El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, ha enviado en los últimos meses a más de 8,000 migrantes en autobús desde la frontera hasta Washington D.C. y Nueva York en una maniobra política para denunciar la crisis provocada en su estado, asegura, por la llegada incesante de solicitantes de asilo. Este jueves, al menos dos de esos autobuses, que solían arribar a estaciones de la capital, se dirigieron en su lugar a las puertas de la residencia de la vicepresidenta, Kamala Harris, en en el Observatorio Naval, según confirmó el propio mandatario, para redoblar esa presión política.
"La vicepresidenta Harris afirma que nuestra frontera es “segura” y niega la crisis. Estamos enviando migrantes a su patio trasero para pedirle a la Administración Biden que haga su trabajo y asegure la frontera", señaló Abbott en Twitter, haciendo alusión a una entrevista de Harris con la cadena NBC News en la que aseguró que la frontera es segura pero reconoció que "todavía hay muchos problemas" por arreglar "dado el deterioro que se produjo en los últimos cuatro años".
A bordo viajaban entre 75 y 100 migrantes, entre ellos venezolanos, uruguayos y colombianos, enviados desde Eagle Pass, en Texas, según la cadena Fox News.
Ese giro político coincidió con el anuncio por parte del gobernador de Florida de una iniciativa similar a la de Texas y Arizona (que ha enviado también autobuses de migrantes a ciudades gobernadas por demócratas). Su gobernador, el republicano Ron DeSantis, mandó a al menos 50 migrantes en dos aviones a la isla de Martha’s Vineyard, en Massachusetts, un destino popular para millonarios en verano.
DeSantis recordó que tiene presupuestados 12 millones de dólares para enviar a migrantes a estados como Massachusetts, Nueva York o California, que “facilitarán mejor la atención de estos individuos a los que han invitado a entrar". Preguntado hace semanas, DeSantis dijo estar dispuesto a sumarse a la campaña de Texas y Arizona, pero arguyó que no lo hacía porque a Florida no llegan migrantes cruzando la frontera. Eso no es cierto: sí llegan indocumentados, por mar, desde Cuba fundamentalmente. Sin embargo, los que ha enviado a Martha's Vineyard parecen haber llegado a Florida desde Texas tras cruzar la frontera y viajar por su cuenta a este estado.
Abbott inició el envío de autobuses con migrantes a Washington D.C. en abril en protesta por la política migratoria del presidente, Joe Biden. Desde entonces ha enviado a miles también a Nueva York y Chicago. La alcaldesa de la capital, la demócrata Muriel Bowser, declaró este lunes una emergencia sanitaria ante la falta de recursos para atender a todos los recién llegados. El gobernador de Illinois, J. B. Pritzker, proclamó una declaración de desastre el miércoles para agilizar la ayuda en Chicago y movilizar a la Guardia Nacional.
Abbott ha gastado más de 12.7 millones de dólares en el envío de migrantes, según la cadena CNN. Dice que los solicitantes de asilo son trasladados a otras ciudades de forma voluntaria y con permiso por escrito, aunque no aclara qué otras opciones se les ofreció.
Dylan Fernandes, representante demócrata por Massachusetts, criticó que usen a los solicitantes de asilo como “peones políticos”. “Muchos (de los migrantes) no saben dónde están. Dicen que se les dijo que se les daría vivienda y trabajo”, agregó el congresista.
Fernandes informó que aunque los residentes de Martha’s Vineyard no fueron advertidos sobre la situación, se unieron para ayudar a los recién llegados.
“Nuestra isla saltó a la acción reuniendo 50 camas, dando a todos una buena comida, proporcionando un área de juego para los niños”, tuiteó Fernandes. “Somos una comunidad que se une para apoyar a los inmigrantes”, añadió.
De acuerdo al diario The New York Times, los migrantes aseguraron que iniciaron su jornada en San Antonio, Texas. “No he dormido bien en tres meses”, le aseguró al diario uno de los migrantes que afirmó estar sorprendido con la generosidad de la comunidad.