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EE.UU. denuncia que el globo espía tenía varias antenas para captar señales para labores de inteligencia

Fotos tomadas por aviones militares U-2 a gran altitud aportan pistas sobre el objetivo del dirigible, que forma parte según el Gobierno de una red de espionaje a decenas de países.

Por Matthew Lee y Eric Tucker — The Associated Press

El globo de China que atravesó territorio estadounidense y fue derribado finalmente por el Pentágono la semana pasada estaba equipado para captar señales de inteligencia y formaba parte de un enorme programa de espionaje aéreo vinculado a las Fuerzas Armadas chinas que tenía como objetivo más de 40 países, según informó este jueves el Gobierno de Joe Biden, describiendo por primera vez el alcance y las capacidades del enorme dirigible.

Esta flota de globos opera bajo la dirección del Ejército Popular de Liberación y se utiliza específicamente para el espionaje, según un alto funcionario del Departamento de Estado. Están dotados de equipos de alta tecnología diseñados para recoger información sensible de objetivos en todo el mundo, agregó. Globos similares han flotado sobre los cinco continentes, según la Administración.

Esta declaración sobre el globo derribado frente a las costas del océano Atlántico busca refutar las persistentes negaciones de China de que el globo se utilizara para espiar, incluida la afirmación del jueves de que las acusaciones son una “guerra de información”.

En China, y antes de que Estados Unidos ofreciera estos datos, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Mao Ning, insistió en que el globo no tripulado era una aeronave meteorológica civil que se desvió de su ruta y que Estados Unidos “exageró” al derribarlo.

“Es una irresponsabilidad”, dijo Mao.

El Ministerio de Defensa chino se negó el sábado a atender una llamada telefónica del secretario de Defensa, Lloyd Austin, para tratar el asunto, según el Pentágono. China no ha respondido a las preguntas sobre a qué departamento gubernamental o empresa pertenecía el globo, o cómo planeaba dar seguimiento a la promesa de tomar nuevas medidas sobre el asunto.

Estados Unidos ofreció una descripción totalmente enfrentada a la de China sobre el globo y de su propósito. Afirmó que las imágenes recogidas por aviones militares U-2 mientras cruzaba el país mostraban que era “capaz de llevar a cabo la recogida de señales de inteligencia” con múltiples antenas y otros equipos diseñados para cargar información sensible y paneles solares para alimentarlos.

Jedidiah Royal, subsecretario de Defensa para el Indo-Pacífico, dijo ante una subcomisión del Senado que el Pentágono tiene “algunas conjeturas muy buenas” sobre qué información buscaba China, que serán discutidas en el Congreso de forma clasificada.

El oficial del Departamento de Estado que proporcionó detalles a los periodistas por correo electrónico lo hizo bajo condición de anonimato por la naturaleza sensible del asunto, que llevó a cancelar la semana pasada la visita a China del secretario de Estado, Antony Blinken.

El funcionario dijo que el análisis de los restos recuperados del océano es “inconsistente” con la explicación de China de que se trataba de un dirigible meteorológico que se desvió de su curso.

Estados Unidos se está poniendo en contacto con los países que también han sido objeto de ataques, dijo el oficial, para discutir el alcance del programa de vigilancia chino, y está estudiando posibles acciones que “apoyaron la incursión del globo en el espacio aéreo estadounidense.”

Agregó que Estados Unidos cree en que el fabricante del globo derribado el sábado tiene “una relación directa con el Ejército chino y es un proveedor aprobado" del Ejército. Citó información de un portal oficial de adquisiciones del Ejército Popular de Liberación como prueba de la conexión entre la empresa y los militares.

La Cámara de Representantes aprobó este jueves una resolución en la que se culpaba a China de una “descarada violación de la soberanía de Estados Unidos” y se la acusaba de intentar “engañar a la comunidad internacional mediante falsas afirmaciones sobre sus campañas de recopilación de inteligencia”.

La resolución obtuvo el apoyo demócratas y republicanos, lo que refleja el creciente enfado bipartidista en Washington ante lo que los legisladores consideran una agresión china.

No es la primera vez que el Gobierno denuncia actividades del Ejército Popular de Liberación (EPL). En 2014, el Departamento de Justicia de Barack Obama acusó a cinco piratas informáticos del EPL de entrar en las redes informáticas de grandes empresas del país para robar secretos comerciales. Y en 2020 se les acusó de robar los datos personales de decenas de millones de estadounidenses en una filtración de la agencia de información crediticia Equifax.