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La princesa japonesa Mako se casa con un plebeyo por amor y renuncia a la realeza

Comparados con Harry y Meghan Markle, la pareja ha renunciado a una indemnización millonaria y ha decidido emigrar a Estados Unidos tras su enorme sufrimiento por la crisis.

Japón presenció este martes una boda imperial atípica. La princesa Mako, sobrina del emperador Naruhito e hija de su hermano menor, el príncipe heredero Fumihito, contrajo matrimonio con su prometido, el plebeyo Kei Komuro, pero sin fastuosas celebraciones ni ritos tradicionales nipones, y perdió así su condición real.

La pareja se limitó a inscribir su matrimonio en el registro civil y posteriormente dio una rueda de prensa en la que pidió disculpas antes cualquier inconveniente que hubiera podido causar.

Su historia de amor no tuvo un final de cuento de hadas.


"Amo a Mako", dijo Komuro, "y quiero pasar mi única vida con la persona que amo".
La princesa Mako de Japón y su ya esposo, Kei Komuro, durante la rueda de prensa posterior a su sencilla boda el 26 de octubre de 2021 en Tokio.Nicolas Datiche / AP

Tras anunciar su compromiso en septiembre de 2017, se vieron salpicados por la disputa económica que la madre de Komuro mantiene con su exnovio, quien le reclama unos 35,000 dólares.

La opinión pública rechazó al prometido de la princesa y la Casa Imperial japonesa acabó anunciando que la boda, prevista para noviembre de 2018, quedaba postergada.

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La polémica ha dañado la salud mental de la princesa, quien sufre desde hace tiempo un trastorno de estrés postraumático por sentirse "incapaz de escapar" de los ataques que recibió la pareja.

La princesa y su marido no han renunciado a su proyecto de vida en común, pero para cumplir su deseo Mako ha renunciado a muchas cosas: la principal, su familia.

La sobrina del emperador ha renunciado a los cerca de 1.3 millones de dólares que se otorgan como compensación a las mujeres de la realeza cuando pierden su estatus imperial.

Optó además por no usar el dinero de los contribuyentes para organizar las tradicionales celebraciones de boda, abandonar Japón y comenzar una nueva vida en Estados Unidos junto a su esposo.

"Para mí, Kei-san es una persona irremplazable. Nuestro matrimonio fue una elección necesaria para vivir acariciando nuestros corazones", declaró Mako durante la rueda de prensa.

“Amo a Mako”, dijo Komuro de su lado, “y quiero pasar mi única vida con la persona que amo”.

La dramática salida de la pareja de la vida real ha acaparado la atención de los medios de comunicación de Japón y de otros países, estableciendo comparaciones con la historia del príncipe Harry de Gran Bretaña y su esposa, Meghan Markle. 

Mako y Komuro, ambos de 30 años, se conocieron en 2012 cuando estudiaban en la Universidad Cristiana Internacional de Tokio.

En un comunicado, Fumihito, más conocido como el príncipe Akishino, dijo que aprobaba el "matrimonio sin precedentes" de su hija, en parte porque ella y Komuro "nunca habían vacilado" en sus planes a pesar de la oposición.

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Pero su historia también ha puesto el foco en la crisis de sucesión que sufre la monarquía japonesa. Con la ascensión al trono limitada a los hombres, la familia imperial se está quedando sin miembros.

El futuro de la corona recae así sobre los hombros del hermano de Mako, el príncipe Hisahito, de 15 años, único heredero de su generación. 

Con información de NBC News y The Associated Press