Por Ken Miller - The Associated Press
Los dos migrantes que murieron el viernes atrapados junto a una veintena más de personas en un vagón de un tren al sur de Texas eran hondureños, según informó este sábado el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), que investiga el caso como tráfico de indocumentados a través de la frontera sur.
“Seguiremos abordando la grave amenaza a la seguridad pública que suponen las redes de tráfico de personas y su temerario desprecio por la salud y bienestar de los migrantes”, dijo en un comunicado su portavoz Nina Pruneda, que afirmó que la investigación continúa pero no precisó si hay migrantes detenidos.
Los dos migrantes muertos formaban parte de un grupo de 17 personas —15 hombres y dos mujeres— que fueron rescatadas de dos vagones de la compañía ferroviaria Union Pacific cerca del poblado texano de Knippa, a unas 70 millas (113 kilómetros) al oeste de San Antonio y a menos de 100 millas (161 kilómetros) de la frontera.
Union Pacific dijo el sábado que colabora con las autoridades para determinar cómo llegaron los migrantes al tren, y afirmó estar “muy triste” por la pérdida de vidas. “Nuestro objetivo es la seguridad y tenemos políticas estrictas para evitar el acceso de personas no autorizadas a nuestros trenes”, señaló el portavoz Robynn Tysver.
Cuatro sobrevivientes fueron hospitalizados, dijo Pruneda, que no aclaró sus identidades o nacionalidades. Dos hombres están en estado crítico, según el centro University Health de San Antonio.
El jefe de policía de Uvalde, Daniel Rodríguez, dijo que una persona que no ha sido identificada llamó el viernes al teléfono 911 de emergencias alrededor de las 3:50 de la tarde para pedir ayuda para “varios inmigrantes indocumentados que estaban asfixiándose en el vagón de un tren”. Rodríguez cree que la llamada provino de uno de los vagones; uno de ellos era contenedor, y en él se hallaron los cadáveres; el otro era de carga.
No se ha precisado qué provocó la muerte de los migrantes, pero las temperaturas máximas en la zona rondaban los 90 grados Fahrenheit (32 grados centígrados), y estos contenedores suelen calentarse mucho más que la temperatura del ambiente.

Más de 50 migrantes murieron el verano pasado en el trailer de un camión abandonado a las afueras de San Antonio. La tragedia fue el episodio de tráfico de personas más mortífero en la frontera sur, y las autoridades prometieron un aumento de las medidas policiales.
Este viernes, al otro lado de Texas, un joven de 17 años fue acusado de secuestrar a dos migrantes cuyo rescate en un hotel de Houston terminó en un tiroteo en el que murió un sospechoso.
Los migrantes fueron interceptados días antes en una autopista al noroeste de Houston y obligados a subir a un vehículo, según un fiscal. Las autoridades no han brindado detalles sobre lo que ocurrió en los días anteriores al rescate a tiros del FBI.