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"No me arrepiento de nada": el relato de una cubana que despertó del coma en Miami tras una travesía mortal en balsa

Bárbara Viltres, de 25 años, dice que cumplió su sueño de huir de Cuba, pero el precio ha sido alto. Vio ahogarse a sus amigos y quedó severamente quemada por el sol. Ahora cuenta a Noticias Telemundo el horror de tres días a la deriva en el mar, sin comer ni beber.

MIAMI, Florida.— Cuando Bárbara Viltres recobró la conciencia le dijeron que estaba en Miami, que había logrado su propósito de escapar de Cuba y que podía considerarse afortunada: a diferencia de algunos de sus compañeros de travesía, el mar no se la había tragado en el naufragio frente a las costas de Florida.

Luego de dos semanas en coma —y contra el pronóstico de algunos médicos— la cubana de 25 años abrió los ojos en una habitación del HCA Florida Kendall Hospital. Pero le tomó pocos segundos darse cuenta de que había pagado un precio alto por llegar a su destino.

"Las heridas que tengo son muy profundas. En las caderas tenía hoyos. Me han hecho seis operaciones para quitarme piel de la espalda y ponérmela en otros lados", dice Viltres, quien sobrevivió una travesía de tres días bajo el sol, sin comer ni beber agua, antes de ser rescatada por la Guardia Costera de Estados Unidos cerca de Key West, hace algunas semanas.

Bárbara Viltres ha sido intervenida seis veces para realizarle injertos de piel luego de sufrir quemaduras severas en los tres días de travesía desde Cuba hasta las costas de Florida.
Bárbara Viltres ha sido intervenida seis veces para realizarle injertos de piel luego de sufrir quemaduras severas en los tres días de travesía desde Cuba hasta las costas de Florida. Jorge Carrasco/Noticias Telemundo

Viltres, quien no sabe nadar, salió de La Habana a inicios de agosto en una embarcación rústica con destino a Florida, en un momento en que la crisis económica y las denuncias de represión política en Cuba han alcanzado niveles máximos en décadas.

Otros 14 pasajeros hacían parte del viaje ilegal, entre ellos su pareja, de 21 años, y su prima, de 38, quienes llegaron a salvo. Cinco migrantes permanecen desaparecidos y Viltres dice que vio ahogarse a varios de ellos, incluidos el fabricante de la embarcación y su esposa embarazada.

“Ella se levantó del coma perdida. Lo primero que le preguntó al médico fue: ‘¿dónde están mis pezones?’, porque perdió mucha piel”, dice a Noticias Telemundo Alicia Pérez, una cubana religiosa que voluntariamente ha acompañado a la joven, a falta de familiares o amigos en Estados Unidos.

Alicia Pérez (izquierda) ha cuidado de Bárbara Viltres desde que despertó en un hospital de Miami tras dos semanas en coma.
Alicia Pérez (izquierda) ha cuidado de Bárbara Viltres desde que despertó en un hospital de Miami tras dos semanas en coma. Jorge Carrasco/Noticias Telemundo

No está claro qué sucederá con los inmigrantes que fueron rescatados, pero la mayoría de los balseros cubanos interceptados en el mar son deportados a Cuba, desde donde las embarcaciones improvisadas están zarpando hacia Estados Unidos en cifras cada vez mayores, según datos de la Guardia Costera.

Al menos 4,822 cubanos han sido interceptados en el mar desde octubre de 2021, de acuerdo con cifras oficiales. Esa cantidad supera con creces la registrada en los últimos cinco años fiscales juntos.

Los viajes marítimos ilegales en el Caribe siempre son peligrosos y, muy a menudo, mortales”, dijo a Noticias Telemundo un portavoz de la Guardia Costera y advirtió que muchos migrantes "ponen en riesgo sus vidas a bordo de embarcaciones sobrecargadas y no aptas para navegar”.

Cuba vive el mayor éxodo de su historia reciente, mientras escasean medicinas, alimentos básicos y algunas localidades sufren cortes eléctricos de hasta 20 horas diarias por la escasez de combustible y la deficiente gestión estatal.

En los últimos 10 meses, más de 178,000 cubanos han llegado a la frontera sur de Estados Unidos, el mayor número jamás registrado en la historia de la isla comunista. La actual crisis migratoria supera en número los éxodos del Mariel, en 1980, y de los Balseros, en 1994.

Bárbara Viltres, quien no tiene familiares en Estados Unidos, busca que las autoridades estadounidenses le concedan a su madre una visa humanitaria para que la apoye durante su recuperación en Miami.

"Yo no tengo a nadie aquí", dijo a Noticias Telemundo. "A uno siempre le hace falta la madre al lado".

Lo que sigue es el relato de su travesía, en primera persona, que ha sido condensado y editado para mayor claridad. La entrevista de Noticias Telemundo con la sobreviviente tuvo lugar en su habitación de hospital, el 30 de agosto de 2022.



"Estábamos a la deriva y nadie nos veía"

"Pagué mi pasaje de 40,000 pesos (poco más de $300) sin haber visto la lancha. Eso no se podía ver. La estaban haciendo en una casa en La Habana.

"No recuerdo cuándo salimos, sé que fue un martes por la madrugada, la primera semana de agosto. Montamos la lancha en una cativana (carro tirado por caballos) y los hombres la cargaron hasta el mar.

