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Por Nusaiba Mizan — Politifact
En respuesta a la decisión del presidente, Joe Biden, de anular el Título 42 –la política instaurada por Donald Trump que redujo la cantidad de inmigrantes que ingresan a Estados Unidos– el gobernador de Texas, Greg Abbott, anunció nuevas medidas para abordar la seguridad fronteriza.
El Título 42 permite a los agentes fronterizos expulsar de inmediato a los inmigrantes que llegan a la frontera, incluidos los solicitantes de asilo, a México y otros países para frenar la propagación del COVID-19. Está previsto que finalice el 23 de mayo, pero el fiscal general de Texas, Ken Paxton, presentó una demanda contra la Administración Biden cuestionando el plan de eliminar la política federal antes de esa fecha.
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Desde que entró en vigencia, en marzo de 2020, y hasta febrero de 2022, se llevaron a cabo 1,7 millones de expulsiones bajo el Título 42, de las cuales 1.2 millones ocurrieron bajo la administración de Biden, según un informe del Instituto de Política Migratoria.
Abbott dijo en una conferencia de prensa el 6 de abril que funcionarios locales en Texas le dijeron que “están enojados y molestos por todas las catástrofes causadas por las políticas de frontera abierta de Biden. Y obviamente están pidiendo una acción urgente del estado de Texas, pero saben que fue la administración de Biden la que causó este problema de fronteras abiertas”.
Abbott aseguró que las ciudades y los condados texanos esperan que la Administración Biden solucione el “problema de fronteras abiertas que causó”.
Pero, ¿qué quiere decir Abbott con “frontera abierta”? ¿Está realmente “abierta” la frontera desde que Biden llegó a la Casa Blanca?
Si bien definir “frontera abierta” es subjetivo, muchos republicanos lo hacen en relación con las políticas de la Administración Trump, dijo el experto en economía e inmigración, Edward Alden, del Consejo de Relaciones Exteriores. Bajo esta idea, alejarse de las políticas de Trump significa tener “fronteras abiertas” para muchos republicanos.
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Anteriormente, PolitiFact verificó el uso del término por parte de algunos republicanos cuando describen las políticas de Biden y las propuestas de Hillary Clinton. La organización encontró que la definición de “frontera abierta”, como una falta de medidas para cumplir las leyes migratorias, no se ajusta a las posiciones políticas de ambos demócratas, quienes sí apoyan las medidas de seguridad en la frontera.
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PolitiFact se acercó a la oficina de Abbott para preguntar qué quiso decir el gobernador con “políticas de fronteras abiertas”.
Su portavoz, Renae Eze, respondió en un correo electrónico: “El presidente Biden dejó en claro sus intenciones cuando dijo en el escenario del debate presidencial demócrata que su Administración tendría fronteras abiertas”.
Eze nos remitió a un video en el que varios candidatos demócratas, incluido Biden, dicen que cruzar la frontera ilegalmente debería ser un delito civil, no un delito penal. También indicó que Biden ha dicho que la deportación debería centrarse en las personas que se encuentran ilegalmente en Estados Unidos y que cometen delitos.
Aunque Biden no ha dicho “fronteras abiertas”, Abbott considera este tipo de políticas como “políticas de fronteras abiertas”.
Nos comunicamos con la Casa Blanca y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, pero no recibimos respuesta de inmediato. Un portavoz del Sector de Aduanas y Protección Fronteriza del Valle del Río Grande se negó a comentar.
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Eze también señaló ejemplos de las “políticas de fronteras abiertas” de Biden, que incluyen: migrantes que buscan cruzar la frontera una vez que Biden asumió el poder, la detención de la construcción del muro fronterizo y el campamento de Del Rio de aproximadamente 15,000 migrantes haitianos.
Es cierto que un número importante de inmigrantes viajaron hacia la frontera tras la toma de posesión de Biden, pero el mensaje de la Administración a los inmigrantes era que no vinieran porque la situación en la frontera no cambiaría de la noche a la mañana, según reportó NBC News en enero de 2021. Además, en el pasado se han registrado picos de inmigración durante la época de las elecciones estadounidenses y las transiciones de poder.
En diciembre, PolitiFact verificó otra afirmación de que la frontera estaba abierta y descubrió que la mayoría de las personas que intentaban cruzar la frontera fueron rechazadas debido al Título 42, aunque la Administración Biden eximió a los niños que llegaron solos y a algunas familias.
El Gobierno de Biden expulsó a 2,000 inmigrantes de Del Río, Texas, a Haití. Otros 5,000 estaban siendo procesados y 8,000 habían regresado voluntariamente a México a fines de septiembre, según un informe de NPR.
