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Jacinda Ardern anuncia por sorpresa su dimisión como primera ministra de Nueva Zelanda: "Tengo el depósito vacío"

Ardern, de 42 años, hizo el anuncio durante una reunión del Partido Laborista en la ciudad oriental de Napier: “No tengo suficiente energía para seguir con el trabajo. Es el momento”.

Por Jennifer Jett y Tim Stelloh - NBC News

La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, anunció el jueves que renunciará, diciendo que tiene el "depósito vacío" después de un primer mandato definido por su respuesta a una serie de crisis.

Ardern, de 42 años, se ha convertido en un icono progresista mundial desde su elección en 2017 y se ganó elogios por su manejo del peor tiroteo masivo de la nación y el comienzo de la pandemia de COVID-19. Pero sus índices de aprobación en su país se han desplomado, poniendo en peligro sus perspectivas de reelección e intensificando el vitriólico abuso que ha experimentado durante todo su tiempo en el cargo.

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“Un papel tan privilegiado conlleva responsabilidad: la de saber cuándo se es la persona adecuada para dirigir, y también cuándo no se es”, declaró Ardern en un anuncio por sorpresa en Napier, donde el Partido Laborista, de centro-izquierda, que gobierna, está celebrando un retiro electoral. “Sé lo que requiere este trabajo, y sé que ya no tengo [energía] suficiente en el tanque para hacerle justicia”.

Dijo que dimitiría como primera ministra a más tardar el 7 de febrero y que no se presentaría a la reelección parlamentaria este año.

Decisiones “de peso"

“Han sido los cinco años y medio más gratificantes de mi vida, pero también han tenido sus retos”, explicó Ardern a la prensa. “Entre una agenda centrada en la vivienda, la pobreza infantil y la crisis climática, nos hemos encontrado con una importante incursión de bioseguridad, un acontecimiento terrorista doméstico, un gran desastre natural, una pandemia mundial y una crisis económica", recordó.

“Las decisiones que ha habido que tomar han sido continuas y de peso”, afirmó.

Ardern, que era la dirigente más joven del mundo cuando asumió el cargo por primera vez, se ha enfrentado a una serie de retos, como el tiroteo masivo en dos mezquitas de Christchurch en el que murieron 51 personas, una erupción volcánica mortal, un brote de enfermedad del ganado y el coronavirus.

Ocho meses después de convertirse en primera ministra, Ardern se convirtió en la segunda dirigente electa en dar a luz durante su mandato, después de la paquistaní Benazir Bhutto.
Ocho meses después de convertirse en primera ministra, Ardern se convirtió en la segunda dirigente electa en dar a luz durante su mandato, después de la paquistaní Benazir Bhutto.Don Emmert / AFP via Getty Images

“Su reputación internacional se ha forjado, en muchos sentidos, haciendo frente a cosas que nadie hubiera querido”, explicó Grant Duncan, profesor asociado de la Universidad Massey de Auckland.

Ardern fue elogiada por su enfoque “cero-COVID-19” de la pandemia y la transición gestionada para abandonarla una vez que las vacunas estuvieron disponibles, lo que permitió que la vida en el país continuara en gran medida con normalidad al tiempo que se minimizaban las muertes. Fue una cara muy visible de la respuesta neozelandesa a la pandemia, instando al “equipo de cinco millones” de personas del país a enfrentarse juntos a la crisis en sesiones informativas públicas casi diarias. 

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“El COVID-19, en particular, separó a las ovejas de las cabras en lo que respecta al liderazgo en todo el mundo”, afirmó Duncan.

Aunque la estrategia de Ardern contra la pandemia ayudó a impulsar a su partido a una histórica victoria aplastante en 2020, también suscitó críticas por ser demasiado estricta, ya que en agosto de 2021 todo el país quedó bloqueado tras el descubrimiento de un único caso. Se está llevando a cabo una investigación oficial sobre la respuesta del Gobierno, y muchos de los críticos de derechas de Ardern aplaudieron el anuncio de su dimisión el jueves.

El Partido Laborista votará a un nuevo líder el domingo. Si esa persona recibe más de dos tercios del apoyo de la asamblea, dijo Ardern, dimitirá poco después y el nuevo líder tomará posesión como primer ministro. En caso contrario, la votación se someterá al conjunto de los miembros del partido.

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Ardern dijo que planea permanecer en el Parlamento hasta abril, evitando la necesidad de una votación anticipada en su electorado suburbano de Auckland. Más allá de eso, dijo que no tiene más planes que pasar tiempo con su familia.

Ardern se ganó la atención mundial por su respuesta al ataque a la mezquita de Christchurch en 2019.
Ardern se ganó la atención mundial por su respuesta al ataque a la mezquita de Christchurch en 2019.Lynn Grieveson - Newsroom / Getty Images

Ardern fue la segunda jefa de Gobierno electa del mundo en dar a luz mientras ocupaba el cargo, llevando a su hija de 3 meses, Neve, a la sala de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York en 2018. 

En sus declaraciones del jueves, Ardern dijo que Neve y su pareja, el presentador de televisión Clarke Gayford -cuya boda con Ardern fue aplazada por la pandemia- eran “los que más se han sacrificado de todos nosotros”.

“Por Neve: mamá está deseando estar ahí cuando empieces el colegio este año. Y a Clarke: casémonos por fin”, declaró.

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Ardern se había enfrentado a la perspectiva de una dura campaña en las próximas elecciones, que dijo el jueves que se celebrarían el 14 de octubre. Además de la percepción de un aumento de la delincuencia violenta, Nueva Zelanda se enfrenta a muchos de los mismos problemas que otros países, como la crisis de la vivienda, la desigualdad de ingresos y la creciente inflación.

Aunque las últimas encuestas sitúan a los laboristas por detrás del conservador Partido Nacional, Ardern dijo que eso no había afectado a su decisión.

“No me voy porque crea que no podemos ganar las elecciones, sino porque creo que podemos hacerlo y lo haremos, y necesitamos un nuevo par de hombros para ese desafío”, declaró.

Políticos neozelandeses y líderes de todo el mundo han rendido tributo a Ardern.

“Jacinda Ardern ha mostrado al mundo cómo liderar con inteligencia y fuerza”, afirmó en Twitter el primer ministro australiano, Anthony Albanese. “Ha demostrado que la empatía y la perspicacia son poderosas cualidades de liderazgo”, añadió.