El dictador Kim Jong Un inició este domingo el viaje de regreso a Corea del Norte en su tren blindado tras una visita de seis días a Moscú centrada en la colaboración militar entre ambos países que terminó con un regalo del régimen ruso de Vladimir Putin: "Cinco drones kamikaze [como los que Rusia emplea en su guerra contra Ucrania] y un dron de reconocimiento Geran-25 de despegue vertical", según informó la agencia estatal rusa de noticias TASS.
Además, el gobernador de la región oriental rusa de Primorye (la única fronteriza con Corea del Norte) "le ofreció un set de blindaje antibalas" y "ropa especial indetectable a las cámaras térmicas". El traje antibalas "protege el pecho, hombros, garganta e ingles, y es mucho más ligero los otros conocidos", agregó la agencia rusa.
Kim Jong Un salió de la estación Artyom-Primorsky 1 en Primorye en dirección a la frontera (a unas 155 millas de distancia) este domingo, según TASS. Había llegado a esa región oriental el sábado a reunirse con el ministro de Defensa ruso, Sergey Shoigu, y "familiarizarse con los modernos aviones tácticos-operativos" de Rusia en la ciudad de Vladivostok. También "inspeccionó la fragata Shaposhnikov, los sistemas de misiles navales con uranio y otros armamentos rusos.
El dictador asistió a un espectáculo de morsas en un acuario ruso el domingo antes de partir de la estación de tren en Artyom al son de la canción patriótica rusa Adiós a Slavianka (escrita en 1912 y usada por los soldados rusos en la Primera y Segunda Guerra Mundial).
El encuentro de Kim y Putin causó preocupación en Estados Unidos y sus aliados ante la posibilidad de que el viaje del líder norcoreano (el primero que hace al extranjero en cuatro años, y el más largo desde que asumió el poder en 2011 al morir su padre, Kim Jong II) sirviera para reforzar la cooperación armamentística entre ambos países, enfrentados en conflictos con Occidente.
Durante su visita, Kim se reunió con Putin y visitó instalaciones militares y tecnológicas rusas, según informa la agencia de noticias The Associated Press, para subrayar la cooperación entre ambos países. Expertos y oficiales citados por la agencia creen que Corea del Norte podría facilitar a Rusia municiones para la guerra de Ucrania, y obtener en retorno tecnología para su programa nuclear.
Corea del Norte puede tener decenas de millones de proyectiles de artillería y cohetes basados en diseños soviéticos, que podrían reforzar a Rusia en Ucrania, dicen los analistas citados por la agencia, que recalcan en cualquier caso que estos viejos sistemas de artillería tienen fama de ser poco precisos. Según informes, Rusia y Ucrania (que recibe armamento de Estados Unidos y sus aliados) han estado disparando miles de proyectiles de artillería al día.
El Consejo de Seguridad de la ONU prohibió (con el respaldo de Rusia) a Corea del Norte exportar o importar armas, por lo que un presunto acuerdo podría ilustrar la desesperación de Putin, según los citados expertos, por reforzar su máquina de guerra en Ucrania.
"La cooperación militar entre Corea del Norte y Rusia es ilegal e injusta, pues contraviene las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y otras sanciones internacionales”, dijo este domingo el presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, en respuestas escritas el domingo a The Associated Press. "La comunidad internacional se unirá más estrechamente en respuesta a esa situación", agregó.
A cambio de suministrar armas convencionales a Rusia, los expertos citados por la agencia creen que Corea del Norte podría pedir ayuda económica y alimentos de ese país, pero también tecnologías para sus misiles, un submarino de propulsión nuclear y un satélite espía.