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Los inmigrantes con coronavirus liberados por la Patrulla Fronteriza pueden viajar por todo el país sin restricciones

La Casa Blanca lo niega pero los alcaldes de ciudades fronterizas denuncian que no tienen capacidad para retener y aislar a los inmigrantes que dan positivo. Las autoridades migratorias en la mayoría de casos ni siquiera hacen los tests, que dependen así de los alcaldes y ONG.
/ Source: Telemundo

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, aseguró este jueves que los inmigrantes indocumentados liberados en la frontera sur son sometidos a una prueba del coronavirus antes de permitirles desplazarse a otros lugares del país. 

"Nuestra política es que las pruebas de COVID-19 se realicen a nivel estatal y local con la ayuda de ONG y Gobiernos locales", explicó, "antes incluso de que los trasladen para quedarse con miembros de la familia u otras personas que puedan conocer mientras se resuelven sus casos".

La Casa Blanca se defendía así de las críticas del gobernador de Texas, Greg Abbott, quien acusó al Gobierno de Biden de “importar COVID-19” al liberar a inmigrantes contagiados de coronavirus.

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“Eso no es verdad”, dijo Psaki, quién aseguró que el Gobierno trabaja con las autoridades locales para “asegurarse de que se tomen las medidas necesarias de aislamiento, cuarentena y atención médica”. 

Pero lo que dijo Psaki resulta engañoso.

El Gobierno federal sí está liberando inmigrantes sin aplicarles la prueba de COVID-19, y quienes la reciben y dan positivo no tienen impedimento para moverse por el país sin cumplir cuarentena, según comprobó Noticias Telemundo Investiga.

Buena parte de las pruebas de COVID-19 a inmigrantes las realizan voluntarios y organizaciones de caridad en ciudades fronterizas, y carecen de control o potestad para retener a los que deciden seguir su camino pese a estar contagiados. 

Un equipo de Noticias Telemundo observó el lunes a varios inmigrantes liberados por la Patrulla Fronteriza en Brownsville, Texas, que esperaban para viajar a Carolina del Norte, Maryland y New Jersey después de haber dado positivo por COVID-19 en un test rápido que les hicieron en la estación de autobuses. 

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“No podemos detener a esas personas, obviamente, pero les decimos a ellos y sus familias que salieron positivos [en el test]”, dijo el alcalde de Brownsville, Trey Méndez, a Noticias Telemundo. 

Felipe Romero, portavoz de la ciudad, explicó que los trabajadores municipales recomiendan a los inmigrantes guardar cuarentena como indican los Centros de Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), y les sugieren acudir a organizaciones que pueden recibirlos y aislarlos.

Según datos recabados por Noticias Telemundo Investiga, al menos 160 migrantes en ciudades como Laredo, Brownsville y McAllen salieron positivos desde el 25 de enero. En Brownsville, los casos positivos representan el 6.3% de todos los que se hicieron una prueba rápida en la estación local de autobuses, explicó Romero.

Thomas Gresback, vocero de la Patrulla Fronteriza, explicó que sus agentes inspeccionan a los inmigrantes detenidos para detectar posibles síntomas de COVID-19, pero solo los casos sospechosos son remitidos “a los sistemas de salud locales para que se realicen las pruebas, el diagnóstico y el tratamiento adecuados”. Los demás son liberados.

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Varios estudios han demostrado que entre el 40 y el 50% de las personas que dan positivo a la prueba de COVID-19 no presentan síntomas. Es decir, la Patrulla Fronteriza bien podría estar liberando a un número importante de personas contagiadas que no presentan síntomas.

El alcalde de la ciudad texana de Del Rio, Bruno Lozano, explicó también a Noticias Telemundo que la Patrulla Fronteriza está liberando a inmigrantes sin hacerles pruebas, y ni su Gobierno local ni las organizaciones de voluntarios tienen capacidad para administrar tests a todas esas personas.

Noticias Telemundo pidió comentarios a la Casa Blanca pero no recibimos respuesta. 

Los inmigrantes que fueron forzados por la Administración de Donald Trump a esperar en México mientras se resolvían sus casos de asilo y que ahora están ingresando a Estados Unidos después de que Biden cancelara el programa Quédate en México sí reciben pruebas de COVID-19 antes de cruzar la frontera, en ciudades como Matamoros, Tijuana y Juárez, explicó Alberto Cabezas, portavoz de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

Pero no es el Gobierno estadounidense el que está aplicando esas pruebas, sino varias organizaciones humanitarias en suelo mexicano, según anunció la Casa Blanca en su momento. 

Desde el 24 de febrero, la OIM y otras agencias de las Naciones Unidas trabajan en México para registrar y transportar a la frontera a los inmigrantes que solicitaron asilo y tuvieron que regresar allí. En total se calcula que unas 25,000 personas se vieron afectadas por Quédate en México. Hasta ahora han regresado 1,127 de ellas, según la OIM.

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Varias organizaciones sin fines de lucro que atienden inmigrantes tras ser liberados son las que les aplican pruebas de coronavirus y han reservado hoteles para que aquellos que dan positivo puedan estar aislados. Pero estas organizaciones tampoco tienen el poder de impedir que los inmigrantes contagiados sigan su camino. 

 

La hermana Norma Pimentel, de la organización Caridades Católicas del Valle de Río Grande, dijo a Noticias Telemundo que en McAllen, Texas, han atendido a unos 2,000 inmigrantes liberados por la Patrulla Fronteriza desde finales de enero. En Brownville las autoridades fronterizas han liberado hasta este jueves a unas 1,993 personas, según el vocero local.