El presidente, Joe Biden, aprobó formalmente este miércoles el despliegue de más tropas en Europa del Este, según confirmaron fuentes de la Casa Blanca a la cadena de noticias NBC News, en respuesta a la amenaza rusa de una posible invasión de Ucrania.
El despliegue, que será anunciado por el Pentágono en las próximas horas y se realizará "en los próximos días", incluye el envío de 2,000 soldados de Estados Unidos a Polonia, según la cadena de noticias CNN, y el movimiento de otro millar de militares desde Alemania hasta Rumania, el flanco de la OTAN más cercano a Rusia, según el diario The Wall Street Journal.
“Siguiendo las instrucciones del presidente y la recomendación del secretario [Lloyd] Austin, el Departamento de Defensa reubicará ciertas unidades con base en Europa más al este; desplegará unidades adicionales de Estados Unidos en Europa; y mantendrá el elevado estado de preparación de las fuerzas de respuesta para cumplir con estos compromisos”, dijo un oficial a NBC News.
“Estas fuerzas no van a luchar en Ucrania. No son movimientos permanentes. Responden a las condiciones actuales”, añadió.
Estados Unidos ha puesto hasta ahora unos 8,500 soldados en alerta en caso de que se convoque una Fuerza de Respuesta de la OTAN y se necesiten rápidamente fuerzas estadounidenses. El primer contingente de soldados enviados a Europa del Este saldrá de la base de Fort Bragg, en Carolina del Norte.
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El envío de más tropas tiene por objetivo disuadir a Rusia de atacar Ucrania y, con ello, evitar una guerra en Europa del Este, precisaron los funcionarios. Además de estas medidas, el Gobierno está intentando encontrar una solución diplomática, preparando una serie de sanciones económicas en caso de que Rusia ataque, así como autorizando la transferencia de armas a Ucrania.
El anuncio se da un día después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, acusara a Estados Unidos y sus aliados de ignorar sus principales demandas de seguridad, mientras su país ha desplegado más de 100,000 soldados en la frontera con Ucrania. Rusia exige que la OTAN no se expanda a Ucrania y a otras naciones exsoviéticas, se abstenga de desplegar armas ofensivas cerca de Rusia, y reduzca su despliegue militar en Europa del Este.