Por Patrick Smith - NBC News
Una central nuclear china está investigando concentraciones de gases inusualmente altas en uno de sus reactores, según anunció este lunes una de sus empresas propietarias.
El reactor 1 de la central nuclear de Taishan, ubicada en la provincia de Guandong, al norte de Hong Kong, experimentó un "aumento de la concentración de ciertos gases raros en el circuito primario", explicó el gigante energético francés EDF, que tiene una participación del 30% en la empresa matriz de la central.
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"La presencia de ciertos gases raros en el circuito primario es un fenómeno conocido, estudiado y previsto por los procedimientos de funcionamiento de los reactores", indicó EDF en un comunicado publicado en su página web.
Pese a ello, la compañía convocó una reunión extraordinaria con los accionistas de Taishan Nuclear Power Joint Venture para decidir cuáles son los próximos pasos que debe dar la central.
Framatome, una empresa francesa propiedad de EDF que explota parcialmente la central, detalló en el comunicado: "La central está funcionando dentro de los parámetros de seguridad. Nuestro equipo está trabajando con los expertos adecuados para evaluar la situación y proponer soluciones para responder a cualquier posible problema".
La planta, inaugurada en 2018 tras casi 10 años de construcción, fue la primera del mundo en instalar un reactor europeo presurizado (EPR, por sus siglas en inglés) de tercera generación, que ahora se utiliza en instalaciones de Francia y Reino Unido.
La energía nuclear es considerada un elemento clave del drástico crecimiento industrial y económico de China.
El Grupo de Energía Nuclear de China Guangdong, que posee el 70% de la planta, explicó en un comunicado que los dos reactores funcionan de forma segura.
"Los datos de control muestran actualmente que la planta de Taishan y su entorno cumplen los parámetros normales", subraya el comunicado, de acuerdo con una versión traducida por la agencia de noticias Reuters.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (IAEA, por sus siglas en inglés) dijo en un correo electrónico que no ha recibido "ningún dato de que se haya producido un incidente radiológico" en Taishan. La agencia puntualizó que está en contacto con su homólogo chino.
Ni el Ministerio de Asuntos Exteriores chino ni el Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos respondieron inmediatamente a preguntas sobre el incidente.
Los expertos en seguridad nuclear ya manifestaron su preocupación en 2009, poco después de que Taishan comenzara a operar, por que el vertiginoso salto de China a la energía nuclear pudiera crear problemas de seguridad.
El proyecto de construcción de Taishan era tan grande que su superficie cubría un área equivalente a 245 canchas de fútbol, según el sitio web de la empresa. Al menos 5,600 trabajadores participaron en su construcción durante los días de mayor actividad y se utilizaron tres millones de toneladas de hormigón y 230,000 toneladas de barras de acero reforzado, la misma cantidad que se necesitaría para hacer una vía de tren entre Londres y Roma.
China tiene 50 reactores nucleares en funcionamiento y otros 18 en construcción, según datos de la Asociación Nuclear Mundial. En contraste, Estados Unidos tiene 93 reactores en uso, sólo dos en desarrollo, y ha cerrado 40.