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El príncipe Harry y Meghan Markle cuentan en su serie de Netflix la batalla con la prensa y su familia: "Nadie conoce toda la verdad"

"En esta familia a veces, ya sabes, eres parte del problema en lugar de parte de la solución", dice Harry en el documental, "hay un enorme nivel de prejuicios inconscientes".

Por Danica Kirka y Jill Lawless - The Associated Press

La serie estrenada este jueves por Netflix sobre el príncipe británico Harry y su esposa, Meghan Markle, reaviva sus acusaciones contra los medios y, por extensión, contra la familia real, por el racismo que, en su opinión, ha determinado las opinones sobre su relación. El documento promete contar así “la historia completa” sobre el distanciamiento de la pareja de la familia real británica.

Basándose en entrevistas con la pareja y con sus amigos y expertos, los tres primeros episodios de la serie Harry y Meghan diseccionan la relación entre los periódicos sensacionalistas británico y la familia real, así como el historial de racismo del Imperio Británico y cómo éste sigue impregnando la sociedad de ese país. Pero no incluyen voces discrepantes ni la réplica de ninguna de las organizaciones mencionadas. El palacio de Buckingham declinó hacer comentarios.

El rey Carlos III fue preguntado el jueves en Londres si había visto la serie. No respondió.

“En esta familia a veces, ya sabes, eres parte del problema en lugar de parte de la solución”, dice Harry en uno de los episodios, que se estrenaron este jueves. Agrega: “Hay un enorme nivel de prejuicios inconscientes. Lo que ocurre con el sesgo inconsciente es que en realidad no es culpa de nadie. Pero una vez que se ha señalado, o identificado dentro de uno mismo, entonces hay que corregirlo”.

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El tratamiento de los medios británicos a Meghan Markñe —y lo que la pareja consideró falta de empatía de las instituciones reales por esa cobertura— fueron el núcleo de sus quejas cuando se alejaron de la vida real hace casi tres años y se mudaron al sur de California.

Promocionada con dos tráilers dramáticamente editados que insinuaban una “guerra contra Meghan”, la serie Harry & Meghan es el último intento hasta ahora de la pareja por contar su historia.

La serie se estrena en un momento crucial para la monarquía, cuando el rey Carlos III busca su lugar tras la muerte de Isabel II, cuya popularidad amortiguó las críticas a la corona durante sus 70 años de reinado. Carlos defiende que la Casa de Windsor puede ayudar a unir a una nación cada vez más diversa, y aprovechó los primeros días de su reinado para reunirse con muchos de los grupos étnicos y religiones que conforman el Reino Unido moderno.

La boda de Harry en 2018 con Megan Markle, una actriz californiana de padre blanco y madre afroamericana, fue interpretado entonces como un impulso al esfuerzo de la familia real por entrar en el siglo XXI, haciéndola más representativa de una nación multicultural.

Pero el cuento de hadas, que comenzó con una ceremonia repleta de estrellas en el castillo de Windsor, pronto se agrió con historias periodísticas de que Markle era egocéntrica y acosaba a su personal.

Netflix estrenó el jueves los tres primeros episodios, de una hora, y el 15 de diciembre lanzará otros tres. La serie incluye videodiarios grabados por la pareja —aparentemente con sus teléfonos— en marzo de 2020, en medio de la agria separación de la pareja de la familia real. Es “mi deber destapar la explotación y el soborno” que ocurre en los medios británicos, dice Harry en una grabación.

“Nadie conoce toda la verdad”, añade, “nosotros conocemos toda la verdad”.

El príncipe Harry y Meghan Markle.
Harry y Meghan Markle en Nueva York el 6 de diciembre.Fatih Aktas / Anadolu Agency vía Getty Images

La serie comienza contando la historia del noviazgo y el entusiasmo inicial con el que se acogió su relación en Reino Unido. Pero el tono cambia cuando Harry relata el intenso escrutinio mediático al que se enfrenta su esposa, recordándole el trato que recibió su madre, la princesa Diana, antes de morir en un accidente de auto en París.

“Ver a otra mujer a la que amaba pasar por ese frenesí es duro”, dice Harry, “es básicamente el cazador contra la presa”.

Harry y Meghan Markle dijeron que al principio intentaron seguir el consejo del Palacio de Buckingham de guardar silencio sobre la cobertura de la prensa, ya que otros miembros de la familia real dijeron que era un rito de paso por el que todos tenían que pasar.

Pero la pareja dijo que se sintió obligada a contar su historia porque había algo diferente en la forma en que Meghan fue tratada. "La diferencia aquí es el elemento racial”, aseguró Harry.

Ese prejuicio tiene profundas raíces en la historia de Imperio Británico, que se enriqueció explotando a esclavos negros y con la extracción de riquezas de las colonias de África, Asia y el Caribe, afirmó en el programa el historiador y escritor David Olusoga. Sólo tras la II Guerra Mundial un gran número de negros y asiáticos se trasladaron a Gran Bretaña, cambiando la fisonomía de la nación.

Esos cambios se reflejan en los medios de comunicación británicos. Mientras que las personas negras representan alrededor del 3.5% de la población británica, sólo son el 0.2% de periodistas, dijo Olusoga.

"Es una industria de blancos”, dijo, “así que la gente a la que se le ocurren estos titulares, lo están haciendo en una redacción que es casi enteramente blanca, y a ellos les toca decidir si algo ha cruzado la línea de ser racista”.

La raza se convirtió en un tema central para la monarquía tras la entrevista de la pareja con la periodista estadounidense Oprah Winfrey (que es negra) en marzo de 2021. Meghan Markle alegó que antes de que naciera su primer hijo, un miembro de la familia real comentó lo oscura que podría ser la piel del bebé.

El príncipe William, heredero al trono y hermano mayor de Harry, defendió a la familia real tras la entrevista: “No somos en absoluto una familia racista.”

Pero el Palacio de Buckingham se enfrentó a nuevas acusaciones de racismo la semana pasada, cuando una activista negra contra los abusos domésticos dijo que un alto cargo de la Casa Real la interrogó sobre sus orígenes en una recepción en el palacio.

La cobertura del asunto eclipsó la visita de William y su esposa a Boston, con la que el palacio esperaba destacar sus credenciales medioambientales. La atención de los medios también se desvió por la decisión de Netflix de lanzar el primer tráiler de la serie.

Sea lo que sea lo que finalmente revele la serie, los responsables del Palacio de Buckingham esperan desviar la tormenta presentando a William y su esposa como jóvenes miembros de la realeza con visión de futuro que abordan el cambio climático y la educación infantil, en contraste con Harry y Meghan Markle, a quienes los críticos describen como celebridades que venden su historia a los medios.

La radiotelevisión pública británica y el diario Daily Telegraph, uno de los periódicos británicos más influyentes, retomaron este tema en su cobertura del viaje de tres días de William y Kate a Boston, donde entregaron premios medioambientales, se reunieron con activistas contra la violencia y asistieron a un partido de baloncesto.

“Mientras Harry y Meghan seguían dibujándose como víctimas, rasgándose las vestiduras por lo injusto que es todo, el príncipe y la princesa simplemente seguían con su trabajo”, escribió el diario.