Una ley aprobada en México recientemente podría estar impulsando el aumento en la cantidad de menores no acompañados que han sido detenidos en Estados Unidos cuando han tratado de cruzar la frontera de manera irregular, según el testimonio de varios migrantes y una evaluación interna del Gobierno mexicano recogida por la agencia de noticias Reuters
Esta ley mexicana, aprobada en enero, justo antes de que se dispararan las detenciones de niños migrantes en la frontera sur de Estados Unidos, frena las detenciones de menores en ruta hacia el país vecino.
Más de dos docenas de adultos y menores no acompañados en México que hablaron con Reuters dijeron que creían que las nuevas medidas los ayudarían a ellos o a sus hijos a llegar a Estados Unidos y así escapar de la pobreza y la violencia que azota a gran parte de Centroamérica.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, promulgó la ley en noviembre como parte de las medidas de su Gobierno para mitigar el impacto humanitario de la migración.
A mediados de enero, pocos días antes de que el presidente estadounidense, Joe Biden, asumiera el poder, la ley de protección infantil prohibió la detención de menores en centros migratorios y les ofreció un estatus legal provisional para evitar la deportación inmediata.
Una evaluación interna del Gobierno mexicano a la que tuvo acceso Reuters mostró que esas salvaguardias para los niños en México se encuentran entre los factores que fomentan la migración hacia Estados Unidos.
Cuando Karla, una hondureña de 17 años, se enteró de las nueva medida, admitió que pensaba que le daría una mejor oportunidad de llegar a Estados Unidos y reunirse con su padre, a quien no veía desde hace 12 años.
"Estaba emocionada, aunque sabía que había muchos riesgos en México", dijo en un refugio para migrantes en Palenque, en el sur de México. "Fue muy difícil salir de mi país; da mucho miedo tener que caminar por lugares solos", agregó.

Su familia organizó rápidamente la logística y un coyote transportó a Karla, junto a su hermana y su prima, que también son menores de edad, a la frontera de México con Guatemala. En México, rápidamente solicitó protecciones legales, y luego intentó llegar a la frontera de Estados Unidos, según relató.
Tanto la nueva ley mexicana como la promesa de Biden de que no devolvería de inmediato a México a los menores migrantes que llegaran solos se ganaron el elogio de las organizaciones de derechos humanos.
Sin embargo, las cifras récord de niños no acompañados en la frontera ilustran el dilema que han creado estas políticas en México y Estados Unidos, justo cuando tratan de contener el fenómeno.
En marzo, se duplicó respecto a febrero la llegada de menores no acompañados a la frontera, con casi 19,000 aprehensiones.
Con información de Reuters.