Sin haber cumplido aún sus primeros 100 días en la Casa Blanca, en una etapa inicial de Gobierno que tradicionalmente se conoce como luna de miel por el alto apoyo de la ciudadanía al nuevo dirigente, Joe Biden se enfrenta ya a su primera crisis, derivada en parte de sus políticas y en parte de la impresión equivocada que éstas han proyectado tanto en Estados Unidos como, fundamentalmente, más allá.
Mientras en el Congreso negocia una reforma migratoria que despierta dudas incluso dentro del Partido Demócrata, en la frontera se ha incrementado la llegada de inmigrantes, y especialmente de menores no acompañados, lo que ha desbordado los albergues y ha llevado a reabrir centros de detención que ya causaron polémica durante la presidencia de Donald Trump.
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Ahora incluso evalúa usar una base militar en Virginia para albergar temporalmente a menores migrantes, según ha adelantado la agencia de noticias Reuters. Pero no es el único elemento de esta crisis migratoria a la que se enfrenta Biden, que Trump calificó este jueves de “pesadilla” en una crítica a la gestión del presidente pese a que la mayor parte de los problemas que afronta ahora son heredados de su mandato.
¿A qué cambios se ha comprometido Biden?
El presidente presentó el 18 de febrero una amplia reforma migratoria que proporciona un camino a la ciudadanía en tres años para 11 millones de indocumentados, reduce el tiempo para la reunificación familiar, y elimina la penalización por haber ingresado de manera ilegal al país.
Pero el proyecto ni siquiera tiene aún el apoyo de los demócratas, que cuentan con una exigua mayoría en el Congreso y requieren del respaldo republicano para sacarlo adelante.
La reforma se encuentra estancada y podría seguir así al menos hasta abril, pero entre tanto los demócratas quieren sacar adelante medidas puntuales que alivian la situación de los dreamers y los trabajadores agrícolas, entre otros.
Además, Biden ha suspendido el protocolo Quédate en México, que obligaba a personas solicitantes de asilo a esperar en el país vecino para una cita en las cortes de inmigración, y ha permitido que grupos de personas con casos abiertos ingresen a Estados Unidos.
Crecen los cruces a Estados Unidos
La llegada de Biden a la presidencia, y su discurso de una aproximación humanitaria al tema de la migración, coincidió con las dificultades económicas en Centroamérica, que se ha visto gravemente afectada por la pandemia y desastres naturales.
En enero, las autoridades Estados Unidos detuvieron a casi 78,000 personas que cruzaron la frontera con México, el número de detenciones más alto registrado en una década.
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La promesa de una reforma migratoria ha alimentado los deseos de miles de personas llegar a Estados Unidos. Las autoridades, incluyendo el propio presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, han advertido que la legislación solo beneficiará a quienes hayan llegado al país antes del 1 de enero de 2021, y han repetido que "no es momento de venir".
Las advertencias no han evitado que los coyotes, mediante engaños de que serán recibidas con brazos abiertos en la frontera, convenzan a las personas migrantes de iniciar su trayecto rumbo a Estados Unidos.
En este contexto, una camioneta con 25 personas que acababa de cruzar la frontera chocó esta semana contra un camión de carga en California, causando la muerte a 13 personas, de las cuales 10 son de origen mexicano.
Pese al incremento en los cruces fronterizos, la Administración Biden ha negado la situación haya escalado a una crisis nigratoria: "¿Tenemos una crisis? No. ¿Nos estamos acercando a ella? A este ritmo, sí", dijo el congresista Henry Cuellar al servicio informativo Bloomberg.
El cruce de migrantes en la frontera entre México y Guatemala se ha triplicado además en enero, de acuerdo con datos del albergue La 72, ubicado en el sur de México, debido "al desempleo, al cambio climático y a la crisis sanitaria por el coronavirus". La mayoría se dirigen a Estados Unidos.
Aumenta la llegada de menores de edad no acompañados
En enero, más de 5,700 niños y adolescentes no acompañados fueron aprehendidos en la frontera, la cifra más alta para enero en los últimos años. Para febrero, más de 7,070 menores de edad estaban siendo retenidos por los Estados Unidos, algunos de los cuales han permanecido más de las 72 horas permitidas en centros de procesamiento de CBP, según la cadena NBC News.
Debido a que solo se pueden utilizar la mitad de las camas disponibles como prevención por la pandemia del COVID-19, los albergues para niños no acompañados se encuentran al 94% de capacidad. "Estamos deteniendo a más niños de los que podemos liberar", dijo a la cadena CNN un alto funcionario de Seguridad Nacional. "Hay mucha discusión sobre a quién liberar para dejar espacio para estos niños", agregó.
En un correo al personal, Russell Hott, un alto funcionario del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, alertó que las llegadas de menores no acompañados y familias migrante durante este año "se espera que sean las cifras más altas observadas en más de 20 años", reportó el diario The Washington Post.
Para hacer frente a esto, se han acelerado la liberación de los menores de edad a sus familiares o patrocinadores, aseguró el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas.
El Gobierno de Biden también reabrió el centro de detención Carrizo Springs, en Texas, para albergar a 700 niños de 13 a 17 años. Esta decisión fue criticada por activistas y políticos, como la congresista Alexandria Ocasio-Cortez, quien aseguró “eso no está bien, nunca ha estado bien y nunca estará bien, sin importar la administración ni el partido”.
De acuerdo con el diario Miami Herald, las autoridades contemplan reabrir el controversial centro de detención de Homestead, Florida. Una base militar en Virginia también está siendo considerada para albergar a los menores de edad no acompañados, según la agencia de noticias Reuters.
En tanto, el Departamento de Seguridad Nacional se prepara para convertir sus centros de detención en el sur de Texas en centros de procesamiento, donde las familias serán evaluadas rápidamente para después ser liberadas en un plazo de 72 horas, según el diario The Washington Post.
Con información de Bloomberg, The Washington Post, Miami Herald, Reuters, CNN.