El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, confirmó este martes que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) tiene planes para lanzar su propia aerolínea con una flotilla de al menos 10 aviones, entre estos el Boeing 787-8 José María Morelos y Pavón que compró su antecesor, Enrique Peña Nieto, y que él trató sin éxito de vender al inicio de su sexenio,
"Es cierto, es cierto eso, ¿de ahí salió? Sí se está trabajando en eso", dijo el presidente durante su habitual rueda de prensa matutina, refiriéndose al hackeo del grupo de activistas Guacamaya que expuso más de siete terabytes de datos de correos electrónicos de las Fuerzas Armadas.
"Es la posibilidad de que se tenga un proyecto para contar con una línea aérea que maneje la misma empresa que va a tener a su cargo el tren maya y los aeropuertos Felipe Ángeles, el aeropuerto de Tulum", agregó AMLO, como se le apoda por las siglas de su nombre
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Según los documentos divulgados por el grupo de hacktivistas de Guacamaya, que también filtraron información sobre las Fuerzas Armadas de Chile y la Policía Nacional de El Salvador, el avión se otorgaría en alquiler a la empresa militar Olmeca-Maya-Mexica, que ya administra el Tren Maya y el Aeropuerto Felipe Ángeles, dos de los proyectos insignia de la actual Administración.
“Se está haciendo el análisis económico de viabilidad, se contempla el avión presidencial, entregarlo a la empresa que va a manejar esos 10 aviones, que no se van a adquirir sino se rentan, se esta buscando que tipo de avión es el más conveniente, con qué empresas, todo esto porque hace falta que haya más servicio”, dijo.
Según el presidente, se trata de una propuesta para llenar el vacío que dejó la desaparición de las aerolíneas Mexicana e Interjet, tras la cual muchas ciudades cuentan con pocos vuelos.
Sin embargo, la propia Sedena advierte en los documentos filtrados que sería difícil lograr que la empresa fuese comercialmente viable, por lo que sugiere un uso enfocado en operaciones humanitarias.
“Se debe tomar en cuenta que únicamente se dispone de 80 asientos para pasajeros en comparación de los 250 que tiene una aeronave del mismo tipo”, se señala en un correo electrónico.
“Para obtener ganancias se deberá ofertar el boleto en niveles tarifarios altos”, agrega.
Entre las actividades que se proponen en lugar de la empresa comercial destacan los vuelos de ayuda humanitaria; viajes de estudio al extranjero; apoyar a otras dependencias del Gobierno federal; traslado de misiones consulares y diplomáticas; y transporte de delegaciones deportivas y culturales, según los documentos consultados por la revista Forbes.
AMLO explicó que la nueva aerolínea podría inaugurarse tan pronto como 2023: “El avión presidencial cuesta mucho operarlo, nos ahorramos todo eso. Al pasar a esta empresa, se va rentar también para vuelos largos, porque no se debió comprar para usarse en México. Ese avión, para que sea técnicamente eficaz, para que sea racional su uso, tiene que tener un promedio de vuelo de 5 horas".
“Sería nada más usarlo de aquí a Tijuana o ni a Cancún, porque es un avión trasatlántico para ir a Europa en 10 horas, sin recarga de combustible", agregó", "estuvo mal la adquisición, si no se hace la línea, queda como está”.