Por Eric Baculinao y Jennifer Jett - NBC News
BEIJING — Estados Unidos y China se precipitan hacia una inevitable “confrontación y conflicto” a menos que la Casa Blanca cambie de rumbo, advirtió el martes el nuevo ministro de Asuntos Exteriores de Pekín.
Los encendidos comentarios del ministro chino de Asuntos Exteriores, Qin Gang, subrayaron las crecientes tensiones entre las dos mayores economías del mundo a raíz de la saga de los globos de vigilancia y la guerra de Rusia en Ucrania.
Estas declaraciones se hicieron eco de las del líder chino, Xi Jinping, que un día antes había culpado a Estados Unidos de contener el deterioro de las relaciones con China e insinuado que Pekín trataría cada vez más de contraatacar.
La rueda de prensa de Qin, la primera desde que asumió el cargo en diciembre, tuvo lugar en Pekín al margen de la reunión anual del poder legislativo chino, en la que se espera que Xi complete la mayor remodelación del gobierno en una década.
En un amplio reproche a la política estadounidense, Qin -que hasta hace poco era embajador de China en Estados Unidos- cuestionó la afirmación del presidente, Joe Biden, de que Estados Unidos busca la competencia con China, pero no el conflicto.
“De hecho, la supuesta competencia de Estados Unidos consiste en la contención y la represión, un juego de suma cero”, afirmó, sugiriendo que el conflicto puede ser inevitable a menos que Washington deje de intentar reprimir a Pekín.
“La parte estadounidense supuestamente quiere poner ‘barandillas’ en las relaciones entre China y Estados Unidos y no entrar en conflicto”, continuó Qin. “De hecho, quiere que China no responda con palabras o acciones cuando se la calumnia o ataca. Eso es simplemente imposible”.
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“Si la parte estadounidense no echa el freno y sigue por el camino equivocado, no habrá barandilla que pueda detener el descarrilamiento y el vuelco hacia la confrontación y el conflicto”, afirmó.
En un discurso pronunciado el lunes ante delegados políticos, Xi también acusó a Estados Unidos de intentar cercar a China.
“Los países occidentales, liderados por Estados Unidos, han puesto en práctica una contención, un cerco y una supresión total de China, lo que ha supuesto graves desafíos sin precedentes para el desarrollo de nuestro país”, declaró según Xinhua, la agencia de noticias estatal china.
Qin también criticó la decisión de la Casa Blanca a principios del mes pasado de derribar un presunto globo espía chino frente a las costas de Carolina del Sur, repitiendo la insistencia de Pekín en que apareció sobre territorio estadounidense por accidente.
“La parte estadounidense violó el espíritu del derecho internacional y la práctica internacional al hacer presunciones de culpabilidad, reaccionar de forma exagerada, abusar de la fuerza y utilizar el asunto para crear una crisis diplomática que podría haberse evitado”, afirmó.
Sobre Taiwán, la isla autogobernada que Pekín reclama como su territorio, Qin dijo que era la primera línea roja en las relaciones de China con EE.UU., que es el más importante respaldo internacional de Taiwán.
“Estados Unidos tiene una responsabilidad ineludible en la creación de la cuestión de Taiwán”, afirmó.
Qin dijo que Estados Unidos había faltado al respeto a la soberanía y la integridad territorial de China al suministrar armas defensivas a la isla, que Pekín ha dicho que podría tomar por la fuerza si fuera necesario, incluso cuando Estados Unidos advierte a China de que no suministre armas a Rusia para su guerra contra Ucrania.
China y Rusia declararon una asociación “sin límites” semanas antes de que Rusia invadiera Ucrania hace un año, y China ha intentado parecer neutral en el conflicto, absteniéndose de condenar la agresión rusa o incluso de calificarla de invasión. Qin dijo el martes que las relaciones China-Rusia “deben avanzar firmemente” a medida que el mundo se vuelve más turbulento.
Pero Pekín niega rotundamente las acusaciones de Estados Unidos de que esté considerando proporcionar a Moscú munición y artillería para ayudar en su lucha contra Kiev.
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“China no es ni la creadora de la crisis ni una de las partes en ella, ni ha proporcionado armas a ninguna de las partes en conflicto, así que ¿por qué habría que culpar, sancionar, presionar o incluso amenazar a China?”. dijo Qin.
Reiteró anteriores llamamientos a una solución negociada del conflicto ucraniano, aunque una propuesta de paz de 12 puntos que Pekín hizo pública el mes pasado fue rápidamente rechazada por los funcionarios occidentales por considerarla demasiado favorable a Rusia.
“Es lamentable que los esfuerzos para persuadir y promover conversaciones se hayan visto socavados”, dijo Qin, “como si una mano invisible estuviera empujando el conflicto a escalar, aprovechando la crisis ucraniana para lograr ciertas intenciones geopolíticas.”