Un hombre fue detenido la noche del jueves tras intentar disparar en la cabeza a la vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, en las afueras de su domicilio en Buenos Aires, en uno de los episodios más negros que ha vivido el país en las últimas décadas.
El mandatario Alberto Fernández confirmó el ataque en un mensaje televisado a la nación y calificó el intento de asesinato como el incidente "más grave que ha sucedido desde recuperada la democracia".
El presidente, que declaró el viernes feriado nacional debido a estos hechos, informó que el arma tenía cinco balas, pero no llegó a accionarse aunque el sospechoso apretó el gatillo varias veces.
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"Cristina permanece con vida porque, por alguna razón, el arma que contaba con cinco balas no se disparó pese a haber sido gatillada", aseguró en un mensaje televisado.
Los hechos ocurrieron pasadas las 9 de la noche (hora local), cuando Kirchner regresó a su casa desde el Senado y comenzó a saludar a las decenas de seguidores que desde hace días están apostados frente a su vivienda para apoyarla durante el juicio que enfrenta por presunta corrupción.
El individuo, identificado como Fernando Andre Sabag Montiel, un ciudadano brasileño de 35 años, logró mezclarse entre ellos y sacó el arma cuando tuvo a la vicepresidente delante, de acuerdo con el diario argentino La Nación.
Las imágenes del momento captado por las cámaras de televisión muestran cómo alguien encañona a Kirchner, que trata de evitar el arma agachándose.
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En medio del gran tumulto que se forma inmediatamente, los seguidores de Kirchner y su equipo de seguridad logran reducir al sospechoso, quien había sido detenido el 17 de marzo de 2021 por posesión de armas no convencionales, según La Nación.
El arma usada es una pistola semiautomática Bersa del calibre 32, que el hombre disparó dos veces, informó el citado diario.
"La paz social ha sido alterada"
El intento de magnicidio ocurrió en un momento de máxima crispación política en Argentina, después de que el 22 de agosto la Fiscalía pidiera para la vicepresidenta 12 años de cárcel e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos en el juicio contra ella por presunta corrupción por desviar fondos de la obra pública para enriquecerse.
Kirchner dijo sentirse ante "ante un pelotón de fusilamiento mediático-judicial".
Desde entonces, decenas de personas acampan ante su residencia en Buenos Aires para transmitirle su apoyo.
"Estamos ante un hecho que tiene una grave institucional y humana extrema", declaró el presidente. "Este atentado merece el más enérgico repudio de todos los sectores políticos, de todos los hombres y mujeres que integran la república. Estos hechos afectan nuestra democracia", agregó.
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"Estamos obligados a recuperar la convivencia democrática que se ha quebrado por el discurso del odio que se ha esparcido desde diferentes espacios políticos, judiciales y mediáticos", señaló.
"Convoco a todos y cada uno de los argentinos y argentinas, a toda la dirigencia política y social, a los medios de comunicación y a la sociedad en general a rechazar cualquier forma de violencia", solicitó.
Repudio global
El intento de asesinato generó una ola de solidaridad y condena generalizada en Argentina.
Su hijo y diputado Máximo Kirchner señaló en la red social Twitter que "es un enorme grado de locura y odio lo que se trató de hacerle a la vicepresidenta".
El ministro de Economía, Sergio Massa, dijo en Twitter que "cuando el odio y la violencia se imponen sobre el debate de ideas, destruyen a las sociedades y se generan situaciones como la de hoy: un intento de magnicidio".
El canciller argentino, Santiago Cafiero, aseguró desde Twitter que el intento de asesinato de la vicepresidenta Fernández de Kirchner es “el acto de violencia política más grave desde el retorno de la democracia”.
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En la misma línea se pronunció el titular de Desarrollo Social, Juan Zabaleta. "Intentaron matar a la vicepresidenta de la Nación. Es gravísimo lo que acaba de pasar. Urgente accionar de la justicia y repudio de todas las fuerzas políticas. Los permanentes discursos de odio tienen que parar YA", manifestó también en Twitter.
Desde la oposición, el expresidente Mauricio Macri que "este gravísimo hecho exige un inmediato y profundo esclarecimiento por parte de la justicia y las fuerzas de seguridad".
Líderes de la izquierda latinoamericana, desde el presidente chileno Gabriel Boric, a los exmandatario de Brasil, Bolivia y Ecuador, Lula da Silva, Evo Morales y Rafael Correo, también repudiaron los hechos.