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Con su primer ministro acusado de asesinato, Haití se desestabiliza aún más

Está siendo investigado por el homicidio del presidente el 7 de julio. Hay una lucha de poder, indican analistas, en medio de una causa judicial con contratiempos y amenazas de muerte. Los haitianos aún intentan reponerse al devastador terremoto.
/ Source: Telemundo

Los residentes de Haití han sobrevivido en menos de dos meses un torbellino político, tras el asesinato a tiros de su presidente, y a dos catástrofes naturales de magnitud, con más de 2,200 víctimas, tras años de inestabilidad. Ahora, su primer ministro está en el ojo de la disputa y el Gobierno empieza a desestabilizarse nuevamente. 

"No sé cuánto tiempo puede continuar la lucha por el poder", dijo Robert Fatton, un experto en política haitiana de la Universidad de Virginia, en una entrevista con Associated Press.

El primer ministro, Ariel Henry, fue incriminado este martes en el asesinato de Jovenel Moïse en su residencia el 7 de julio pasado y se le prohibió salir del país. Horas después, el mandatario reemplazó al fiscal que lo acusó

La tensión aumentó este miércoles cuando un alto funcionario dimitió acusando a Henry de entorpecer el accionar de los investigadores. 

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Rénald Luberice, quien fue durante más de cuatro años secretario general del Consejo de Ministros de Haití, dijo en su carta de renuncia que no puede seguir bajo la dirección de alguien que está bajo sospecha.

"No tiene intención de cooperar con la Justicia, y busca, al contrario, por todos los medios, obstruirla", señaló. 

Luberice también dedicó una parte de su misiva a los demás funcionarios que siguen en sus cargos. "Que cada ministro se ponga a la altura de su misión en esta encrucijada histórica", indicó.

La puja política ocurre en medio de una investigación del asesinato marcada por irregularidades, amenazas de muerte y manipulaciones desde su inicio, lo que ha proporcionado a los haitianos pocas respuestas y ha socavado la confianza en el sistema judicial del país.

Poco más de un mes después de la muerte de su presidente, Haití sufrió un devastador terremoto de 7.2 de magnitud y el paso de las torrenciales lluvias de Grace. 

La lucha por el poder

Las facciones rivales de la élite del país están utilizando además el asesinato de Moïse para atacar a sus oponentes, lo que lleva a muchos haitianos a temer que nunca se haga justicia por un crimen que ha dejado a la nación a la deriva.

"Están luchando por el poder, y los enemigos de Ariel están utilizando el sistema judicial contra él", dijo a The New York Times Pierre Espérance, un activista haitiano de derechos humanos que está investigando de forma independiente el asesinato.

En esta foto de archivo del 20 de julio de 2021, el primer ministro, Ariel Henry, en el centro, habla con funcionarios después de su nombramiento en Puerto Príncipe, Haití, semanas después del asesinato del presidente Jovenel Moise en su casa.
En esta foto de archivo del 20 de julio de 2021, el primer ministro, Ariel Henry, en el centro, habla con funcionarios después de su nombramiento en Puerto Príncipe, Haití, semanas después del asesinato del presidente Jovenel Moise en su casa.AP

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Entre los disidentes se encuentra el presidente del Senado, Joseph Lambert, antiguo aliado de Moïse, que recientemente se autoproclamó presidente provisional en una medida que sólo ha recibido el apoyo de varios políticos.

El primer ministro, en la mira

La semana pasada, el entonces fiscal jefe de Puerto Príncipe, Bed-Ford Claude, dio a conocer la existencia de dos llamadas telefónicas que habría realizado el principal sospechoso del homicidio, Joseph Badio, al primer ministro apenas unas horas después del ataque al presidente. 

En base a esa evidencia, Claude ordenó el martes al juez que supervisa el caso que acusara al primer ministro. Tras ser incriminado, ese mismo día, el funcionario echó a Claude y designó un nuevo fiscal. 

Badio fue despedido de la unidad anticorrupción del Gobierno en mayo y aún está prófugo. Ya han sido detenidas, en tanto, más de 40 personas por el asesinato, entre las que están agentes de seguridad de Moïse, empresarios, tres estadounidenses de origen haitiano y 18 exsoldados colombianos acusados de dirigir el asalto a la residencia del presidente. Los excombatientas han denunciado, por su parte, que fueron torturados por las autoridades haitianas.

 

  

La detención de Christian Emmanuel Sanon, un pastor y médico de 63 años que vive en Florida, ha generado más interrogantes a la investigación. Se le atribuye un papel central en la muerte del presidente.

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Henry fue nombrado como el próximo primer ministro por el propio Moïse antes de su muerte. No se ha pronunciado públicamente sobre el tema esta semana. Sólo ha dicho que está centrado en estabilizar Haití y que no se distraerá con maniobras o amenazas.

Por su parte, la oficina del primer ministro calificó la prohibición de viajar de ilegal y de "teatro político", y dijo que no había sido informada directamente de la medida por el fiscal, Bed-Ford Claude.

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"Todo esto es desconcertante. Tendremos que esperar para ver si la situación se asienta y si Ariel Henry gana esa batalla", señaló Fatton a la agencia AP. 

Con información de The Associated Press y The New York Times