Por Lauren Egan - NBC News
WASHINGTON - El presidente, Joe Biden, y otros líderes mundiales se reunieron este sábado en el segundo día de la cumbre del Grupo de los Siete (G-7) en el Reino Unido con el objetivo de contrarrestar la creciente influencia mundial de China.
Las naciones del G-7 anunciaron nuevas iniciativas de infraestructura global para los países de ingresos bajos y medios que se agruparán bajo la iniciativa "Reconstruir mejor para el mundo".
El punto en el que no se pusieron de acuerdo inmediatamente es en cómo llamar la atención públicamente a Pekín sobre sus prácticas laborales. Biden animaró a los socios del G-7 a adoptar una postura clara sobre el trabajo forzado y los derechos humanos.
Canadá, el Reino Unido y Francia se mostraron en gran medida de acuerdo con la exhortación de Biden, mientras que Alemania, Italia y la Unión Europea mostraron más dudas. Biden espera que la denuncia forme parte de un comunicado conjunto que se hará público el domingo, cuando finalice la cumbre, pero algunos aliados europeos son reacios a separarse tan enérgicamente de Pekín.
En una llamada con periodistas, los funcionarios de la Administración Biden subrayaron que los esfuerzos del sábado no estarán dirigidos únicamente a enfrentarse a China, sino a "proporcionar una visión alternativa afirmativa y positiva para el mundo". Biden ha dado prioridad a utilizar su primer viaje al extranjero como presidente para mostrar la capacidad de las instituciones democráticas para responder a los desafíos globales y ha advertido con frecuencia sobre el aumento global del autoritarismo.
Es probable que las iniciativas de infraestructuras del G-7 se consideren una contrapartida directa a la Iniciativa del Cinturón y la Ruta de China, un ambicioso plan creado por el presidente Xi Jinping para conectar a China y decenas de países de Asia, Europa, Oriente Medio y África mediante una serie de puertos, puentes, redes 5G y otras infraestructuras.
Los expertos dicen que el programa ha funcionado como una forma de que China ejerza influencia económica y poder en todo el mundo.
China ha sido acusada de utilizar tácticas que equivalen a la trata de personas y al trabajo forzado, incluyendo la confiscación de pasaportes y la retención de trabajadores en contra de su voluntad, para construir sus proyectos BRI. También ha sido acusada de mantener a más de un millón de uigures y otras minorías de su región de Xinjiang en campos de internamiento.
"No se trata de hacer que los países elijan entre nosotros y China", dijo un funcionario de la Administración en la llamada. "Se trata de ofrecer una visión y un enfoque afirmativos y alternativos que quieran elegir. Así pues, lo que estamos promoviendo es una agenda confiada y positiva, centrada en reunir a otros países que comparten nuestros valores en las cuestiones que más importan", agregó.
El Grupo de los Siete, una organización de las democracias más ricas del mundo –Reino Unido, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y Estados Unidos– concluirá su reunión de tres días en el Reino Unido el domingo.
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A continuación, Biden se dirigirá a Bruselas para asistir a la cumbre de la OTAN el lunes, antes de reunirse el miércoles con el presidente ruso Vladimir Putin en Ginebra.
Con información de AP.