Un mes después de que un avión de pasajeros de la aerolínea China Eastern se estrellara en pleno vuelo, provocando la muerte de las 132 personas que iban a bordo, los investigadores aseguran que aún no han determinado la causa del siniestro.
Un informe emitido este miércoles por la Administración china de Aviación Civil indica que no ha encontrado anomalías en el avión, en su tripulación o en elementos externos como el mal tiempo.
El informe señala que los investigadores siguen intentando extraer datos de la caja negra con información del vuelo y de las grabaciones de voz de los pilotos, que fueron halladas en muy mal estado pero podrían dar información sobre la condición del avión y las acciones de la tripulación en los últimos minutos del vuelo.
"La investigación determinó que la tripulación de vuelo y de cabina, así como el personal de mantenimiento y autorización, cumplían los requisitos de cualificación", dice un apartado del informe publicado por el diario The New York Times.
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos está ayudando a descargar la información de la caja negra con datos de vuelo y de la grabadora de voz de la cabina, que están siendo analizadas por expertos en un laboratorio federal en Washington, D.C.
[Confirman que no hay sobrevivientes del avión que se estrelló en China con 132 personas a bordo]
El Boeing 737-800 de China Eastern se desplomó repentinamente en picado, pareció recuperarse brevemente y luego se estrelló contra el suelo en una zona montañosa el 21 de marzo.
La tripulación no informó de ningún problema antes de perder el contacto con el control del tráfico aéreo.
El accidente dejó un cráter de 65 pies (20 metros) de profundidad en la ladera de la montaña, desintegró el avión y provocó un incendio en el bosque circundante. Se encontraron más de 49,000 restos del aparato. Se necesitaron dos días para encontrar la grabadora de voz de la cabina y seis días para la grabadora de datos de vuelo, que estaba enterrada cinco pies (1.5 metros) bajo tierra.
El vuelo MU5735, con 123 pasajeros y nueve miembros de la tripulación, se dirigía desde la ciudad de Kunming, en el suroeste de China, a Guangzhou, capital de provincia y centro de fabricación de productos de exportación cerca de Hong Kong, en el sureste del país.
Además de analizar los datos del vuelo, los investigadores seguirán sometiendo los restos del avión a pruebas científicas en busca de pistas, según el citado informe.
China Eastern, una de las cuatro principales aerolíneas chinas, y sus filiales dejaron en tierra todos sus aviones Boeing 737-800, más de 200 aeronaves, tras el accidente, pero ya han vuelto al servicio.
La aerolínea dijo que la inmovilización era una precaución, no un signo de algún problema con los aviones, que están entre los más utilizados en todo el mundo.
Wu Shijie, funcionario de seguridad de la Administración de Aviación Civil de China, aseguró este mes que las medidas tomadas en las últimas semanas para atender la salud mental de los pilotos en las aerolíneas chinas no tienen relación con la cantidad de teorías alrededor de la causa del accidente, una de las cuales afirma que el piloto habría decidido suicidarse.