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Bolsonaro no reconoce su derrota electoral ante Lula pero apunta que permitirá la transición democrática de poder en Brasil

Luego de casi dos días de silencio y con protestas de sus simpatizantes en las calles del país, el mandatario saliente declaró desde el Palacio de la Alvorada que seguirá "cumpliendo todos los mandatos de la Constitución".

El presidente saliente de Brasil, Jair Bolsonaro, no reconoció este martes los resultados de las elecciones en la que fue derrotado por el expresidente Luis Inácio Lula da Silva, tras una reñida segunda vuelta celebrada este domingo. Sin embargo, apuntó que permitirá la transición democrática de poder en Brasil.

Luego de casi dos días de silencio y con protestas de sus simpatizantes en las calles del país, Bolsonaro declaró desde el Palacio de la Alvorada que seguirá “cumpliendo todos los mandatos de la Constitución”.

Bolsonaro, quien asumió el cargo en 2019, perdió la elección presidencial con un 49.1% de los apoyos frente al 50.9% que obtuvo Lula da Silva este domingo.

"Al contrario de lo que dicen mis adversarios, siempre jugué dentro de los límites de nuestra Constitución", dijo este martes a los periodistas en su primera alocución pública desde que perdió.

Aunque Bolsonaro no concedió explícitamente la derrota,  Ciro Nogueira, jefe de gabinete de su Gobierno, dijo a los periodistas que están a la espera de que se defina el equipo de transición de Lula para iniciar el relevo.

Jair Bolsonaro, presidente saliente de Brasil, habla durante una conferencia de prensa en el Palacio de la Alvorada en Brasilia, Brasil, el martes 1 de noviembre de 2022.
Jair Bolsonaro, presidente saliente de Brasil, habla durante una conferencia de prensa en el Palacio de la Alvorada en Brasilia, Brasil, el martes 1 de noviembre de 2022. Getty Images

Desde que se conocieron los resultados de los comicios presidenciales, muchos seguidores de Bolsonaro se lanzaron a las calles a protestar citando un supuesto fraude electoral. Los manifestantes han sido en gran medida camioneros que provocaron el bloqueo de unas 267 autopistas alrededor de Brasil.

La respuesta de la policía frente a las protestas ha causado indignación en las redes sociales, donde circulan videos de agentes diciendo que no frenarán a los manifestantes, de acuerdo a la cadena CNN.

En la rueda de prensa de este martes, Bolsonaro se refirió a las protestas y aseguró que las manifestaciones pacíficas "siempre serán bienvenidas".

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"Pero nuestros métodos no pueden ser los de la izquierda, que siempre han perjudicado a la población, como la invasión de la propiedad, la destrucción del patrimonio y la restricción del derecho a entrar y salir", dijo.

La elección del domingo es la más reñida desde el regreso de Brasil a la democracia en 1985 y marca la primera vez que Bolsonaro ha perdido unas elecciones en sus 34 años de carrera política, incluyendo siete carreras exitosas en la Cámara Baja del Congreso.

Bolsonaro ha sido descrito por los politólogos como un líder de ultraderecha. Durante su mandato, promulgó políticas en contra de la comunidad LGBTQ y negó la existencia del coronavirus.

En sus declaraciones, aseguró que como "presidente y ciudadano" seguirá defendiendo la "libertad religiosa, económica y de opinión".

"La derecha ha surgido realmente en nuestro país, nuestra sólida representación en el Congreso muestra la fuerza de nuestros valores, Dios, la patria, la familia y la libertad", agregó el presidente.

Lula, de 76 años, iniciará su mandato el 1 de enero de 2023, luego de gobernar Brasil entre 2003 y 2011.

Lula, quien gobernó por el Partido de los Trabajadores, tiene antecedentes judiciales que preocupan a sectores de la población.

Aunque su mandato ha sido reconocido por sacar a millones de la pobreza y promover a Brasil como una potencia económica, una amplia investigación como parte del caso Lava Jato le valió al político cargos de corrupción y lavado de dinero de los que fue hallado culpable.

Lula pasó nueve meses en prisión por esos cargos, pero en 2021 el Supremo Tribunal Federal revocó estas condenas al entender que no se le habían respetado sus derechos durante el proceso y que el juez no había sido imparcial y conspiró con la fiscalía.