Por Redacción Noticias Telemundo
EL PASO, TX— La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) pusieron en marcha este martes un operativo especial en la ciudad texana de El Paso para procesar y deportar, si lo ven necesario, a cientos de inmigrantes que acampan en sus calles. Miles esperan al otro lado de la frontera mexicana, en Ciudad Juárez, para cruzar ante el final este jueves del Título 42, pese a las nuevas normas puestas en marcha por el Gobierno de Joe Biden que endurecen el asilo.
Decenas de migrantes empezaron esta tarde a formarse en una larga fila a las afueras de un centro de procesamiento de la CBP en El Paso para entregarse a las autoridades, ante el temor a ser aprehendidos y deportados, constató Noticas Telemundo desde la ciudad texana.
Varios migrantes en la fila explicaron a Edgar Muñoz que decidieron entregarse a la Patrulla Fronteriza luego de que circulara entre el grupo un papel con instrucciones en español. "Si no lo has hecho, te conviene entregarte en la estación más cercana de la Patrulla Fronteriza" (para estar) “en la vía migratoria correcta", se lee en el papel, obtenido por Noticias Telemundo, que no parece ser un documento oficial y cuya procedencia se desconoce.
"Todos aquellos que necesiten solicitar albergue en la ciudad y el condado de El Paso u organizaciones religiosas tienen que haber sido procesados por oficiales de CBP", continúa el documento.

Uno de los migrantes que hacía fila en el centro de procesamiento dijo que estaba durmiendo cuando "pasaron unas personas ahí y lo pusieron [el papel] en la sábana". Otro explicó que decidió entregarse a la Patrulla Fronteriza "por fe" y temor a una redada que terminase con su expulsión y la de su esposa e hija a México.
Advertencia de la CBP a los migrantes
Pero la CBP ha advertido ante el multitudinario grupo que espera para cruzar ante el fin de la norma sanitaria que quienes no tengan un caso fuerte de asilo serán devueltos. “Como hemos dicho repetidamente, las personas que no tengan una base legal para permanecer [en el país] serán expulsadas”, dijo en un comunicado Troy Miller, director interino de la agencia.
“Las personas no deben escuchar las mentiras de contrabandistas y, en su lugar, usar las vías legales”, aleccionó Miller a los migrantes.
Algunos de los solicitantes de asilo que esperan en El Paso serán arrestados, señaló la CBP: quienes representen una amenaza para la seguridad nacional o la seguridad pública serán transferidos a ICE.
El Paso se ha convertido en uno de los epicentros de la crisis en la frontera por la llegada masiva de migrantes en las últimas semanas, lo que ha llevado a la ciudad a decretar el estado de emergencia. En los últimos días había hasta 2,300 migrantes acampando en la calle.
El alcalde, el demócrata Oscar Leeser, advirtió que cuando acabe el Título 42 podrían ingresar a la ciudad hasta 15,000 migrantes desde Ciudad Juárez. Esta norma sanitaria, establecida por el expresidente Donald Trump al inicio de la pandemia, permitía la expulsión rápida de migrantes a México; ante su final, hasta 150,000 personas se dirigen desde el país vecino a la frontera para cruzar.
El Gobierno de Joe Biden ha repetido, sin embargo, que hay otras normas que usarán para rechazarlos, como el Título 8, que expulsa a quienes entren ilegalmente al país, con la prohibición de regresar en cinco años y consecuencias penales si lo intentan. “Nuestra frontera no va a estar abierta el 11 de mayo, habrá consecuencias muy severas para quienes no usen las opciones legales y seguras”, dijo un alto oficial de CBP en una llamada con periodistas el martes.

