venta del avión presidencial por 1,659 millones de pesos mexicano (unos 92 millones de dólares) al Gobierno de Tayikistán, una exrepública soviética de Asia Central.

En su mensaje, el mandatario aseguró que el dinero irá al denominado Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado, una institución cuya misión es "administrar y dar destino con una perspectiva de justicia social, austeridad republicana a los bienes, activos y empresas improductivas para el Estado".

López Obrador detalló que el dinero de la venta del Boeing 787-8 se invertirá "en dos hospitales, en Tlapa, Guerrero y en Tuxtepec, Oaxaca, que serán construidos por los ingenieros militares", para ser inaugurados, dijo, antes de que termine su mandato, el 1 de octubre de 2024.

En octubre de 2022, López Obrador dijo que la Secretaría de la Defensa Nacional tenía planes para lanzar su propia aerolínea con una flotilla de al menos 10 aviones, entre ellos el presidencial, que fue comprado por el presidente Felipe Calderón, estrenado por su sucesor, Enrique Peña Nieto, y que el actual mandatario había tratado de vender sin éxito hasta ahora.

Por la aeronave, que tiene una capacidad para 80 personas, se pagó inicialmente 218 millones de dólares, de manera que se ha vendido por menos de la mitad de su valor original.

López Obrador siempre consideró la aeronave un gasto excesivo e innecesario. "No lo tiene ni Obama ni Trump", dijo en una ocasión el presidente, quien siempre estuvo decidido a venderlo para cumplir una de sus promesas de campaña. 

Hasta el anuncio de hoy, los planes para deshacerse del avión presidencial mexicano habían sido varios y todos infructuosos. El avión estuvo incluso en exhibición en California, a donde lo volaron con la esperanza de conseguir un comprador que luego no resultó.

El Boeing 787-8, en el Aeropuerto Internacional de Ciudad México, en diciembre de 2018.
El Boeing 787-8, en el Aeropuerto Internacional de Ciudad México, en diciembre de 2018. Getty Images

Durante una conferencia de prensa en enero de 2020, el presidente explicó que que una de las cinco maneras revisadas por el Gobierno para cerrar la venta estaba ofrecer seis millones de boletos a un precio de alrededor de 26 dólares [500 pesos mexicanos], cada uno en una rifa que sería organizada por la oficina nacional de lotería.

Entre los interesados en comprar el avión estuvieron tribus indígenas de Estados Unidos y el Gobierno de Argentina, indicó una nota de El País.

Se llegó hasta a hablar de alquilar la aeronave para bodas y fiestas de quince. "Si alguien se va a casar o tiene 15 años [...] o una empresa quiere dar un reconocimiento a sus trabajadores, lo renta para ir a Cancún, Los Cabos, se va a conservar, cómo está para que se conozca cómo es el avión presidencial, es una cosa muy impresionante, muy lujoso, de modo que es una experiencia. Para todo hay personas", afirmó en una ocasión López Obrador, citado por El País. 

Otra de las alternativas consideradas en ese momento para deshacerse de la aeronave era un trueque con el Gobierno estadounidense, obteniendo el valor del avión en especie: "El equivalente en equipos médicos —ambulancias, tomografías, equipos de rayos X—, todo lo que necesitamos en hospitales públicos", afirmó en esa ocasión.