"Íbamos 15 personas, tres mujeres y 12 hombres. Estuvimos semanas preparando el viaje, y llevábamos galletas y sardinas para comer.

“Recuerdo que todos íbamos bien, hasta las 10 y media de la noche que [la lancha] se rompió. Las olas estaban fuertes y empezó a entrarle agua. Le sacábamos y le sacábamos, pero era mucha. El motor sí seguía caminando.

Bárbara Viltres despertó del coma en un hospital de Miami tras ser rescatada por la Guardia Costera de EE.UU., luego del naufragio de una embarcación rústica en la que emigró desde Cuba junto a otras 14 personas, en agosto de 2022.
Bárbara Viltres despertó del coma en un hospital de Miami tras ser rescatada por la Guardia Costera de EE.UU., luego del naufragio de una embarcación rústica en la que emigró desde Cuba junto a otras 14 personas, en agosto de 2022. Jorge Carrasco/Noticias telemundo

“Teníamos un tanque de agua para tomar, pero tuvimos que botarla y usar el tanque para sacar esa agua que entraba por arriba, por abajo, por dondequiera. Hasta que decidimos virar la lancha al revés para subirnos arriba y no ahogarnos.

Cuando viramos la lancha, quedamos con el cuerpo en el agua, agarrados [de los bordes]. Algunos se empezaron a quedar dormidos o a delirar. Estábamos cansados, porque las olas eran muy fuertes.

“Estábamos a la deriva hasta que amaneció y nadie nos veía, y anocheció y nadie nos veía, volvió a amanecer y nadie nos veía. Estuvimos tres noches sin dormir. No podíamos. Si te quedas dormido, te hundes y te ahogas".

"Se ahogaron el mecánico de la lancha y su mujer embarazada"

“[Ver personas ahogarse] fue lo más malo, porque estábamos todos juntos, nos llevábamos todos bien.

"Se ahogaron el mecánico [de la embarcación] y su mujer embarazada de tres meses. Ella lo vio ahogarse. Mi novio le preguntó que dónde estaba su esposo, y ella dijo: ‘se ahogó’. Él era fuerte pero ya no podía con ella, y ella tampoco tenía más fuerzas.

"Joseíto, el marido de mi prima, el que armó la lancha, no llegó tampoco. Eso es doloroso. Tenían que llegar todos, pero él tenía que llegar. Él fue quien la hizo, quien buscó todas las cosas.

"Mi prima no podía ayudarlo porque ella no sabe nadar. Yo lo veía hundirse y salir de nuevo. La noche de irnos él estaba muy cansado, porque fueron muchos días preparando la lancha, sin dormir.

“Ya no quedaban tantos: Inaudy, mi prima, mi esposo, yo, Julio, Osmany.

Yo me hundía y mi prima me sacaba por el pelo, bien fuerte. Le dije que me dejara, que ya no podía, que me dejara hundirme. Entonces me subieron encima de la lancha y me acostaron.

"Desde ahí no sé más nada. Lo que me cuentan: que apareció una avioneta, que alguien le hizo señas y que llegó una lancha rápida de esas de la Guardia Costera”. 

"No quería estar más en Cuba"

"Cuando me rescataron yo estaba inconsciente. No comía ni tomaba agua desde el día que salimos. Trataron de revivirme, de sacarme agua del pecho, pero lo que soltaba era espuma.

"Llegué mal. Los riñones no me funcionaban, los pulmones parados. Me estaba pudriendo por las heridas que tenía, hasta que los médicos me salvaron.

“Cuando desperté del coma pregunté por mi esposo, porque él se estaba durmiendo cuando estábamos en la lancha. Cuando se quedaba dormido yo lo cogía por el pulóver”.

"Todo el cuerpo me duele, pero sí valió la pena. Así como estoy valió la pena. Esto se cura. Yo nunca me arrepiento de lo que yo hago. Nunca.

La Guardia Costera de EE.UU. ha interceptado a 4,822 balseros cubanos en altamar desde octubre de 2021, una cifra muy superior a los cinco años fiscales previos juntos.
La Guardia Costera de EE.UU. ha interceptado a 4,822 balseros cubanos en altamar desde octubre de 2021, una cifra muy superior a los cinco años fiscales previos juntos. Getty Images

"En Cuba hay mucha necesidad, no quería estar más allá. No quería. La gente está desesperada por salir. La situación del país está muy mala. Todo es difícil de conseguir”.

Aquí no tengo a nadie. Mi madre está en Cuba y quisiera que viniera. A uno siempre le hace falta la madre al lado. Con ella aquí puedo hacer de todo, porque me impulsa, me da fuerzas.

“Yo he hablado con ella por teléfono y está llorado. Pero le digo que estoy bien, que no se preocupe. Ella sabe que estoy en un hospital y me ve la cara, pero no sabe cómo estoy ni todo lo que tengo.

“La primera idea que tengo es recuperarme de todas las heridas, que son profundas. Y después empezaré a trabajar en lo que sea. Los médicos me dicen que la recuperación es súper lenta.

“Estoy loca por salir para conocer, porque no he visto nada. Llegué directo a un hospital. Me dijeron que Miami era como La Habana. Yo me lo imagino como La Habana”.

El reportero Eduardo 'Yusnaby' Rodríguez contribuyó con esta nota.