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El Servicio de Inmigración creó una universidad falsa para detectar fraude de visas. Así afectó a jóvenes migrantes

La UNNJ tenía una sede en Cranford, Nueva Jersey, y cuentas en redes sociales. En la trampa cayeron supuestos gestores universitarios, pero también estudiantes que aseguran pagaron miles de dólares convencidos de que era una escuela real.

Por Rich Schapiro - NBC News*

Yi Dong se encontró en un aprieto en el otoño de 2015.

Después de graduarse de la Universidad de Syracuse, el joven chino de 27 años fue aceptado en un programa de maestría en ciencias de la computación en la Universidad del Norte de Nueva Jersey, o UNNJ. Le dijeron que el programa le permitiría permanecer en Estados Unidos con una visa de estudiante y continuar trabajando como programador de computadoras. Pero estaba esperando un formulario de autorización de visa, y nadie en la escuela se comunicaba con él.

Con su visa actual a punto de expirarse, Dong, que vivía en Brooklyn, Nueva York, decidió alquilar un automóvil y conducir hasta la universidad en Cranford, Nueva Jersey.

Dentro de un edificio de tres pisos en un frondoso parque de oficinas, fue escoltado a la oficina de un hombre que se identificó como el Dr. Steve Brunetti, el presidente de la escuela. Brunetti sacó el formulario del Gobierno, lo firmó y se lo entregó a Dong. Luego le dio al estudiante una camiseta de la UNNJ y tomó una fotografía que pronto se publicó en la página de Facebook de la escuela.

“Me dijo que estaba orgulloso de sus alumnos”, recordó Dong.

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El edificio en 25 Commerce Dr., Cranford, Nueva Jersey, figuraba como la dirección de la institución.
El edificio en 25 Commerce Dr., Cranford, Nueva Jersey, figuraba como la dirección de la institución.Google Maps

Durante los siguientes seis meses, Dong pagó más de 6,000 dólares en matrícula y honorarios de intermediarios, creyendo que estaba obteniendo créditos para su título al continuar trabajando en su proyecto de programación de computadoras. Había recibido permiso de la escuela para trabajar a tiempo completo antes de comenzar cualquier curso como parte de un programa autorizado por el gobierno que permite a los estudiantes extranjeros adquirir habilidades prácticas en sus campos de estudio.

Pero un día de abril de 2016, escuchó una noticia que, según dice, lo dejó anonadado: Brunetti no era un administrador real, y la Universidad del Norte de Nueva Jersey no era una escuela real.

La universidad fue una artimaña que había puesto en marcha el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) para atraer a gestores y reclutadores que se sospechaba participaban en el fraude de visas de estudiantes.

Esa mañana de abril, los fiscales federales anunciaron cargos contra 21 personas que, según dijeron, estaban a cargo de organizar la matriculación de los estudiantes en la UNNJ en un esquema de “pago para quedarse” (otra persona más fue acusada más tarde, llevando el total a 22). 

Las personas investigadas ​​fueron acusadas ​​de obtener de manera fraudulenta visas de estudiante para unos 1,000 ciudadanos extranjeros a cambio de sobornos o “comisiones”.

Los fiscales dijeron que a los gestores se les dijo que no se ofrecerían clases y que la escuela existía solo para obtener estatus migratorio para ciudadanos extranjeros. Los estudiantes, dijeron los fiscales en ese momento, estaban de este modo involucrados en la estafa.

Pero en los meses siguientes, surgió una narrativa diferente. Un grupo de estudiantes presentó una demanda federal alegando que resultaron dañados de modo colateral en la redada, engañados tanto por los gestores de sus casos como por los agentes encubiertos que se hicieron pasar por funcionarios de la universidad. A medida que se desarrollaba el caso, los abogados del gobierno lucharon por mantener clara su versión sobre los estudiantes, y dijeron en una audiencia que, de hecho, eran “víctimas de fraude”. Luego presentaron documentos judiciales que revirtieron esa declaración.

El operativo montado por ICE resultó en poco castigo para los gestores, todos los cuales se declararon culpables. Ninguno recibió sentencias de prisión; y más de la mitad fueron condenados a un año de libertad condicional.

Los estudiantes, mientras tanto, tuvieron sus vidas patas arriba. Aunque ninguno fue acusado penalmente, perdieron miles de dólares en “matrícula” o honorarios de intermediarios y de repente enfrentaron la amenaza de deportación, según documentos judiciales.

Uno de ellos, un joven chino que se había alistado en el ejército de EE.UU., fue expulsado del servicio y pasó semanas en un centro de detención de inmigrantes. Su petición de naturalización fue denegada, pero pudo permanecer en EE.UU. mientras buscaba asilo.

Muchos otros se apresuraron a abandonar el país, incluida una mujer turca a la que se le prohibió regresar a EE.UU., donde su esposo vive desde junio de 2020.

