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Chile elige presidente en unas elecciones muy polarizadas e inciertas

Los centros de votación abrieron este domingo para dar inicio a los comicios más importantes de la historia reciente de Chile. Las encuestas han favorecido a estos dos candidatos.
/ Source: The Associated Press

Más de 2,800 centros de votación abrieron este domingo para dar inicio a los comicios más importantes e inciertos de la historia reciente de Chile en los que se elegirá al sucesor del actual presidente Sebastián Piñera.

Además de votar por un nuevo presidente, los chilenos eligen la totalidad de los 155 escaños del Congreso y la mitad del Senado, tras una campaña polarizada en la que los principales candidatos prometieron trazar caminos muy diferentes para el país tambaleado por una reciente ola de descontento social.

Las encuestas previas a las elecciones apuntan a un gran número de indecisos aunque han favorecido a dos de los siete candidatos que se presentan: el antiguo líder de las protestas estudiantiles Gabriel Boric y su opuesto ideológico, José Antonio Kast, con un historial de defensa de la dictadura militar chilena.

Trabajadores electorales entrenan en una escuela que servirá como centro de votación para las elecciones generales del domingo, en Santiago, Chile, el viernes 19 de noviembre de 2021.
Trabajadores electorales entrenan en una escuela que servirá como centro de votación para las elecciones generales del domingo, en Santiago, Chile, el viernes 19 de noviembre de 2021.Esteban Felix / AP

No se espera, sin embargo, que ninguno de los dos consiga el apoyo suficiente para superar el umbral del 50% necesario para evitar una segunda vuelta el mes que viene. 

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A poca distancia de los dos favoritos están el candidato de centro-derecha Sebastián Sichel y la exministra de Educación de centro-izquierda Yasna Provoste. 

Gabriel Boric
El candidato presidencial de izquierda Gabriel Boric durante un mitin de cierre de campaña en Casablanca, Chile, el jueves 18 de noviembre de 2021.Esteban Felix / AP

De ganar las elecciones, Boric, de 35 años, se convertiría en el presidente más joven de Chile. Fue uno de los activistas estudiantiles elegidos para el Congreso en 2014 tras liderar las protestas por una mejor educación.

Se presenta como el líder de una amplia alianza que incluye al Partido Comunista chileno y, si es elegido, afirma que aumentará los impuestos a los “súper ricos” para ampliar los servicios sociales e impulsar la protección del medio ambiente.

También ha prometido eliminar el sistema privado de pensiones del país, una de las características de las reformas de libre mercado impuestas en la década de 1980 por la dictadura de Augusto Pinochet.

El candidato presidencial de derecha, José Antonio Kast, durante un acto de campaña en Valdivia, Chile, el miércoles 17 de noviembre de 2021.
El candidato presidencial de derecha, José Antonio Kast, durante un acto de campaña en Valdivia, Chile, el miércoles 17 de noviembre de 2021.Jose Luis Saavedra / AP

Kast, de 55 años, del recién formado Partido Republicano, era hasta hace poco visto como un outsider de la extrema derecha, habiendo obtenido menos del 8% de los votos en 2017 como independiente. Pero esta vez ha ido subiendo constantemente en las encuestas con un discurso divisivo que enfatiza los valores familiares conservadores, además de atacar a los inmigrantes —muchos de Haití y Venezuela— a los que culpa de la delincuencia. Con él, Chile se suma al auge del conservadurismo más duro emergido en los últimos años en Estados Unidos, Brasil, España, Hungría o Francia.

Ferviente católico y padre de nueve hijos, Kast también ha criticado al presidente saliente, Sebastián Piñera, por haber traicionado supuestamente el legado económico de Pinochet, que su hermano ayudó a implantar como presidente del banco central del dictador.

Quienquiera que gane se hará cargo de un país en pleno proceso de cambio, pero con la incertidumbre de su futuro tras décadas de reformas centristas que dejaron intacto el modelo económico de Pinochet.

La decisión de Piñera de subir las tarifas del metro en 2019 desencadenó meses de protestas masivas que rápidamente se convirtieron en un clamor a nivel nacional por servicios públicos más accesibles, uno que expuso los cimientos que se desmoronan del “milagro económico” de Chile.

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Gravemente debilitado por los disturbios, Piñera aceptó a regañadientes un plebiscito para reescribir la constitución de la era Pinochet. En mayo se eligió la asamblea encargada de redactar la nueva carta magna y se espera que concluya su trabajo en algún momento del próximo año.

Mientras tanto, en una nueva señal de las tensiones que dejará Piñera, el presidente fue sometido a un juicio político en la cámara baja antes de esquivar la destitución por parte del Senado por un negocio en el extranjero en el que su familia vendió hace una década su participación en un proyecto minero mientras él cumplía el primero de sus dos mandatos.

Con información de Efe.