Biden detuvo los proyectos de construcción de barreras fronterizas iniciados por Trump, aunque algunos residentes del Valle del Río Grande consideran las reparaciones de los diques como la construcción de un muro fronterizo, según el Texas Tribune.
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Terence Garrett, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Texas Rio Grande Valley, explicó que hay muchas medidas de seguridad y cumplimiento en la frontera.
Eso incluye a casi 20,000 agentes de la Patrulla Fronteriza según datos del año fiscal 2021. También hay sistemas de vigilancia como Tethered AeroStat Radar Systems, dijo Garret. Los dirigibles conectados al sistema tienen un radio de detección de aeronaves de 200 millas. También hay torres de vigilancia y cientos de kilómetros de cercas.
“No existe tal cosa como una frontera abierta. No tenemos una frontera abierta. Eso es absurdo”, dijo Garrett.
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El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) se está preparando para un posible aumento de inmigrantes cuando se levante el Título 42. Eze, el portavoz del gobernador Abbott, señaló que el DHS prevé hasta 18,000 detenciones por día.
Pero esa es la más alta estimación entre varios escenarios oficiales, informó ABC News. El secretario del DHS, Alejandro Mayorkas, dijo el 1 de abril que la agencia está preparada para un repunte, pero Abbott y los republicanos de Texas siguen oponiéndose a levantar el Título 42.
Michelle Mittelstadt, directora de comunicaciones del Instituto de Política Migratoria, señaló en un comunicado enviado por correo electrónico que habría un aumento en los cruces de migrantes, independientemente de cuándo se levante la medida.
La visión de la Administración de Biden sobre la inmigración es similar a las administraciones anteriores de ambos partidos antes de Trump, dijo Alden. Además de algunas contrataciones menores de personal para procesar más casos de asilo, lo que Biden está tratando de hacer al revertir las políticas de Trump es devolver el sistema a como era antes de que el republicano asumiera el cargo.
La estrategia de Biden en el interior del país, que procura el arresto de inmigrantes no autorizados, es similar a la de los presidentes Barack Obama y George W. Bush. Las tres administraciones priorizaron no expulsar a las personas que han estado en Estados Unidos durante mucho tiempo, que tienen trabajos y, a menudo, tienen hijos ciudadanos estadounidenses. Estas administraciones priorizaron la detención de las personas que cometieron delitos o ingresaron a Estados Unidos recientemente, dijo Alden.
Las administraciones anteriores trabajaron con las autoridades mexicanas para abordar los problemas fronterizos y la administración de Biden está trabajando directamente con los funcionarios de los países centroamericanos, de donde vienen muchos de los migrantes.
“Pero Donald Trump movió el listón muy, muy lejos”, dijo Alden. “Y ahora que la administración Biden está devolviendo gradualmente la gestión fronteriza a esa situación más normal, los conservadores lo denuncian como una política de ‘fronteras abiertas’”. agregó.
Simplificación de los casos de asilo bajo Biden
La Administración Biden ha centrado su atención en audiencias de asilo más eficientes, explicó Mittelstadt. Con un sistema mejorado para procesar los casos, Estados Unidos podría determinar más rápidamente quién tiene un caso válido para permanecer en el país. La Administración busca que más oficiales de asilo escuchen los casos en lugar de llevarlos al sistema judicial de inmigración que va atrasado, escribió Mittelstadt.
También está ampliando las alternativas a la detención de migrantes, como pulseras en los tobillos y rastreo de teléfonos inteligentes. Mittelstadt señaló que se está colocando a un número récord de inmigrantes en estos programas.
Trump, por su parte, aprobó los Protocolos de Protección al Migrante, que permitieron a las autoridades estadounidenses enviar solicitantes de asilo a México mientras esperan que un juez de inmigración revise su caso. La política, implementada en enero de 2019, terminó limitando tanto la inmigración legal como la ilegal. A finales de 2020 tenía 68,000 personas en lista de espera.
La Administración Trump también firmó acuerdos de asilo con El Salvador, Guatemala y Honduras que requerían que los solicitantes de asilo en la región primero buscaran refugio en esos países, antes de presentar su solicitud en Estados Unidos.
“Si regresas al mundo anterior a Trump, la diferencia entre los republicanos y los demócratas tendía a estar en los recursos. Los republicanos demostrarían que eran duros en la frontera contratando muchos más agentes de la Patrulla Fronteriza o contratando a más agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés)”, dijo Alden.
“Pero nunca hicieron nada tan radical como lo que hizo Trump con los acuerdos de tercer país seguro (con El Salvador, Guatemala y Honduras), o los Protocolos de Protección de Migrantes, o el Título 42. Todos estos fueron cambios grandísimos en cómo Estados Unidos lidia con quienes cruzan la frontera y los solicitantes de asilo”, explicó.