Las personas que realmente se vieron perjudicadas por esto fueron todos los estudiantes”, dijo una de las abogadas que presentó la demanda, Elizabeth Montano, de la firma Kurzban Kurzban Tetzeli & Pratt, con sede en Miami.

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Las autoridades federales de inmigración lucharon contra la demanda durante años, pero finalmente llegaron a un acuerdo otorgado por la corte en enero.

Según este acuerdo, que aún necesita la aprobación final de un juez, el gobierno pagaría 450,000 de dólares en honorarios legales pero no admitiría ninguna irregularidad. Aquellos que permanecieron en EE.UU. tendrían la capacidad de volver a solicitar visas sin que la mancha del caso nuble sus posibilidades. Aquellos que regresaron a casa y desearon obtener visas para regresar estarían a merced de los funcionarios consulares locales.

Si bien algunos de los inscritos en la UNNJ pueden haber ignorado a sabiendas las señales de alerta, varios abogados y expertos en inmigración cuestionaron hasta dónde llegaron las autoridades federales para atrapar a los estudiantes en la trampa, que se lanzó durante la Administración del expresidente Barack Obama.

“Creo que estuvo mal que el Gobierno hiciera esto”, dijo Allan Wernick, abogado de inmigración desde hace mucho tiempo y director de CUNY Citizenship Now, que brinda servicios legales a inmigrantes en centros en toda la ciudad de Nueva York. “Creo que realmente se están aprovechando de la gente. ¿Y qué estaban logrando?”, remarcó. 

Un portavoz de ICE se negó a comentar. “Como cuestión de política, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU. no comenta sobre los procedimientos o resultados de los litigios”, dijo el portavoz.

Un portavoz del Departamento de Justicia también se negó a comentar, citando el litigio.

Un sistema complejo y confuso

Estudiar en una universidad de EE.UU. ha sido durante mucho tiempo un objetivo preciado para los jóvenes de todo el mundo. Atraer estudiantes brillantes y motivados del extranjero también beneficia al país. 

Casi una cuarta parte de las empresas emergentes de miles de millones de dólares en EE.UU. tienen fundadores que llegaron al país por primera vez como estudiantes internacionales, según un estudio de 2018 realizado por la Fundación Nacional para la Política Estadounidense.

Los ciudadanos extranjeros que se inscribieron en la UNNJ eran casi todos estudiantes de maestría que habían asistido previamente a universidades estadounidenses y esperaban permanecer en el país. En muchos casos, ya habían obtenido empleos, pero habían perdido la oportunidad de obtener visas H-1B para trabajadores temporales altamente calificados, que se otorgan a través de un sistema de lotería.

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Con sus visas de estudiante a punto de expirar, buscaban formas de permanecer en el país legalmente. En muchos casos, el objetivo era quedarse un año más para darles la oportunidad de obtener las codiciadas visas H-1B.

Inscribirse en un programa de posgrado les ofreció un camino legal, pero el proceso es complejo y el sistema es difícil de navegar por uno mismo, dicen expertos en inmigración y educación superior.

Ahí es donde entran los gestores y agentes. Actúan como entrenadores y facilitadores que, por una tarifa, pueden ayudar a orientar a los estudiantes internacionales hacia los programas y ayudarlos a superar los obstáculos burocráticos para obtener visas.

“Se convierten en el puente para ayudarlo a comprender y navegar por lo que es un sistema muy complicado y muy confuso”, dijo Fanta Aw, vicepresidente de vida en el campus y excelencia exclusiva de la American University en Washington, DC, y ex presidente de NAFSA: Asociación de Educadores Internacionales.

A lo largo de los años, el sistema ha sido explotado por personas que han establecido empresas falsas y escuelas falsas en esquemas para sacar provecho de los estudiantes que buscan visas.

Las autoridades federales han dicho que establecieron la UNNJ para comprender mejor cómo operan los intermediarios en conjunto con las escuelas falsas que esencialmente actúan como fábricas de visas.

“Los esquemas de ‘pagar para quedarse’ no solo dañan nuestra percepción de los programas legítimos de visas para estudiantes y trabajadores extranjeros, sino que también representan una amenaza muy real para la seguridad nacional”, dijo Paul Fishman, quien estuvo a cargo de la Oficina del Fiscal Federal en Nueva Jersey en el tiempo, dijo en la conferencia de prensa en 2016.

Un elaborado engaño

Para alguien que escanea Internet, la Universidad del Norte de Nueva Jersey le hubiera parecido una verdadera universidad. Su sitio web, que ahora ha desaparecido, www.unnj.edu, pregonaba a la escuela como un lugar que ofrecía “una educación estadounidense de alta calidad a estudiantes de todo el mundo”.

“Esta educación se basa en una base de estudios académicos intensos y experiencias comerciales del mundo real ubicadas en la hermosa Cranford, Nueva Jersey y las áreas circundantes del norte de Nueva Jersey y la ciudad de Nueva York”, indicaba. 

