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Estados Unidos envía una delegación a Venezuela en secreto para discutir un posible embargo del petróleo ruso

El mandatario venezolano confirmó la reunión con los diplomáticos estadounidenses, la cual calificó de “respetuosa y cordial” y aseguró que su país podría elevar su producción de crudo a más de 3 millones de barriles diarios “si hicieran falta para la estabilidad del mundo”.

Por Joshua Goodman - The Associated Press

MIAMI (AP) — Varios funcionarios estadounidenses viajaron en secreto a Venezuela este fin de semana en un intento por recomponer las relaciones diplomáticas con el principal aliado del presidente ruso, Vladimir Putin, en Latinoamérica, un país petrolero cuyo reingreso al mercado energético estadounidense podría mitigar las repercusiones económicas de un posible embargo al petróleo ruso.

“El sábado pasado llegó a Venezuela una delegación de Estados Unidos… tuvimos una reunión, respetuosa, cordial, muy diplomática”, declaró Maduro este viernes.

En una reunión con su Gabinete en la que habló sobre la invasión rusa de Ucrania, Maduro aseguró que Venezuela tenía la capacidad para elevar su producción de crudo a más de 3 millones de barriles diarios “si hicieran falta para la estabilidad del mundo”, en un aparente guiño a la diplomacia estadounidense.

La inesperada visita ocurre tras una labor de varios meses por parte de intermediarios —cabilderos estadounidenses, diplomáticos noruegos y ejecutivos de empresas petroleras— que le han pedido al presidente estadounidense, Joe Biden, reevaluar la campaña de “máxima presión” contra Maduro que heredó del Gobierno de Donald Trump.

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Pero la arriesgada idea de contactar a Maduro —quien se encuentra sujeto a sanciones económicas y ha sido acusado en Nueva York de narcotráfico— cobró inusitada urgencia a raíz de la invasión rusa de Ucrania, que amenaza con disparar los precios del petróleo. Legisladores estadounidenses, tanto republicanos como demócratas, han empezado a expresar su apoyo a la idea de prohibir las importaciones de petróleo y gas natural de Rusia como la siguiente sanción contra Putin por la invasión.


El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, durante una reunión con su Gabinete
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, durante una reunión con su Gabinete, el 7 de marzo de 2022.Prensa Presidencial vía Twitter

La delegación estadounidense estuvo encabezada por Juan González, director del Hemisferio Occidental para el Consejo de Seguridad Nacional, revelaron dos fuentes informadas sobre la visita, quienes pidieron permanecer anónimas. González estuvo acompañado por James Story, quien era embajador de Estados Unidos en Caracas cuando el Gobierno de Trump rompió relaciones con Maduro en 2019 y reconoció al líder opositor Juan Guaidó como el presidente legítimo del país.

Pero fue la presencia de otro funcionario del Departamento de Estado, Roger Carstens, enviado presidencial para asuntos de rehenes, lo que despertó esperanzas de que Maduro podría estar dispuesto a liberar prisioneros estadounidenses como gesto de buena voluntad hacia el Gobierno Biden.

Carstens había viajado a Caracas en diciembre y se había reunido, en la cárcel, con seis ejecutivos de Citgo, la empresa petrolera basada en Houston, el ex infante de Marina Matthew Heath y dos ex boinas verdes arrestados en conexión con un intento fallido de derrocar a Maduro lanzado desde la vecina Colombia.

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El Gobierno de Biden ha estado considerando recientemente la posibilidad de aliviar las sanciones contra Venezuela a cambio de un compromiso de parte de Maduro de regresar a un diálogo con la oposición, que se vio interrumpido el año pasado cuando un aliado del Gobierno venezolano fue extraditado a Estados Unidos bajo cargos de corrupción, según dijo una fuente estadounidense que pidió permanecer anónima.

Una alternativa es permitir que Chevron, la última empresa petrolera estadounidense que queda en Venezuela, aumente la producción o que reanude las exportaciones a refinerías de la zona del Golfo de México capaces de procesar el espeso crudo venezolano, indicó el funcionario. Debido a las sanciones estadounidenses, Chevron no puede realizar actividades en Venezuela a excepción del mantenimiento básico de pozos que opera en conjunto con PDVSA, la empresa petrolera venezolana.

Maduro no ha dado indicio de que esté dispuesto a abandonar a Putin en estos momentos. Habló por teléfono con el mandatario ruso la semana pasada en una muestra de apoyo y asistió a una concentración en Caracas donde el embajador ruso fue ovacionado por la militancia del partido socialista en el poder.

“Es un crimen lo que están haciendo contra el pueblo ruso, una guerra económica”, declaró Maduro durante el evento. “Los sacaron del sistema Swift, les cerraron el espacio aéreo, les cerraron todo los vínculos comerciales, les cerraron y les prohibieron el uso del dólar. Es una locura lo que están haciendo con Rusia”.

Sin embargo, las sanciones contra Rusia y el apoyo bipartidista en Estados Unidos a un embargo petrolero total representan una amenaza para la capacidad de Maduro de maniobrar políticamente como lo ha hecho hasta ahora.

Rusia ha emergido como el principal comprador de petróleo crudo venezolano luego de las sanciones estadounidenses. El año pasado, PDVSA le vendió a Rusia crudo por valor de 2.500 millones de dólares, según un experto de la industria que pidió permanecer anónimo. Ese es el equivalente aproximadamente de una cuarta parte de todas las reservas en divisa extranjera que tiene el país sudamericano.

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Si bien parte de esas ventas fueron usadas para cancelar deudas, más de 1,000 millones de dólares fueron transferidos de vuelta a Caracas para cubrir los costos operativos de PDVSA, dijo el experto en la industria petrolera. Como tiene congeladas sus propias cuentas en bancos estadounidenses y europeos, PDVSA recibe pagos por envíos petroleros mediante el banco ruso Promsvyazbank, una de las entidades sancionadas por el Gobierno de Biden debido a sus vínculos con las fuerzas militares rusas.

Pero no está claro si la flexibilización de las sanciones a Venezuela en verdad podría cambiar los precios de la gasolina. A pesar de tener las mayores reservas petroleras del mundo, la producción en Venezuela cayó el año pasado al nivel más bajo en casi un siglo. Si bien la producción comenzó a recuperarse a fines de 2021, los 755,000 barriles diarios que Venezuela dijo que produjo en enero, representa apenas una fracción de los más de 10 millones de barriles diarios producidos por Rusia el año pasado.