Los hospitales de Ciudad de México amanecieron este martes repletos de personas que buscan desesperadamente a sus seres queridos desaparecidos, después de que un sector de la vía elevada sobre la que circula la línea 12 del metro se desplomara en la noche del lunes entre la estación Olivos y Tezonco, dejando al menos 24 personas fallecidas y 79 heridos.
"No tenemos noticias de mi hermana. No la tienen en la lista, no aparece su nombre. La llamamos a su teléfono celular y nada. Así que algunos estamos buscándola en un hospital y otros la buscan en otros centros de salud. Si Dios quiere la encontraremos, no perdemos la fe en que la encontraremos", dijo Jesús Segura Osorio a la agencia de noticias The Associated Press.
"Si alguien la ha visto o sabe algo, por favor ayúdenos", dijo Segura, mientras mostraba una foto de su hermana de 43 años, madre de dos niños.

Minutos después del desplome del tren llegaron centenares de familiares y amigos a la zona de la estación Olivos buscando a sus seres queridos, que no aparecieron en casa a la hora prevista y solían utilizar esa línea del metro.
La desesperación creció con el paso de las horas, mientras las autoridades trabajaban en el proceso de identificación de las víctimas. Algunas listas de heridos y trasladados a hospitales se publicaron en las redes sociales de las autoridades, pero muchos familiares de personas que, al parecer viajaban en el metro, no lograban encontrar a sus seres queridos.
Haydé Magalán es otra de las personas que la mañana del martes se encontraba recorriendo los hospitales tratando de obtener noticias de su esposo desaparecido. Gracias a una llamada que recibió de una mujer desconocida, sabe que su marido fue trasladado del lugar del accidente.
"No sabíamos nada de él, hasta que una señora o señorita me llamó y me dijo que había cogido el celular de mi marido y el de otras personas para avisar a sus familiares que estaban en los vagones accidentados. Me dijo que se lo habían llevado del lugar del accidente", explicó.
"Había muchas personas paradas y sentadas en el vagón y cuando se vino abajo el metro salimos volando y nos pegamos contra el techo", contó Mariana al diario El Universal. Esta joven de 26 años sobrevivió al accidente pero pasó encerrada cerca de 15 minutos entre los hierros del vagón hasta que una persona rompió una de las ventanas por donde pudieron salir.
"Como yo no estaba muy lesionada ayudé a varios adultos a salir por la ventana y luego por las escaleras", agregó la joven.
Testigos que estaban cerca de la estación Olivos relataron que lo ocurrido parecían escenas de una película.
"Luego de que se escuchó el estruendoso sonido levanté la vista y ya estaba todo derribado. Fue horrible porque la gente estaba llorando, gritando por ayuda, vimos a otros que salieron por las ventanas corriendo del lugar, nadie entendía que pasaba", contó Maribel, una mujer que atiende un puesto de comida muy cerca del accidente. "Fue algo que nunca había visto en mi vida, todo fue muy, muy rápido", añadió la mujer.
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La solidaridad no dejó de estar presente en esta tragedia. Muchas de las personas que se encontraban cerca del accidente ayudaron a los heridos sin importar el peligro que había al quedar el tren guindando.

Con información de Associated Press, El Universal y Milenio.