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Texas anuncia operativo militar para frenar "la invasión" en la frontera y envía su primer autobús de migrantes a Philadelphia

El gobernador republicano invoca un cláusula constitucional para movilizar a la Guardia Nacional y barcos armados con el fin de interceptar y devolver a los solicitantes de asilo.

El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, anunció este martes una serie de medidas para frenar la migración en la frontera con México, que calificó falsamente de “invasión”, al tiempo que ampliaba a más ciudades gobernadas por demócratas el envío de autobuses con solicitantes de asilo, hasta ahora limitado a Nueva York, Washington D.C. y Chicago.

En la mañana del miércoles arribó a Philadelphia, en Pennsylvania, el primer autobús con migrantes enviados desde Texas. Unas 30 personas fueron recibidas a las 6 de la mañana por voluntarios con kits de higiene, mantas, café caliente, botellas de agua y ropa, según informó la estación local de NBC News. Entre ellos había un menor con síntomas de deshidratación que precisó atención médica.

Fueron posteriormente enviados a un centro de procesamiento.

"Cláusulas de invasión"

Abbott aseguró que ha invocado las "cláusulas de invasión" de la Constitución estadounidense y la estatal, autorizando “plenamente a Texas a tomar medidas sin precedentes para defenderse". Entre ellas, según detalló, desplegar a la Guardia Nacional y a agentes estatales en la frontera para interceptar, detener y devolver a los migrantes que la crucen a México; construir un muro en varios condados de la frontera; desplegar barcos con armas; y designar a los cárteles de la droga de México como organizaciones terroristas.

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El número de migrantes interceptados en la frontera con México creció ligeramente en octubre hasta 230,678, un 1.4% más que en septiembre y la tercera cifra más alta de la presidencia de Joe Biden, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) conocidos este lunes. Esta cifra puede incluir sin embargo a personas que lo intentan más de una vez.

Abbott ya ha enviado desde la pasada primavera más de 300 autobuses con solicitantes de asilo llegados a Texas hasta Nueva York, Chicago y Washington D.C., para aliviar la presión en las ciudades fronterizas y poner de relieve lo que considera una política migratoria fallida por parte del Gobierno de Joe Biden.

El martes anunció en la red social Twitter que también los enviará a partir de ahora a Philadelphia, cuyas autoridades locales llevan días preparándose ante los rumores, hasta ahora desmentidos por Texas, sobre la llegada de estos autobuses.

Abbott inició este plan de traslados después de que Biden anunciara que pondría fin al Título 42, una medida aprobada por el Gobierno de Donald Trump al inicio de la pandemia del COVID-19 para expulsar de forma inmediata del país a los solicitantes de asilo, sin permitirles presentar su caso ante una corte migratoria alegando el peligro sanitario que suponen. La justicia bloqueó el final del Título 42, pero precisamente ayer un juez federal ordenó que acabara.

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Los gobernadores de Arizona y Florida, los republicanos Doug Ducey y Ron DeSantis, secundaron la maniobra política de Abbott. DeSantis ha llegado a fletar varios aviones para enviar migrantes a la isla de Martha's Vineyard, en Massachusetts.

La llegada masiva de migrantes colapsaron los servicios sociales de Nueva York y Washington D.C., que movilizaron recursos para ubicarlos en albergues y hoteles vacíos, o habilitar centros para gestionar ayudas y guiarlos en el proceso de petición de asilo.