Señaló además que ya se está observando un incremento en los cruces fronterizos ilegales. “Estamos anticipando que va a haber un flujo migratorio que va a ir incrementando esta semana, y es algo que ya lo estamos viendo”, indicó. Preguntado sobre el despliegue en El Paso, indicó: “El propósito es procesar esos migrantes que tal vez están durmiendo en las calles y no han sido procesados”.
El Gobierno ha enviado 4,000 agentes o militares para reforzar la seguridad fronteriza, lo que incluye los 1,500 soldados que se dio a conocer la semana pasada, y personal para tareas administrativas.
El Gobierno de Biden adelantó también en un comunicado otra medida activada este lunes “en aras de la seguridad fronteriza y para proteger al público que viaja”: la reducción temporal de los carriles de procesamiento y las operaciones de pasajeros en el puerto de entrada norte de El Paso.
El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, anunció ayer el despliegue de equipos tácticos de la Guardia Nacional en los puntos de cruce más activos de la frontera, con el envío esta semana de 545 militares con el apoyo de helicópteros Black Hawk, botes y drones.
Días sin agua y alimento, a la espera
Miles han llegado a la frontera sur en las últimas semanas, y mientras algunos cruzan de modo ilegal, otros esperan del lado mexicano a que los procesen o reciban, generando un colapso en las comunidades locales y soportando hambre, sed y condiciones insalubres.
El pastor Miguel González, director de la organización Somos 1 x Juárez, que coordina 15 albergues en la zona, dijo que muchos migrantes esperan a la intemperie y que enfrentan peligros.
“Están expuestos a personas que normalmente pudieran estar pensando en hacer mal, como el crimen organizado, que pudiese tomar ventaja de esta situación”, alertó González quien explicó que éstos se acercan a los migrantes para ofrecer sus servicios como coyotes. Algunos casos, afirmó, terminan en secuestros.
Leonardo Cameo, un venezolano de 25 años, relató que lleva ocho días junto a su mujer y sus hijos, esperando en Ciudad de Juárez a poder cruzar la frontera hacia El Paso, y que han tenido que salir a pedir ayuda y comida. “Uno es adulto y aguanta pero los niños, no”, aseguró al reportero Damià Bonmati, enviado especial de Noticias Telemundo.
Es la primera vez que intenta cruzar, y llegó convencido de que sería un trámite rápido, siguiendo un rumor de que debía hacerlo antes del 11 de mayo (cuando es el fin del Título 42). Es común que información confusa y falsa circule entre los migrantes, han advertido expertos y activistas, llevándolos a arriesgarse.
Cameo se encontró con algo inesperado. “Es una locura, no tenemos ni dónde hacer necesidades, nada. Es duro”, contó. Las noches son difíciles al aire libre con “un frío infernal”. “Las sábanas y todo lo botamos en los trenes porque pensamos que nos íbamos a entregar y pasábamos”, dijo.
La familia dejó Venezuela debido a la crisis que se vive en el país, y fue directo a Estados Unidos. “No sabemos si hoy nos dejarán pasar. Vamos a pedirle a Dios”, dijo Cameo.
Otros migrantes también relatan la necesidad por agua y comida, y cómo algunos se aprovechan vendiéndoles alimentos y botellas a precios inflados. "Todo lleva alto coste de dinero", dijo el venezolano Antony José Bergara López, que lleva siete días esperando en la ciudad fronteriza. "Esperamos que tome una decisión contundente y que ya no se juegue más con nuestra mente y nuestro corazón porque nosotros vinimos a buscar un futuro para nuestra familia", señaló.
"No conocen lo que es el Título 8"
“Lo que me preocupa es que ellos no sepan qué es el Título 8”, aseguró a Noticias Telemundo el pastor Juan Fierro, que dirige el albergue El Buen Samaritano en el lado mexicano de la frontera.
“Creen que a lo mejor, al quitar el Título 42, ellos van a tener libre acceso y van a poder cruzar y van a poder estar en Estados Unidos”, lamentó Fierro, quien insiste en que la desinformación proviene de rumores que esparcen los mismos migrantes en el camino o cuando logran cruzar a Estados Unidos.

"No conocen lo que es el Título 8, no saben que es un proceso en el cual se les va a negar precisamente que entren por un puerto que no sea autorizado o de alguna forma no autorizada", aclaró, enfatizando las consecuencias que conlleva esta norma, entre las que cita la expulsión y castigo "de cinco años o hasta diez años, según el caso". "Pero eso no lo saben (...) y por eso viene mucha gente caminando con esa expectativa".
Cuando llega un rumor al albergue, cuenta, como que hay un sitio por el que pueden cruzar, por ejemplo, "estas personas dejan todo" y desaparecen, asegura. "Nos dejan ese gran trabajo también de recoger sus pertenencias", lamenta.
*Damià Bonmati colaboró con este reportaje desde Ciudad Juárez, México, y Edgar Muñoz desde El Paso, Texas, Estados Unidos.