Las cuentas de las redes sociales de la escuela informaron a los estudiantes cuando la UNNJ estaba cerrada por las inclemencias del tiempo e incluso publicaron fotos de la boda después de que dos de los “exalumnos” de la UNNJ se casaran.

Una camiseta de la Universidad del Norte de Nueva Jersey.
Una camiseta de la Universidad del Norte de Nueva Jersey.Cortesía Yi Dong

“Lo único que falta parece ser una referencia al equipo de baloncesto masculino o femenino de la UNNJ en la Final Four del torneo de baloncesto de la Asociación Atlética Universitaria Nacional”, dijo un tribunal de apelaciones de EE. UU. en 2019.

Los estudiantes que hicieron su propia investigación habrían tenido pocas razones para sospechar que era una farsa. La escuela fue acreditada por el estado de Nueva Jersey y el DHS incluyó a la UNNJ en su sitio web de instituciones aprobadas.

Para los estudiantes extranjeros que buscaban permanecer en el país y trabajar, tenía un atractivo particular.

La UNNJ les ofrecía la oportunidad de participar en la Capacitación Práctica Curricular, que permite a los estudiantes extranjeros trabajar para empresas estadounidenses como parte de su educación. Se ofrece durante un programa académico, para brindarles a los estudiantes la oportunidad de aplicar lo que aprendieron en entornos del mundo real, pero UNNJ les permitió a los estudiantes trabajar antes de comenzar cualquier curso.

“No conozco ninguna institución que ofrezca eso”, dijo Aw. “Para mí, esto es lo que los agentes sabían que sería una característica muy atractiva y es lo que les habrían vendido a los estudiantes”, indicó.

Los expertos en inmigración dijeron que los inscritos en la UNNJ no habrían tenido ninguna razón para sospechar que algo andaba mal al principio dado que la escuela emitió formularios I-20, que son documentos del DHS que indican que los estudiantes extranjeros están inscritos en la universidad, lo que autoriza la capacitación práctica curricular.

Creo que esa es la parte más atroz de esto”, dijo Wernick, el abogado de inmigración de Nueva York. “Estaban emitiendo I-20 genuinos y básicamente diciéndole a la gente que estas son las reglas”, explicó. 

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Pero cualquier estudiante que estuvo inscrito en la escuela durante más de seis meses debería haber sospechado sobre la ausencia de cursos, dijeron expertos en inmigración y educación internacional. “Ahí es cuando deberían haber estado haciendo preguntas”, dijo Aw.

Los abogados de los estudiantes de la UNNJ presentaron la demanda colectiva en marzo de 2017. La demanda fue inicialmente desestimada por un tribunal inferior, pero fue reactivada por el Tribunal de Apelaciones del Tercer Circuito de EE.UU. En su fallo de 23 páginas, el tribunal señaló que durante los argumentos orales en septiembre de 2018, los abogados del gobierno dijeron por primera vez que su posición no era que los estudiantes hubieran cometido fraude.

“Más bien, el Gobierno creía que los estudiantes eran víctimas de fraude”, dijo el fallo. “El gobierno declaró dos veces que los estudiantes ‘fueron atrapados en el sentido de que fueron víctimas de los reclutadores académicos’ y que ‘[n]o hubo fraude aquí. Estos estudiantes, en lo que a nosotros respecta, fueron víctimas de fraude’”, indicaron. 

El fallo continuó señalando que el “Gobierno cambió de rumbo una vez más” en documentos judiciales presentados el próximo mes. “El Gobierno ahora afirmó que algunos de los estudiantes ‘con toda probabilidad, sabían que sus reclutadores académicos estaban cometiendo fraude de visas’ y otros incluso ‘conspiraron con sus reclutadores académicos para cometer fraude de visas’”, dice el fallo.

En 2019, los fiscales federales de Michigan anunciaron cargos contra ocho corredores en relación con su participación en una segunda escuela falsa establecida por ICE, la Universidad de Farmington en Farmington Hills. Fueron acusados ​​de ayudar a más de 250 estudiantes extranjeros a obtener visas.

Jill Welch, asesora principal de políticas de la Alianza de Presidentes sobre Educación Superior e Inmigración, un grupo de defensa, dijo que cree que el caso de la UNNJ subraya la necesidad de que el Congreso actualice las leyes de inmigración de la nación para acomodar mejor a los estudiantes extranjeros que desean permanecer en el país para trabajar.

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“Todos ganamos cuando eso sucede”, dijo. “La situación que tenemos aquí es nuestro propio Gobierno, en lugar de centrase en cómo podemos facilitar que los estudiantes trabajen aquí, establece una universidad falsa para atraer a estos estudiantes haciéndoles creer que los ayudaría a obtener la experiencia práctica de aprendizaje que estaban buscando”, indicó.



*Una versión extendida de esta investigación fue publicada en inglés en NBC News.